Chott el Djerid, parecería sacado del cuento “Las mil y una noches”. Sin embargo, este lago de agua salada es tan real como cualquier otro y se encuentra en medio del desierto del Sáhara.
Localizado al norte de África, en la carretera de Tozeur hacia Dauz. Este lugar puede integrarse al itinerario de aventuras al visitar Túnez. Algo importante que mencionar es que durante la estancia en este lugar se debe contemplar la hora y la temporada del año.
Ya que las condiciones dotan de distintas y asombrosas vistas a este paisaje desértico y del espejismo real.
Paisajes de arena en Chott el Djerid
Así, durante el verano el lago va a estar seco y se aprecia la Fata Morgana, una ilusión óptica por las alteraciones de la temperatura creando la ilusión de lagos de agua.
En esta época se puede cruzar ya sea en auto o pie; sin embargo, se debe estimas que a pie puede ser peligroso ya que la superficie de sal se puede romperse, pero esto no es un impedimento si lo que se busca es emoción y adrenalina.
Por otro lado, durante el invierno el lago estará lleno de agua en el caso de que haya habido una buena temporada de lluvias. Además, dependiendo la hora y la posición del sol, así como su reflejo en los cristales salinos, hace que cambie de color.
Por lo que puede verse de tonos verdes, rosas, blancos o azules, además de poder contemplar una especie de pequeñas montañas de sal rodean todo el lugar.
Con un amanecer inigualable, esta zona desértica se ha encargado de generar las mejores vista en la vida de los viajeros que han presenciado este espectáculo natural.
Aunado a esto, algunos automóviles y canoas abandonadas harán de la panorámica un espectáculo visual increíble.
Un panorama de película
Además, para los amantes del Universo de Stars Wars, encontrarán familiares estas dunas y los paisajes repletos de arena.
Ya que este lugar icónico fue parte de las locaciones para filmar algunas escenas de la saga, al grado de que aún se conservan las estructuras y la casa donde viviera Luke Skywalker.
Sin importar la temporada en que se viaje a este enigmático lugar. La paz estará presente y con ello la oportunidad de relajarse en medio del silencio que sólo es interrumpido por el viento. Y el espejismo real.
Este lugar sin duda se queda grabado en los recuerdos de quienes lo vistan. Pero si aún quedan las ganas de llevar consigo un pedacito de Chott el Djerid. En las tiendas a la orilla de la carretera se encuentran piedras rosas del desierto, de este árido pero asombroso destino.