La capital dominicana, Santo Domingo, es uno de esos lugares ideales; tiene la combinación perfecta entre sol, comida y fiesta por un lado; museos, cultura e historia por el otro. Algo especial en esta cuidad a visitar es el Museo del hombre Dominicano
A unos cuantos minutos a pie del centro de Santo Domingo, se encuentra un museo con el acervo cultural de mayor importancia para la historia dominicana y del Caribe en general.
Calles, edifios y escullruras. Foto por Museo del hombre Dominicano
El Museo del Hombre Dominicano el cual muestra la historia de la República Dominicana y como su nombre lo indica, de su gente.
El museo es amplio, lleno de relatos, arte y colores; uno se vuelve testigo y cómplice de una historia dolorosa y sangrienta (como la de todos los pueblos latinoamericanos) así como del surgimiento de una cultura influenciada por tres continentes resumida en el concepto de hombre dominicano.
Colorido, con muchas piezas de arte reprentando la cultura. Foto por Charles “Chinese-Buffalo
La historia dominicana es por demás fascinante y el museo no me defraudó. A través de sus exposiciones se conoce de manera visual la cronología de este país.
Desde sus primeros asentamientos humanos hasta su historia moderna, el museo cuenta con un sinnúmero de objetos, mapas, fotografías y testimonios.
Esculktura delun hombre taíno en el Museo del Hombre Dominicano. Foto archivo
Este museo tiene la colección más grande a nivel mundial de objetos pertenecientes a los Taínos, habitantes precolombinos de las Antillas. Conservar vestigios de esta cultura es una tarea muy significativa.
Es en esta sala del museo donde se experimenta el primer nudo en la garganta.
El pueblo taÍno
Los Tainos vieron dramáticamente reducida su población después de la llegada de los españoles, miles murieron por enfermedades, como la viruela, traídas de Europa.
Muchos no soportaron lo duro de la nueva vida de esclavitud en las colonias españolas; muchos cometieron suicidios colectivos y la mayoría de las mujeres se convirtieron en esposas o concubinas de europeos, asimilándolas a ellas y a sus hijos a la naciente sociedad dominicana.
La casi exterminación de los taínos es uno de los episodios más vergonzosos de la historia, por ello la importancia de tan grande colección.
Obra de arte de la cuktura taína. Foto archivo
Cuenta también con una colección de la época de la colonia y crónicas del transporte de esclavos africanos hacia la Isla de la Española.
Es aquí donde nuevamente se siente lo terriblemente triste de la historia. Una de los objetos de la exposición que más impacto me produjo fue el de unas cadenas y grilletes que fueron usados para transportar esclavos.
La exposición sobre la fuerte influencia africana es extensa y muy ilustrativa.
Religiones y costumbres
Sobresale la parte dedicada al sincretismo religioso y al vudú. Las imágenes hablan por sí solas: rituales de procedencia africana mezclados con las tradicionales imágenes católicas de Jesús, la Virgen María y los Santos.
A los indígenas, frailes, conquistadores, piratas, caciques y esclavos de la época colonial el museo les da voz para dar su testimonio y reconocer así su influencia en la actual República Dominicana.
Mascaras de las antiguas civilizaciones. Foto archivo
Después de lo fuerte de las salas anteriores, se siente un alivio al llegar a la siguiente parte del museo, que es mucho más alegre.
Es también extensa y muy colorida la sección dedicada al carnaval, tradición por excelencia de los pueblos con influencia católica.
La exposición muestra una gran cantidad de disfraces y máscaras que forman parte de esta celebración llena de colores que se comenzó a realizarse en 1520.
Demostraciones de diferentes articulos . Foto por Pinacho
El protagonista es el pueblo, aunque el carnaval cuenta también con otros personajes que hacen su aparición cada año, como el Diablo Cojuelo, ridiculización del demonio, o el Califé, poeta popular que escribe versos satíricos sobre los personajes públicos.
Los disfraces y máscaras de esta exposición provienen de las distintas locaciones de República Dominicana donde toman lugar los carnavales, siendo los más grandes los de La Vega y Santiago.
Visita y aprende de otras cultras en el Museo del hombre Dominicano
Esta sala tuvo un gran poder de convencimiento, ahora siento un irremediable deseo de visitar uno de esos carnavales, los cuales por cierto se celebran generalmente en febrero o marzo.
El costo de admisión es muy accesible. El precio incluye una audio guía que es de mucha ayuda.
Hay actividades culturales y exposiciones temporales. El Museo del Hombre Dominicano es definitivamente una joya en la capital dominicana y es recomendable conocer más sobre la historia este interesante y amistoso pueblo.#Nuncadejesdeviajar.