Con el descenso de temperaturas puede haber pocos eventos que motiven al turista a salir a la calle. Sin embargo, hay una atracción especial que en muchas ciudades del mundo se ofrece en esta época del año: los mercados navideños.
¿Pero qué tienen de especial estos espacios comerciales? Bueno, pues se trata de salir a comprar una bebida caliente, un pequeño tentempié, un regalo, o simplemente salir a distraerse y a dejarse tentar por los sentidos.
Origen de los mercados navideños
Estos lugares tienen su origen en Alemania, tal vez sea por eso que este país europeo tiene los mejores exponentes.
Su tradición se extendió a otros territorios del viejo continente y a sus colonias, convirtiéndose en una tradición local. De ahí que cada lugar tiene su toque especial en cuestión de su duración y del tipo de productos que ahí se venden.
En Alemania el olor más característico es el de las salchichas y dulces, en Oslo, en Noruega, las hamburguesas de reno y en México predomina el olor a pinos y ponche de frutas.
Todos los sentidos se dejan complacer durante nuestra visita, el olfato es invadido por el olor a caramelo, carne, nueces y comida típica.
Un ambiente cálido y colorido
La vista es invadida por colores cálidos que contrastan con el clima, con juguetes, regalos, luces, personajes e incluso animales que no son vistos comúnmente en todo el año.
El oído es persuadido por la música, la conversación entre vendedores y clientes.
Ciudades cosmopolitas e internacionales como Oslo, reflejan su realidad migratoria contemporánea en su mercado navideño anual.
No sólo se ofrecen productos locales, sino una variedad que refleja el origen migrante de sus habitantes: desde productos lapones hasta churros españoles.
Por curiosidad o por nostalgia, uno cede a la tentación. Está bien, un cucurucho de churros, por favor.
¡Visítalos!
El ambiente en estos mercadillos marca los recuerdos de una temporada muy específica.
Así que en cualquier lugar en el que uno se encuentre es un ritual obligatorio visitarlos sobre todo si se es viajero.
Visitando estos mercados, descubrirás cosas que no hay en el lugar donde vives y solo se encuentran en ciertas fechas; alguna delicia culinaria, un adorno navideño o algún souvenir.
Además, estarás contribuyendo al apoyo de la economía local y así, tendrás varias memorias navideñas en tus recuerdos que durarán de por vida.
¿Y en tu ciudad, cómo son los mercados navideños? #Nuncadejesdeviajar.