¡Real del Monte, primer Pueblo Mágico de México!
Existen lugares que se han sido marcados de manera cultural, arquitectónica y hasta gastronómicamente por las migraciones de comunidades extranjeras, tal es el caso de Real del Monte, un pueblo con toques mineros y coloniales, enclavado en el hermoso estado de Hidalgo y al cual es muy fácil llegar.
Cabe destacar que Hidalgo tiene 5 pueblos mágicos.
Real del Monte fue el contacto más cercano que México tuvo con la corona británica; es un pueblo que se esconde con la neblina matutina y se revela con el andar de sus habitantes; al recorrer sus calles, entrar a sus tiendas de antaño y conocer cada rincón que maravilla con la bellezar arquitectónica de del lugar.
Trabajos finos en madera y hierro adornan las fachadas de rústicas casas llenas de color y tejados rojos que conforman el pueblo; la iglesia replica sus campanas para dar la bienvenida a misa a los feligreses y visitantes de tan mágico lugar, haciendo parecer que el tiempo se hubiese congelado en el pasado…
En aquellos tiempos donde era cotidiano ver señoras caminando al mercado para comprar los insumos diariamente para preparar exquisitos platillos cuyos olores impregnan las calles empedradas y románticas mientras despiertan el apetito de quienes las recorren.
La fundación de este pueblo no se conoce con exactitud, lo que sí se sabe es que, durante siglos se ha dedicado a la minería; incluso antes de la colonia, cuando los toltecas explotaban minas en la Sierra de Pachuca.
Su nombre actual proviene de la época del virreinato cuando se les daba en nombre de “Real” a los pueblos que estaban bajo el dominio de la corona española y se dedicaban a la minería.
Entre Historias y Minas en Real del Monte
Real del Monte fue declarado Pueblo Mágico y es muy conocido por sus famosas minas de plata y las diestras manos de sus artesanos para trabajarla. Además, vale la pena visitarlo por la gran riqueza del legado histórico que guarda en él mismo y sus alrededores.
El Conde de Regla fue uno de los personajes más importantes en la historia de la minería local; sus grandes ventas de minerales lo convirtieron en uno de los hombres más ricos del mundo durante esa época, y por cierto, fue el fundador del famoso Monte de Piedad.
A la muerte de Don Pedro Romero de Terreros la minería decayó, dando entrada apartir de1824 a inversionistas ingleses que se encargaron de las minas, dándole un nuevo auge a dicha actividad gracias a la modernización del sector por el empleo de máquinas de vapor y transporte.
En este hermoso pueblo se fundo la colonia británica más grande de México, debido a la migración de ingleses, quienes llegaban con sus familias para establecerse; lo que ocasionó también que la cara y algunas costumbres del pueblo se modificaran para siempre.
Las construcciones estilo inglés empezaron a proliferar por la zona, la mayoría de ellas eran de una sola planta con jardines extensos y algunas ocasiones, con espacios para pequeños sembradíos.
¡Ponte el casco y saca la linterna!
Quedarás atónito al pasear por las calles de este Pueblo Mágico, pero si visitas las profundas y antiguas minas, que hoy en día son museos, quedarás varado en el pasado e imaginando los peligros y sensaciones que tenían los mineros al estar explotando los metales.
Una de las minas principales es la “Mina de Acosta“, en donde se exhiben los instrumentos de trabajo, maquinaria y equipo utilizados por los mineros de aquella época.
¡Imagina caminar por esos pasillos obscuros y fríos mientras tratas de adivinar todos los momentos que ahí se vivieron!
Es por eso que no te puedes perder el recorrido dentro de la mina que te dejará con un sentimiento de asombro pero sobre todo, te genera más curiosidad.
Dicen que la tierra llama a quienes ya han estado dentro de ella, y si te has quedado con ganas de más, entonces te recomendamos también visitar alguna otra de las tres minas de la zona: la Mina de Dolores, Mina la Rica y Mina de la Purísima.
Visita el cementerio inglés
Una visita a un panteón no es precisamente lo que tenemos en mente cuando pensamos en viajar … pero el Panteón Inglés de Real del Monte vale la pena, esta aventura comienza recorriendo las calles empinadas que conducen a su puerta, la cuales nos regalan vistas espectaculares del pueblo.
Al entrar nos daremos cuenta que no importa en qué lugar se encuentren localizadas sus 758 tumbas, la mayoría de ellas están orientadas de poniente a oriente, dando el frente a Inglaterra, como si aún después de muertos anhelaran seguir guardando respeto a su patria o de alguna otra forma, quisieran regresar…excepto la del payaso Richard Bells.
Éste terrorífico y místico lugar está lleno de simbología masónica y fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Fue construido en 1851, se ubica prácticamente en medio de un bosque de oyameles y en torno a este lugar se han desarrollado múltiples leyendas sobre los personajes cuyos restos yacen ahí.
Actualmente abre sus puertas a visitantes de Martes a Domingo en un horario de 9 am a 5 pm, aunque las visitas guiadas solamente son de 10 am a 4 pm. Ven y déjate atemorizar por la leyenda del payaso rebelde, llora con la trágica historia entre enamorados o enójate por las injusticias del judío cruel.
¿Qué más hacer en Real del Monte?
En este hermoso pueblito no solamente hay cosas que visitar, también hay mucho que saborear.
Ya hablando de herencias inglesas, los famosos pastes de Hidalgo, son consecuencia del legado inglés heredado. Los pastes son un tipo de empanada de múltiples rellenos siendo el típico de carne molida con papa.
Los pastes, eran el alimento que los mineros acostumbraban llevar a la mina, pues eran de fácil prepararación y transportar.
Los pastes solían tener una especie de trenza de harina que era utilizada por los mineros, para no tocar la parte del paste que se iban a comer con las manos sucias.
Por todo Hidalgo encontrarás diversos puestos de pastes, pero sin lugar a duda, Real del Monte es el pueblo del paste; aquí podrás degustar los mejores pastes de todo el estado, sólo déjate llevar por tu olfato y tus buenos presentimientos, pues en la actualidad encontrarás rellenos dulces y salados.
Real del Monte es un pueblo donde el frío te hace desear acompañar tu paste con un delicioso chocolate.
Ahora que, también puedes dar un recorrido por el centro del pueblo utilizando el tranvía turístico, el cual te lleva a recorrer todo el pueblo y sus vestigios mineros más importantes mientras un guía especializado te va narrando la historia de cada lugar.
Para llegar a Real del Monte es necesario tomar la carretera 130 con dirección a Pachuca. Desde ahí sólo nos encontramos a 15 minutos de nuestro destino por lo que es necesario buscar la incorporación a la carretera 105 “Corredor de la Montaña”.
#NuncaDejesDeViajar