¡Conoce la Ruta de Sor Juana! Sor Juana Inés de la Cruz ha sido sin duda uno de los personajes literarios más importantes del mundo.
Fue una mujer que visitó hermosos lugares desde su niñez y los plasmó en toda su obra como parte de sus vivencias.
Si Sor Juana ha marcado tu amor por las letras, debes saber que también puedes vivir ciertos pasajes de su vida visitando pueblos, haciendas, museos, claustros y palacios; es momento de planear esta ruta por tu cuenta.
Su niñez en el Estado de México
Juana Inés de Asbaje como realmente se llamó, nació en el pequeño poblado de San Miguel Nepantla, Estado de México.
Este pueblito pintoresco se torna verde en época de lluvias y muy colorido cuando aparecen las flores en primavera.
En este lugar puedes visitar el Centro Cultural en donde aún se resguarda una locomotora y sus ferrocarriles, testigos de los inicios de la época del Porfiriato.
Además, a nueve kilómetros al norte, se encuentra el lugar donde Juana fue bautizada, Chimalhuacán de Ozumba. De este poblado sobresale una Parroquia que con el tiempo se convirtió en un convento.
Ozumba parte de la Ruta de Sor Juana
En su interior podrás admirar los retablos bañados en láminas de oro y pinturas del siglo XVII. Aquí encontrarás un testigo: la placa hecha de Talavera con la inscripción del bautizo de Sor Juana.
Así mismo, en su niñez Juana vivió en el poblado de Tepetlixpa. Ahí aprendió a leer y a recitar sus primeras loas.
En este lugar podrás visitar la Casa y Museo de Sor Juana Inés de la Cruz. Son poco los vestigios de las paredes que sostenían el pequeño hogar de la musa.
El resto de la construcción está dedicado al museo, ahí podrás apreciar parte del legado que ha dejado a la humanidad y un busto en su honor.
Debes saber que, Juana se mudó con su abuelo a vivir en lo que hoy conocemos como la Hacienda de Panoaya, una bella construcción custodiada por los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
Con una encantadora arquitectura, el casco de la hacienda se encuentra pintado de un intenso color rojo.
Así mismo, la extensa área llena de árboles frondosos y un encantador laberinto de plantas en el jardín, harán que no quieras irte jamás de ahí.
Pide una visita guiada en Panoaya
Recorre sus pasillos, salas y cocina en donde hay muchos testigos gráficos y visuales de Sor Juana.
No te pierdas tomar una visita guiada para captar la esencia de la niña quien después se convirtió en la poetiza más importante de México.
Su vida dedicada a las letras
Cuando Sor Juana llegó a la capital de la Nueva España (hoy CDMX) se interesó por las letras y logró ingresar a la corte en el Palacio Virreinal.
Edificio que hoy en día es parte del Palacio Nacional, uno de los edificios más emblemáticos de México hasta la fecha.
Asistió al Antiguo Palacio de Moctezuma (hoy Museo de las Culturas del Mundo). Ahí Sor Juana destacó por realizar obras, dramaturgias, recitales e interpretaciones que fueron la atracción de los intelectuales de la época.
La ruta de Sor Juana: Vida conventual
Justo en frente se ubica el Antiguo Palacio del Arzobispado, donde ella comenzó su vida conventual (en esa época las mujeres tenían prohibido el acceso a este palacio).
La inteligencia de Sor Juana fue respaldada por la corte y se le permitió intervenir en las lecciones católicas.
En este lugar podrás encontrar algunas pinturas de esa época y si tienes suerte podrás asistir a las obras y poesías caracterizadas de Sor Juana que se llevan a cabo entre sus patios.
Justo detrás de este edificio, se ubica el Ex-Convento de Santa Teresa, es justo ahí donde por primera vez Sor Juana se enclaustra y sus estudios los realiza entre celdas y capillas. Debido a la presión y vida conventual, decide regresar a la corte.
Aquí no te puedes perder el corte barroco del edificio, sus puertas gemelas (característica de los templos de monjas) y su encantadora cúpula llena de elementos celestiales.
Debes saber que este lugar hoy es un laboratorio de arte llamado Ex Teresa Arte Actual y se ubica en la Calle Primo de Verdad.
Su vida: escribir
De adulta Sor Juana Inés de la Cruz ingresa al Convento de San Jerónimo, un edificio majestuoso en donde cada monja tenía una celda para poder realizar sus oraciones y actividades conventuales.
También, ahí Sor Juana escribe la mayoría de sus obras; sí entre la cocina, salas de música y capillas.
Universidad en su honor
Por mucho tiempo este convento quedó en el abandono, pero es restaurado en el siglo XX y se convierte en la Universidad del Claustro de Sor Juana, sitio que rinde honor a la musa.
Bustos, estatuas, cuadros, frases y placas que identifican la celda donde vivió y murió Sor Juana.
Los vestigios te roban el aliento, podrás ver la “lujosa” vida de las monjas, sus tinas de baño, la cocina y los pasillos donde las enclaustradas solían caminar.
La Universidad del Claustro de Sor Juana se puede visitar en cualquier momento para apreciar la tumba y el féretro donde los restos de la mujer más estudiada de la Nueva España reposan junto a su rosario.
Hasta siempre Sor Juana
La vida de la décima musa terminó, pero su gran legado nunca morirá mientras conozcamos sus pasos, su pensamiento y su obra.
Recorrer los lugares donde ella estuvo, es hacer un reconocimiento a la mujer que vino a cambiar la imagen del sexo femenino en los tempranos años del virreinato.
Otros curiosos lugares a visitar:
Calles y avenidas que llevan su nombre. En Ciudad Nezahualcóyotl, se instaló un monumento de su figura.
En la calle Donceles, atrás del Templo Mayor, se encuentra la cafetería Sor Juana y enfrente una librería donde alumnos de Diego Rivera realizaron un asombroso mural con la imagen de la musa.
Así mismo, en las salas del Castillo de Chapultepec se exhibe el retrato de Sor Juana que hizo el famoso Miguel Cabrera en 1750. En la UNAM se ubica el Foro Sor Juana que promueve el teatro a la comunidad universitaria.
El billete mexicano de $200 pesos se engalana con la imagen de Juana de Asbaje (de las pocas mujeres que aparecen en el papel moneda de los países del mundo).
Para recordar aquel verso que dice “Hombres necios que acuséis a la mujer sin razón…” Y recuerda, #NuncaDejesDeViajar