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Pueblo Maya Acancéh Yucatán, conocelo ya

Portada.Pueblo Maya Acanceh.Foto.Marysol

Portada. Pueblo Maya Acanceh. Foto: Marysol

Yucatán, la tierra que vio crecer a una de las culturas más prominentes en el mundo. Aquí te presentamos el pueblo Maya Acanceh Yucatán, un lugar que se mantiene lleno de cultura y tradición.

Descubre Acanceh pueblo Maya. Foto: Grupo Leembal.

Pueblo Maya Acancéh Yucatán, lugar que guarda secretos de una cultura viva

Los mayas después de haber habitado grandes ciudades como Chichen Itzá, Uxmal o Mayapan se establecieron en pequeñas poblaciones para continuar con su vida cotidiana.

Ciertamente Mérida la capital fue el lugar donde llegaron colonizadores y evangelizadores dejando en la periferia a la cultura que era dueña de esas tierras.

Mérida. Foto: Visit Mérida MX.

¿Cuál ha sido nuestra sorpresa al realizar un viaje por este maravilloso pedazo de México?, pues que además de naturaleza, ¡hay poblaciones mayas!

Bien merecen la pena una visita para encontrarte con una raza que jamás se fue y que ahí está compartiendo su cultura con una enorme sonrisa.

El carisma de la gente de Yucatán. Foto: Mayan Yucatán Traveler.

El lugar: Pueblo Maya Acanceh Yucatán

Varias de sus casas aún son de palma y barro para contrarrestar los calores sofocantes. Pasar de cerquita se puede escuchar la estación de radio que transmite en lengua maya, mientras los jefes de familia se preparan para trabajar en la agricultura o en la maquiladora del pueblo.

Acanceh se encuentra muy cercano a Mérida, (a 28 km) al llegar al lugar te recibe en la placita muy coqueta en cada esquina y en el centro del jardín hay un venado, además de una cruz y dos plantas de Henequén.

Plaza central de Acanceh. Foto:Hotel Casa Azul.

Se dice que Acanceh quiere decir en ese dialecto “Bramido de venado” y que aún se pueden encontrar estos animales en lugares entre la selva.

Por otro lado, el henequén fue el oro verde en donde se desarrollaron estos pueblos y es una manera de reconocer a las haciendas de beneficio.

Henequén. Foto: Condé Nast Traveler.

Vestigios

De los edificios principales que rodean a la plaza se encuentran de frente: el Palacio Municipal, El mercado, la biblioteca, La Parroquia, pero el más contrastante es una pirámide maya que dato del año 580 d.C.

Así es, un alto templo maya que resalta desde cualquier punto de vista y ubicada en plena plaza principal

Vestigios arqueológicos de Acanceh. Foto: Explore.

Según los cronistas, se trata de un edificio dedicado a Kinich o Dios Sol -aún con vestigios de  estuco- el cual no quisieron desmantelar ni los evangelizadores ni los españoles.

Loa anterior debido a las creencias de la población que en ese tiempo de conquista, eran muy arraigadas y mejor se optó por conservarlo y añadir una capilla franciscana junto al templo.  Ambos recintos se pueden visitar.

Pueblo Maya Acanceh Yucatán. Foto: Playas de México.

La Fe de Acanceh

La parroquia de fachada sencilla, es el punto de reunión de los pobladores, ahí  se congregan en la casa de todos y platicar o echar chisme, para asistir al sermón de la misa y para visitar a la patrona “La Virgen de la Natividad”.

Casualmente se encuentra vestida del traje mestizo maya – el famoso terno- bordado, con flores en la cabeza, rebozo y joyas (además de un rosario), como lo hacen la mayoría de las mujeres para celebrar.

Virgen de la Natividad. Foto: El Diario de Yucatán.

Curiosamente la iglesia cuenta con una cresta arriba en la fachada simulando el estilo arquitectónico Petén muy característico de los templos mayas de la zona con la finalidad de ganar feligreses en aquellas épocas de mestizaje y se sintieran en casa.

Además tienen unos cuatro patrones como San Miguel Arcángel y La Virgen de Guadalupe a la cual se le celebra todos los diciembres con singular fervor.

Celebraciones cada diciembre a la Virgen de Guadalupe. Foto: Acanceh Yucatán.

