Para todos los jóvenes que nacieron en México después de la década de los 90’s, hablar de trenes es arcaico como mandar una carta por correo. El Museo del Ferrocarril en San Luis Potosí, forma parte de un pasado que no alcanzaron vivir y que en ocasiones no les interesa conocer.
De hecho, la única referencia de los ferrocarriles con la que cuentan es por los juguetes que solían regalar las abuelitas en los cumpleaños.
Afortunadamente existe un lugar en donde se preservan algunos tesoros de una de las épocas más románticas del país, su nombre es El Museo del Ferrocarril y se encuentra en San Luis Potosí.
No te dejes impresionar por la palabra “Museo”, te aseguramos que disfrutarás la visita como si fueras un niño en juguetería. A continuación te damos 5 razones para visitarlo.
Museo del Ferrocarril en San Luis Potosí: Por los ferrocarriles, obviamente
Resulta inevitable pararse a las afueras del museo del ferrocarril y no sentir unas ganas irreparables de entrar para tomarse una fotografía.
Justo al pasar la entrada se encuentra una locomotora de proporciones monumentales que dio servicio a todo lo largo y ancho del país. El día de hoy su función es meramente ornamental, pero sirve de escaparate para atraer visitantes de todas las edades.
Sin embargo no es la única maquinaria que encontraremos, en el patio trasero se encuentran los andenes donde los pasajeros solían abordar el tren y en donde actualmente existen vagones de cada una de las clases por las que era posible viajar.
El vagón de primera clase especial era utilizado por los más acaudalados ya que contaba con asientos enumerados, aire acondicionado, alfombra y baños designados para hombres y mujeres.
Además no se permitían la entrada con animales, además de que se servía un pequeño refrigerio para hacer más ameno el viaje.
El vagón de segunda es más austero, pero también incorporaba algunas comodidades del de primera. Sin embargo el de tercera clase si es, literalmente, un vagón guajolotero donde muchas personas viajan paradas con el ruido de las gallinas y el olor a sope.
Por su elegante arquitectura
El edificio que alberga el museo alguna vez fue una de las 4 estaciones que dieron servicio en San Luis Potosí, su arquitectura Art de Co nos transporta inmediatamente a otra época cuando viajar era una aventura que no todos podía experimentar
En su interior se puede apreciar unos murales de la década de los 40’s que plasman la evolución del ferrocarril y otros sitios emblemáticos de la capital como el Teatro de la Paz, la Catedral, la iglesia del Carmen y la presa de San José.
También fue sede del primer taller de reparación de locomotoras a diésel en el cual llegaron a trabajar hasta 5 mil personas al mismo tiempo.
De hecho, las colonias cercanas fueron construidas por familias que vivían directamente relacionadas con esta industria.
Museo del Ferrocarril en San Luis Potosí: Por sus misterios y chismes
San Luis Potosí siempre ha sido cruce de caminos desde épocas prehispánicas, de hecho fue el primer punto donde se cruzaron las dos líneas de ferrocarriles nacionales.
Primeramente la que iba de la Ciudad de México a la frontera y el ferrocarril central que viajaba desde el pacifico hasta el golfo.
A los ferrocarrileros siempre se les conoció por ser bohemios, mujeriegos y un poco borrachos, si deseas conocer todas sus historias te recomendamos tomar una visita guiada.
Durante la plática te enterarás de algunas anécdotas interesantes, historias divertidas y uno que otro misterio que aún vive entre sus paredes.
Junto al museo del ferrocarril se localiza un patio de maniobras que aún se encuentra en funcionamiento.
Y en ocasiones sus locomotoras silban a manera de homenaje para aquellos ex trabajadores que pasan a mejor vida.
Por su colección que provoca el “Ojo remi”
Nada estimula más nostalgia como observar las piezas de su colección la cual incluye lámparas, silbatos, sellos de goma que utilizaban para marcar los boletos.
También radios de comunicación, una tienda de revistas de la época así como decenas de fotografías de maquinistas, garroteros, conductores y mujeres que vendían mercancías en el ferrocarril.
Si no viviste en aquellos tiempos de seguro vas a morir por haber viajado sobre alguna de estas máquinas.
En donde los pasajeros interactuaban entre ellos como amigos que no habían sido presentados.
Por su maqueta monumental
Si aún con todo lo anterior sigues pensando que los museos son aburridos déjanos contarte acerca de una de sus salas más divertidas. Ocupa una gran arte del piso superior del edificio y alberga una maqueta monumental dedicada a los ferrocarriles.
Y cuando te decimos que es monumental es porque es verdaderamente gigantesca, de hecho tienes que rodear la sala para seguir el curso a las pequeñas locomotoras.
En su trayecto se encuentran con túneles, montañas, puentes y ciudades repletas de coches, edificios, personas y hasta vacas pastando.
Hay algo acerca de esos trenes de juguete que nos vuelven niños o cuando menos voyeristas ya que dentro de los edificios existen muñecos que asemejan estar teniendo una vida cotidiana.
Como verás el Museo del Ferrocarril en San Luis Potosí tiene algo para todos, lleva a tus niños a conocer las locomotoras y subirse en un vagón antiguo.
Si tuviste la fortuna de viajar en tren no dejes de contarnos tus experiencias y si te gustaría que volvieran.
Museo del Ferrocarril
Manuel José Othón, Deportivo FFCC, San Luis, S.L.P. Tel. 01 444 812 4210, si quieres conocer mejor el museo haz clic aquí.
Vista el Museo del Ferrocarril en San Luis Potosí. Y no lo olvides, #Nuncadejesdeviajar