Cuando pensamos en las grandes ciudades del mundo se nos vienen a la cabeza lugares como Nueva York, París, Londres, Tokio, Hong Kong o Beijing.
Pero existe una ciudad en Sudamérica que no sólo es el corazón financiero de la región, sino que se ha ido ganando terreno en todos los ámbitos a nivel mundial, nos referimos a São Paulo, la gran joya brasileña.
Mucho hemos escuchado hablar del despegue económico de Brasil, pero al llegar por primera vez al aeropuerto Gaurulhos nos podemos percatar por qué la ciudad vibra a cada instante y todas las personas parecen estar irremediablemente ocupadas.
São Paulo, ciudad cosmopolita
Este lugar está conformado por 11 millones de personas provenientes de todos los estados de Brasil y de más de 70 países diferentes.
Una estampa multicultural que se desdobla en cada esquina, en cada café y en cada edifico corporativo. La verdadera identidad de esta ciudad está marcada por la diversidad.
No es la capital del país pero sí es en donde casi todo sucede, esta urbe se asemeja más a Manhattan que a la selva amazónica.
Aquí se concentra el 15% del producto interno bruto y es sede de la mayores corporaciones globales, existen centenares de oficinas que se elevan por los cielos donde se controla el flujo comercial del país y de Latinoamérica.
Eventos Internacionales en Brasil
Con tal cantidad de concentración y operación financiera, São Paulo se ha logrado convertir en uno de los mayores destinos de eventos internacionales.
Ha dejado por detrás a otras sedes importantes como Madrid, Sidney, Atenas y Vancouver.
Se calcula que en la ciudad se lleva a cabo un evento cada 6 minutos, entre congresos, ferias, convenciones y encuentros.
Para lograrlo se apoya de toda una larga infraestructura de hoteles, veinte centros de convenciones, gran cantidad de restaurantes y museos.
El centro de convenciones Anhembi es el más grande del sur del continente, cuenta con salas de juntas, auditorios, arenas, pabellón de exposiciones y hasta un centro cultural con Sambodromo incluido.
Es como si hubiera sido construido para administrar al mundo desde sus entrañas y se organizara el destino de todos los habitantes.
¿Qué tiene São Paulo que la hace tan irresistible?
La respuesta está en la boca de cada uno de sus habitantes quienes la conocen como “La ciudad que no puede parar”.
Empieza desde temprano cuando los coches se arremolinan en las calles intentando abrirse paso, el transporte público circula de un lado a otro trasladando a algunos de los casi 5 millones de trabajadores como si se tratara de un hormigueo.
Hablando de trabajadores, no está por demás mencionar que tal vez muchos de ellos son egresados de la Universidad de São Paulo, catalogada como la mejor de la región y entre las mejores del mundo.
Sus estudiantes ansían salir y comerse el mercado laboral, el cual los está esperando para edificar una nueva nación.
Los helicópteros sobrevuelan las alturas demostrando que el cielo tampoco es el límite, la ciudad progresa y se construye día a día.
Las personas no tienen tiempo libre, hasta que salen del trabajo y cuando lo hacen, dedican el resto del día a hacer ejercicio o algún hobby.
Los paulistas son tan fiesteros como cualquier brasileño, ellos saben pasarla muy bien a cada momento. Prueba de ello son los grandes conciertos internacionales, el afamado Fashion Week y hasta la fórmula 1, los cuales se celebran con gran afluencia de asistentes.
A São Paulo no le hace falta ser la capital del país, ya lo es de la mitad del continente.
Si haz visitado la ciudad por trabajo, sabrás que hay algo en el ambiente que te atrapa y te da ánimos para tener una fructífera visita.
Si no has tenido la oportunidad, es una gran opción para realizar tu próximo evento en una ciudad de orden y progreso.
#Nuncadejesdeviajar