En Japón, el arte del origami tiene la capacidad de tomar algo tan simple como el papel y convertirlo en maravillosas figuras como un elefante, una flor o un cisne.
Quién pensaría que este elemento como el papel, al que podemos acceder con facilidad podría convertirse en arte hecha por nosotros mismos.
Origen del origami
El origami nace en el Siglo XVII durante el periodo Edo de Japón, cuando los nipones se cerraban al mundo; esto provocó la creación de realizar las figuras de papel que ayudaron a mantener a la gente en casa.
Con este entretenimiento total, las mentes creativas de los japoneses se echaron a volar y crearon fantásticas figuras como las que vemos hoy en día, y que ahora son parte de sus exhibiciones de arte.
El origami es fuertemente asociado a la cultura japonesa, en Hiroshima es muy simbólico y tienen la creencia de que si logras doblar 1000 grullas de papel puedes pedir un deseo, o bien se te otorgará salud y buena fortuna.
El arte de doblar papel
Lo que sin duda hace bello al origami es su simplicidad, es demasiado fácil y gratificante pasar horas y horas haciendo figuras, ¡puedes liberarte de tu estrés y echar a andar tus habilidades manuales!
Y si eres nuevo en esto o no crees que puedas realizarlo, ¡tranquilo!, vamos a darte unos consejos que también a nosotros nos han ayudado.
Tradición del Origami japonés
Recuerda que este arte es para pasarla bien y si en el transcurso de explorarlo notas tus grandes habilidades, quién sabe, hasta podrías introducirte en el negocio de los pliegues delicados y perfectos.
Comencemos por lo primordial; debemos tener una hoja de papel en forma de cuadrado, esto ayudará a la proporcionalidad de la figura.
Comienza a experimentar y dobla tu hoja de esquina esquina para formar triángulos o bien, de lado a lado para formar rectángulos y marca bien las líneas con tus uñas, siempre sirve.
Tutorial para la flor de cerezo
Cuéntanos tu experiencia y en nuestras redes sociales enséñanos tus resultados, ¡queremos ver tu arte!
Inténtalo y pasa un buen momento y recuerda, ¡Nunca dejes de viajar!