La primera vez que vi este lugar en una postal, me quede contemplando su belleza por un gran rato. Su precisa arquitectura y estética me llevaron a épocas del medievo; ¿Qué secretos guardaran sus muros? acompáñanos al Tour por el Mont Saint Michel.
Tour por el Mont Saint Michel ¿Por qué fue construido sobre una isla rocosa?
Es así como organicé un viaje para conocer más de esta maravilla, uno de los sitios de peregrinaje más importantes en Francia sólo después de Notre Dame y El Sagrado corazón.
Por las condiciones naturales se cree que hace millones de años este lugar era un inmenso bosque.
Después el mar invadió estas tierras y el agua se fue poco a poco, lo cual dejo un gran terreno pantanoso y un llano con cuatro grandes rocas de granito.
Es así como se generó una de ellas: Le Mont Saint Michel -o el Monte San Miguel en español-.
Anteriormente fue nombrado el Monte Tumba ya que antes de cualquier construcción, existía una gran losa de piedra en la cima del monte tan pesada que sólo con un milagro se pudo derrumbar.
Fue con el pie de un niño llamado Baín, hijo de un obrero.
Era como un imán, un lugar de atracción
Este lugar siempre causó fascinación a las poblaciones por ser un lugar mágico con senderos boscosos llenos de aventuras y peligros.
¡Como si fuera una película del medievo!.
Es así como el sitio se empezó a poblar por devotos ermitaños que consagraban su vida a la oración, época que se extendía la religión de Jesús y la oración a la Trinidad.
En el año 708 el arcángel San Miguel se le manifestó en sueños al obispo de Avranches, Aubert. El arcángel le pidió que le construyeran un templo en su honor.
Esta visión fue motivo suficiente para levantar ese lugar de peregrinación.
Se construyó una abadía que sería hogar de monjes benedictinos y se desarrolló un pueblo dedicado a la comercialización de velas en las faldas del monte.
Con el paso de los años el lugar se convirtió en un punto estratégico militar, en la Guerra de 100 años se consagró como un símbolo de esperanza para los franceses ya que nunca fue tomado por las tropas inglesas.
Otro dato interesante es que este lugar fue prisión en el siglo XIX y se le conoció como la pequeña Bastilla.
En el camino a este sitio, entre las llanuras de Normandía ya se vislumbra la silueta del Mont Saint Michel y su abadía, pararse frente a su imponente construcción en la cima, es un sueño hecho realidad.
Es un paraje muy bello que se encuentra en una isla conectada al continente por medio de una carretera que en otras remotas épocas era cubierta por la marea y esto impedía que llegasen las tropas en caballo.
Atrévete, haz el Tour por el Mont Saint Michel, ciudad del medievo
Aún se conserva esa ciudad medieval y en la cima de la Abadia, un arcángel dorado. Además de un claustro que mezcla estilos arquitectónicos góticos y románticos.
La sensación es de recorrerlo todo, con sus calles en forma de laberinto y sus construcciones antiguas y lúgubres.
Llegar a la cima y sentir el aire, te transporta a la vida de los monjes y sus grandes salones con arcadas en donde se reunían para convivir enclaustrados en un monasterio en medio de la nada.
Lo que fue el poblado, hoy en día es un sendero comercial.
Mientras subes a la cima podrás adentrarte en las tiendas y restaurantes, degustar comida, comprar playeras, imanes, postales, tazas y un sinfín de artículos ideales como souvenirs.
Vale la pena tomarse un día completo y visitar este fantástico lugar.
La UNESCO declaró este sitio como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1979.
Debemos conocer su historia, descubrir los rincones medievales que son motivos suficientes para realizar un viaje a tan alejadas tierras mágicas. Recuerda #NuncaDejesDeViajar.