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¡Sé minero por un día! Minas de ópalo en Tequisquiapan

Minas de ópalo en Tequisquiapan Foto MikesPhotos

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: MikesPhotos

No puedes dejar pasar la oportunidad de vivir una experiencia divertida y fuera de serie en las minas de ópalo en Tequisquiapan.

El reto consiste en subir montañas, empolvarte y cruzar cuevas para ponerte el armazón de un auténtico minero y descubrir uno de los oficios más honestos al tener contacto con la tierra.

El primer paso es que tomes la carretera 120 Tequisquiapan-San Juan del Río y te desvíes en el kilómetro 15 en La Trinidad, un pueblito privilegiado por albergar minas de las que brotan los mejores ópalos del mundo.

via GIPHY Minas de ópalo en Tequisquiapan

Aquí, el minero Héctor Montes (un hombre que ha trabajado estas hermosas gemas cristalinas por más de 53 años), organiza un recorrido para llevarte a la Carbonera, una antigua mina a cielo abierto.

Tienes que saber, que el ópalo es una piedra semipreciosa considerada como un mineraloide; se distingue por su brillo y sus múltiples colores.

El Estado de Querétaro es uno de los más grandes productores de esta gema y México es el único país que cuenta con ópalos de colores rojos, naranjas e incluso azul pavorreal.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: Varga

Este cristal multicolor se comenzó a explotar en 1890 cuando los habitantes del pueblo recorrían la sierra en búsqueda de carbón y se dieron cuenta que entre la cantera resaltaba un brillo luminoso color arcoíris.

Incluso, la calidad del ópalo de México lo convierte en una piedra muy cotizada y demandada por países como Japón y Alemania.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: Archivo

Manos a la obra en Minas de ópalo en Tequisquiapan

Una vez que llegues a La Trinidad tienes que dirigirte a la calle 2 de octubre, esquina 1° de Julio. Aquí vive el señor Héctor, un hombre cálido y amable que te invita a abordar un jeep para que el tour comience.

Un tip muy importante es que lleves una chamarra calientita y un calzado cómodo con suela gruesa que te permita caminar ente piedras y caminos de terracería.

Mientras el motor del jeep ruge y disfrutas de los paisajes, este animado minero te explica el procedimiento de búsqueda y extracción del ópalo.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: RonaldPlett

Sierra arriba pasas por una caverna natural que fue el hogar Demetrio Nieto, un minero que vivió con su esposa dentro de esta cueva por más de 18 años.

Él hombre eligió que este sería su hogar porque su madre no aceptaba a su amada. Hasta la fecha, los visitantes pueden admirar la cama de roca que esculpió el enamorado.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: Archivo

Tu labor de minero

Ya en la Carbonera, Don Héctor toma el mango del martillo y rompe las riolitas (cantera) para mostrarte que entre sus oquedades se encuentran estas joyas multicolores que deben su origen al agua que se filtró en sus huecos.

Al contacto con la sílice (sales minerales) formó un gel que se condensó y que después de millones de años convirtió en cristal.

Aquí comienza tu labor, pues el guía te entrega tus propias herramientas para que tú mismo busques el preciado tesoro.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: PDPics

Tienes que caminar entre cantera, tropezarte con piedras, y sobre todo, tener fe en que al romper una riolita encontrarás una gema de calidad.

Para encontrar un buen ópalo los mineros pueden tardar hasta cuatro meses y como dice Héctor: “ser minero especializado en ópalo es un trabajo que requiere de paciencia y suerte”.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: Archivo

Por lo regular, encuentras mucha cantera con ópalos pequeños, pero el verdadero trabajo consiste en encontrar gemas que se puedan vender a buen precio, y tomar en cuenta que su valor depende de la intensidad de color, tamaño y capacidad de irradiación.

Los ópalos que se encuentran en esta zona, pueden llegar a tener un costo de hasta 50 mil pesos y fue precisamente en la mina la Carbonera en donde se encontró uno de los ópalos más grande del mundo y se vendió a Estados Unido en miles de pesos.

Hace algunos años en Chihuahua descubrieron un ópalo de gran tamaño que pesó más de 4 kilos y se valuó en 4 millones de dólares.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: RAFAELCANALESVILLAVERDE

Desayuno y almuerzo estilo minero

Una vez que todo el grupo tiene sus respectivas canteras con ópalo, llega la hora del almuerzo. Este momento es muy especial porque prenden un comal dentro de una pequeña cueva, y todos se sientan en enormes piedras a comer al estilo minero.

Desayunas sincronizadas muy peculiares, imagina que para prepararlas le hacen un hoyo a la tortilla y ahí estrellan un huevo; son simplemente deliciosas.

Artesanías. Foto: Archivo

De la piedra al taller

A tu regreso, visitas el taller de este minero en el que te muestra cómo desprende las gemas de la cantera para pulirlas y empotrarlas en oro o plata.

El tour concluye en la tienda de artesanía en la que puedes comprar joyería fina y esculturas de cantera. Te quedas boquiabierto cuando entras a la sala en la que Don Héctor tiene una colección de ópalos con colores arcoíris que irradian mucha luz.

Minas de ópalo en Tequisquiapan. Foto: Archivo

Cuando el recorrido finalizó, sentí una profunda admiración por aquellos mineros que a diario entregan su fe a esta extraordinaria labor y que me dieron la oportunidad de ponerme en sus zapatos por un día.

Sin lugar a dudas realizar un viaje en donde participas activamente te hace recapacitar y valorar estas piedras preciosas que las personas buscan para cargarse de energia.

No olvides visitar el colorido pueblo de Tequisquiapan y visita el mercado de artesanías “Teques-Qui-Calli”. Aquí podrás comprar joyería y artesanía hecha de ópalo, textiles bordados, madera, cerámica y plata.

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