Es de saberse que en México, la Riviera Maya tiene las playas más paradisiacas del país. Desde el famoso destino Cancún con su arena blanca, hasta el idílico y destino de moda Tulum. Pero hay una playa que quizás no conoces y que por su encanto único sería calificada como “la más bonita”, se trata de Punta Brava.
Si conoces el Caribe Mexicano debes saber que su litoral es inmenso. Desde Yucatán hasta Quintana Roo incluyendo islas fuera de serie. Pero si de playas hablamos hay tantas que han maravillado a turistas nacionales y extranjeros.
Todo empieza en Puerto Morelos
Un poblado poco explorado es Puerto Morelos, un sitio ubicado en entre Cancún y Playa del Carmen, en la Riviera Maya, que se caracteriza por su ambiente bohemio, sus tranquilas callecitas en donde el arte, la naturaleza, la gastronomía y el mar se funden en un inigualable escenario.
Desde Puerto Morelos se pueden explorar manglares, ver cocodrilos y por supuesto tener un acercamiento para nadar con delfines o el famoso tiburón ballena. Incluso caminar por su angosta playa de arena suave para ir descubriendo chiringuitos y clubes de playa.
Hacia el sur de este puerto se localiza una salida que te lleva a distintos complejos residenciales que se localizan rodeados de selva maya. Es entre estos caminos donde puedes encontrar el acceso a la playa Punta Brava.
El asombro de Playa Punta Brava
La calle que lleva hacia la playa se llama Niños Héroes, es un paso entre residentes y viajeros. Lo recomendable es rentar un taxi que te lleve desde el centro hasta la glorieta final (en donde hay camino de terracería) pero si quieres aventurarte te sugiero caminar y comenzar a disfrutar del sol.
Después de 5km -sea caminando o en taxi- estarás inmerso entre blanca arena, la flora selvática y las aves sobrevolando el cielo, y disfrutando del sonido de las olas del mar que se mira a lo lejos.
Debes de saber que hay un poco de oleaje debido a los corales que aquí se formaron con el paso de los años.
Desde este punto verás una playa llena de conchitas marinas, piedras con caprichosas formas, pozas de agua cristalina y algunos corales que salen por encima del agua.
Es aquí donde te recomiendo disfrutar de esta belleza de ecosistema y dejar todo como lo has encontrado para que otros puedan apreciar lo mismo que tienes frente a ti.
Desconéctate de la realidad
Algunas casas se distinguen entre la naturaleza, están aisladas una de otra pero tienen su encanto, sobre todo porque la idea de estar aquí es aislarse un poco de los demás.
Verás algunas propiedades privadas pero también está la opción de rentar habitaciones bajo el concepto de Airbnb, esto es una buena idea sobre todo para que disfrutes de este paraíso durante noche porque vale mucho la pena ver el cielo estrellado desde aquí.
Si continúas explorando Punta Brava te darás cuenta de las Apachetas (montoncitos de piedras apiladas a manera de ofrenda) que se realizan aquí o de las fogatas bohemias con cánticos y bailes que algunos locales de Puerto Morelos llevan a cabo con suma precaución.
De alguna manera, las personas que han llegado aquí agradecen al Universo el poder encontrar un sitio como este libre de conglomeraciones y bullicio comercial.
Sin señal de celular y con el horizonte por delante te encontrarás en un momento lleno de introspección y descanso. Da unos pasos alrededor para poder llegar al faro de Punta Brava, una torre que dibuja su delgada silueta entre el paisaje y que de alguna manera es el vigilante de todo lo que hay alrededor.
Y qué tal caminar descalzo sintiendo la arena que acaricie tus pies a manera de ser bien recibido por este pedacito de México, necesitamos más momentos como este, que nos desconecten de todo y nos acerquen a la tierra.
Punta Brava, la inhóspita bahía
Como te diste cuenta al llegar acá no hay negocios ni tiendas, pero si llevas algo para comer llévate los deshechos dado que es una de las playas más limpias de la Riviera y esto se agradece porque aquí hay una gran cantidad de corales y no queremos cambiar nada en el ecosistema.
Y te digo , “no queremos” porque debemos incluirnos en estas importantes acciones y la responsabilidad es de todos: residentes y viajeros.
Por otro lado, debes fijarte bien donde estás pisando ya que en algunas de las orillas de la playa hay partes del coral filoso que debemos cuidar ya que podría dejar de crecer y tú, te podrías lastimar.
Eso si, no olvides toma algunas fotos y sentarte a descansar entre todo este paraíso mientras ves cómo las olas rompen en las rocas y el coral.
Habrá postales inigualables como los maravillosos atardeceres o qué tal una foto de los pescadores con sus cañas logrando con éxito alguna captura del día.
Ahora si, tienes esta información valiosa de tu próximo destino para un momento de introspección contigo y el planeta; solo cuéntalo solamente a quien más quieras porque esta playa está libre para ti!
#NuncaDejesdeViajar