Mi motivo de viaje además de ver las iglesias y los enormes palacetes, era algo más grotesco: fotografiar gárgolas. Sí, esos extraordinarios seres inventados que se quedaron en piedra para el asombro de algunos y el miedo de otros.
Me he dado cuenta que mi curiosidad por los seres mitológicos es mayor de lo que pensé, tal vez por eso mi afición, aunque la realidad es que las gárgolas no sólo se tratan de seres extraños, sino imitan cabezas de animales reales.
Las gárgolas cumplen con una función en la arquitectura, sirven como la parte final de un canal por donde corre el agua que cae de los tejados de los edificios, de ahí la palabra francesa gargouille o garganta.
Adornar estos canales fue propicio en la edad media y con la llegada del arte gótico.
Criaturas de aspecto infernal en París
Pero ¿Por qué las catedrales y edificios religiosos cuentan con esas imágenes que más parecen del averno? Resulta que esos rasgos grotescos son para resguardar los templos religiosos e infundir miedo a los pecadores.
Lo anterior también se relaciona con los bestiarios y los tormentos del infierno, así se ahuyentan a las brujas, demonios y otros espíritus del mal.
De acuerdo a una leyenda parisina, existía el dragón Gargouille quien vivía cerca del río Sena y que en narradas ocasiones destruía la región con ataques y fuego.
Un día fue enfrentado por el sacerdote cristiano Romanus, quien lo venció con una cruz.
Este llevó a la bestia a una ciudad al norte de Francia, Ruan, en donde en el edificio del ayuntamiento fue colocada su cabeza para que en lugar de arrojar fuego, saliera agua de su boca.
Las gárgolas y su belleza gótica
El rasgo distintivo de las gárgolas es quizá grotesco pero representa un arte tallado en piedra que lejos de tratarse de seres imaginarios, guardan alguna leyenda o fantástica historia de aquellos que las han elaborado por siglos.
De hecho los artistas de la edad media comenzaron haciendo gárgolas imitando a un grifo, un ser mitológico mezcla de león y águila.
Lo cierto es que estos seres no pasan desapercibidos, los puedes encontrar por todo París y sus características y rasgos son diferentes unos de otros.
Algunas gárgolas cuentan con fisonomías humanas o quizá algo monstruosas.
También hay testimonios de gárgolas de épocas anteriores que sirvieron en edificios no religiosos en antiguas ciudades de Atenas, Egipto y Pompeya, que cumplían con las mismas funciones. Servir como canales del agua y ornamentación.
Captura a las gárgolas en un recorrido fotográfico
En un viaje por Francia puedes hacer un recorrido fotográfico para apreciar las decenas o centenas de gárgolas que se encuentran en París.
Aunque no todas se encuentran en esta ciudad, sino en todo el mundo, sí podemos darle rienda suelta a nuestra cámara fotográfica y realizar los mejores ángulos de estos seres legendarios.
Si tu gusto se convierte como en mi caso, una afición; entonces no olvides que también existen souvenirs de pequeñas gárgolas que bien podrás llevar a casa y armar una buena colección.
París es un conjunto de sorpresas que la convierten en una ciudad favorita para todos y la recordamos por algo específico.
Hoy no me puedo imaginar un París sin gárgolas, esos seres alados guardianes de templos y edificios, que hablan con jorobados y por el día se convierten en piedra.
Si quieres conocer más acerca de Notre Dame, te invitamos a que visites su página oficial Notre Dame de Paris.
Si estás pensando visitar Francia, te invitamos a que visites la página de Turismo en Fracia. Tiene toda la información que necesitas saber sobre qué hacer, a donde ir, etcétera.
Y recuerda ¡Nunca Dejes De Viajar!
via GIPHY El Jorobado de Notre Dame Quasimodo