Establecido desde hace muchos años en Coca, en la provincia española de Segovia, esta impresionante fortaleza, el castillo ícono del arte gótico mudéjar se preserva casi intacto.
Actualmente el castillo, mantiene sus puertas abiertas al público, compartiendo dentro de sus muros piezas históricas, artísticas, religiosas y arquitectónicas referentes a la influencia musulmana en España.
El Castillo de Coca. Foto Joan
El Castillo de Coca
Si eres un viajero apasionado por los monumentos arquitectónicos plagados de historia y arte, este lugar logrará complacerte gratamente por 2.75 euros.
Como parte del estilo arquitectónico representado en cada centímetro de esta obra, podemos apreciar el ladrillo usado no sólo como material para erigir la estructura, sino también como un importante y predominante elemento decorativo.
Déjate maravillar por la belleza que pueden producir cientos de ladrillos, estética y geométricamente colocados en cada rincón de este magnífico monumento arquitectónico.
Flickr Foto: El Castillo de Coca
Magia cada 26 escalones
Uno de los detalles más particulares de este castillo se encuentra en la organización que tienen sus salas en relación con su estructura.
Exactamente cada 26 escalones durante el ascenso por su torre te encontrarás un piso plagado de históricos objetos y salas que conservan originales de aquella época.
Tienda Medieval Foto: El Castillo de Coca
¿A caso tenías duda de lo bien que puede conservarse un castillo que data de 1453? pues este lugar ya te ha respondido.
De la forma que sea, trata de mantenerte atento para poder recibir una visita guiada, seguro que aprecias mucho más todo mientras un experto te cuenta la historia detrás de cada rincón y objeto. No por nada fue declarado Monumento Histórico Nacional desde 1928.
El Castillo de Coca créditos GiPhy
Un recorrido por las alturas
Como parte de la visita al Castillo de Coca, tendrás que subir por su torre y caminar por pasillos a aproximadamente 50 metros de altura. Una vez arriba, que no te pase desapercibido el disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de todo el pueblo de Coca.
Qué mejor remedio para la adrenalina de estar a tanta altura del suelo y qué mejor compensación por subir semejante cantidad de escalones, ¿no?
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