Cuando vives o visitas la Ciudad de México, a veces cuesta mucho trabajo decidir cuál museo visitar, porque la variedad es tan extensa y en tan diversas disciplinas, el Museo Casa de la Bola CDMX.
Es uno de los recintos tan asombrosos que no te los puedes perder. En el poniente de CDMX, por el increíble barrio de Tacubaya se ubica una casa de tintes coloniales con grandes terrenos.
Este edificio que formó parte de un antiguo olivar y fincas agrícolas, se ha convertido en el Museo Casa de la Bola o colección Haghenbeck.
-
Museo Casa de la Bola. Foto: Jorge Pedro Uribe Llamas
Ámalo desde la fachada
La fachada del Museo Casa de la Bola, cautiva con mascarones, marcos de cantera, diseños que van desde conchas marinas hasta vegetales y frutas realzados por sus ladrillos bellamente cuidados.
Se cuenta que es precisamente en la fachada, que existía un detalle esférico de donde toma el nombre “de la Bola”.
Se cuenta también que en este sitio hubo una revuelta entre conservadores y liberales a la cual se le denominó “bola”.
-
Esculturas increíbles. Foto: Franciszek Skoryna
Desde el interior del Museo Casa de la Bola CDMX
Pasar por su imponente puerta de madera te regalará una gran sorpresa: El patio principal con sus pilastras y el piso superior donde a la mitad hay un pasillo.
El resto recuerda a esas haciendas donde aristócratas ricos disfrutaban de su ir y venir en una época de bonanza.
-
Museo Casa de la Bola muy escondido con la naturaleza. Foto: Archivo
Presta atención a las escaleras, al corredor principal y a las esculturas de mármol con las que cuenta este renovado museo. Subir a la planta alta te dejará sin aliento.
¡Sí de verdad! Solo imagina que este museo podría catalogarse como un tesoro del arte mundial, incluyendo su exquisita arquitectura del siglo XVII.
Podrás admirar su lujosos salones y 13 habitaciones decoradas con artículos como armaduras, pinturas, cristos, vasijas, platería, muebles y arte de todo el mundo.
-
Museo Casa de la Bola y sus increíbles esculturas. Foto: Jorge Pedro Uribe Llamas
La terraza del Museo Casa de la Bola
La terraza es iluminada por un halo de luz que proviene de la gran ventana con la que cuenta. Al caminar por aquí verás esculturas con motivos grecorromanos y muebles de herrería para descanso.
Desde ahí divisarás el maravilloso jardín, uno de los más espectaculares de la ciudad, mucho se cree que formó parte de todos los terrenos que se compartían con el ahora Parque Lira.
Platanales, árboles de pino y vegetación con flores coloridas; fuentes de mármol, andadores de piedra; raíces que reclaman su entorno y estanques con musgo son parte de la decoración en este espacio.
-
Muy fotogénico este lugar. Foto: Franciszek Skoryna
Lo mejor es que te pierdas caminando o que tomes fotografías llenas de naturaleza, dentro de una ciudad que esconde afortunados lugares como este.
Finalmente no dejes pasar las escalinatas decoradas con leones que tienen diferentes expresiones. Ideales para poder descansar y admirar el paisaje tan tranquilo que olvidarás el estrés citadino y el tiempo se te pasará lo más ameno posible.
El Museo Casa de la Bola espera tu visita para descubrir cada uno de sus rincones, evidencia de la bella época mexicana.
Fuente en el centro. Foto: Archivo El Souvenir
#NuncaDejesDeViajar