Pueblo Maya Acancéh Yucatán, eso no es todo…

Lo más interesante del pueblo Maya Acanceh, se trata de esa curiosa mezcla de culturas que sucedió con el paso de los años y que hoy se trata de una estampa típica de un pueblo  en donde el tiempo se detuvo.

Dicha mezcla cultural se puede ver claramente en los hermosos vestidos que portan las mujeres. Vivos colores y maravillosos tejidos llenos de, trabajo, historia y tradición.

Una gran mezcla de culturas. Foto: Gobierno del Estado de Yucatán.

Los tradicionales trajes mestizos, son huipiles sencillos para uso diario; para fin de semana, fiestas o baquerías, se acostumbran los ternos blancos con coloridos bordados; Y para una boda, todas las mujeres asisten de blanco.

Las señoras elaboran sus trajes en un periodo de 9 meses, la técnica es el punto de cruz y el bordado se aprecian figuras como flores, animales y otros símbolos. Un traje así puede costar alrededor de unos 700 dólares, unos 11 mil pesos mexicanos.

Traje típico yucateco. Foto: Urban Center.

Mercado típico

El mercado principal es una carnicería enorme en donde las amas de casa buscan el mejor precio y los retazos más frescos,.

Junto a este, el tianguis que se instala los fines de semana, son un mosaico de olores y sabores tradicionales yucatecos que te presumen a gritos que estás en una tierra abundante en hiervas, en carnes, semillas y frutas.

Mercado de Acanceh. Foto: Hotel MedioMundo.

La mayor actividad es por la mañana, desde las siete hasta medio día. Mi mente se distrae en enormes aguacates que no había visto, puercos y aves que venden o quizá se intercambian por otras cosas.

La lengua maya se escucha entre ellos -los vendedores y compradores- que se juntan cada domingo para realizar este acto de comercio milenario. Una lengua viva que se trasmite con el oído, más no con el lápiz.

Ahí conocí la famosa pasta de achiote, de color ladrillo y la que le da ese sabor único a la cochinita y el pollo en pibil.

Pasta de achiote. Foto: La anita.

Grandes descubrimientos

También reconocí las hojas del árbol de chaya que sólo de acordarme de la refrescante agua que se prepara con esta planta y naranjas o mandarinas, vuelvo a la vida.

Tamales de masa con pollo y hoja de plátano, verduras de todo tipo, frutas como el plátano manzano, pepino blanco, limas, pitayas y naranjas agrias, son los colores del sureste.

Merecen atención los chiles habaneros y el famoso chile mash (Maax Ik) que lo machacan para darle más picor y sabor a los alimentos.

La hoja de chaya se usa para múltiples platillos yucatecos. Foto: Sal!.

También conocí el espelón, es un frijol que proviene de una vaina y al sancocharlo se hacen unos deliciosos tamales que ahí mismo conseguí.

Compré pepitas de calabaza para hacer los famosos papadzules y  el dulce de nanche en almíbar que vendía la señora Antonia quien me explicó pacientemente cómo lo prepara.

Tamal de espelón tradicional yucateco. Foto: Los 4 hermanos.

Yucatán es uno de los estados más alegres

Pasar una tarde, comprar productos, dulces  y frutas en el mercado, es como enrolarte en el mundo de los mayas que aún no se ha perdido, subirte a un bici-taxi y recorrer el pueblito es lo común para que el sol no haga de las suyas.

Mientras paseas, puedes tomar fotos de la antigua estación de ferrocarril, de las casas típicas y de los vecinos que curiosos y amables te dan las buenas tardes, son más de 10 mil sonrisas.

La calidad de la gente yucateca. Foto: Sipse.

Quizá Mérida es una mezcla de culturas de otros lugares que en su hermético pasado, les hicieron un favor a estos pueblos como Acanceh.

Este pueblo Maya que atrapa por su autenticidad, sus olores y por ser el fiel testimonio de una raza que se modificó, pero es una cultura que sigue viva. Por esto recuerda #NuncaDejesDeViajar.

Una aventura maya

Dónde reservar:

Paquete y tours con Mi escape: Acanceh y Mayapan

Operado por: Mayan Heritage

Recomendación de hospedaje: Hotel Art57 y Hotel  Embajadores

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