A la orilla del Río Tíber en Roma se encuentra uno los tesoros arquitectónicos más reconocidos a nivel mundial, Castillo Sant Angelo en Roma.
Su apasionante historia se percibe en las paredes como arrugas en la piel y su presente brilla en la sonrisa de sus asombrados visitantes.
Castillo Sant Angelo en Roma
El Castillo de Sant’Angelo es ese edificio circular que observamos a lo lejos cuando salimos de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Su inconfundible figura atrae a los visitantes quienes en seguida se acercan para apreciarlo.
Este edificio se asemeja al Taj Mahal de la India, pues ambos fueron construidos para ser mausoleos, con la única variante de que el castillo servía para descanso del emperador, y no para el de su amada.
¿Preparar tu tumba para el resto de la eternidad?
Creo que pocas personas lo hacen, pero al tratarse de un emperador podemos entender como su ego es tan enorme que no descansará ni aún después de su muerte.
La construcción empezó en el año 135 de nuestra era y fue terminada en el 139. Por desgracia, poco tiempo después, el castillo cayó en manos de militares, quienes lo convirtieron en una base estratégica de defensa.
El Castillo de Sant’Angelo nos hace imaginar a hombres y mujeres caminar con sus túnicas, luchando a muerte o disfrutando de grandes bacanales, también nos da esa sensación de mirar a un pasado compartido.
Castillo Sant Angelo en Roma
Como si se tratara de una joya que pasa de un familiar a otro, las habitaciones del castillo fueron ocupadas por emperadores y papas, quienes les imponían su estilo y personalidad.
De esa forma es muy fácil ver grandes cambios en el diseño de un salón a otro, mutaciones que parecen afectar sus habitaciones subterráneas, balcones, escaleras y patios.
Caminar por ahí resulta escalofriante y aunque es muy bello, el ambiente se siente algo pesado, como producto de tantos años de energías acumuladas.
¿Puedo visitar el Castillo Sant Angelo?
Al día de hoy funciona como museo con una amplia colección de pintura, escultura y cerámica renacentista, cuenta con cinco niveles.
En el primero encontramos el Salón de las Urnas, hogar de los nichos donde descansa el emperador y su familia. Es un espacio lúgubre que inspira mucho respeto y en mi caso cierto pavor.
En el segundo nivel nos encontramos con la Habitación de Apolo, una exquisita representación de frescos y muebles renacentistas, testigos de la suntuosidad con la que el clero suele rodearse.
No pares de subir
La subida se va poniendo pesada y es que a través de sus estrechas escaleras, túneles y rampas vamos perdiendo el aliento, pero nunca las ganas de seguir descubriendo.
En el tercer nivel nos recibirá la Habitación de Paulino, una bóveda gigantesca pintada con frescos que buscan ensalzar las cualidades del Papa III.
Todo el esfuerzo valió la pena
Al ver estos salones uno se puede dar cuenta con facilidad el porqué eran el lugar de descanso favorito de los papas antes de que la Basílica de San Pedro fuera terminada.
El cuarto nivel se encontraba una Sala de Justicia y Urnas donde rendían cuentas fiscales y se almacenaban los archivos de la iglesia. Aquí te dejamos unos datos curiosos de vaticano que seguro no sabías
En el último nivel podemos disfrutar de una gran vista de Roma, a lo lejos se alcanza a ver la Basílica de San Pedro. El Museo Vaticano con su Capilla Sixtina y el puente que lleva el mismo nombre que el castillo.
Origen de su nombre
Cabe destacar que Sant’Angelo no siempre se llamó así, se le dió este nombre cuando ciertas plagas acechaban Roma y el pueblo desesperado, elevó su oración a Dios.
Quien mandó a “El Arcángel Miguel”, el cual se colocó sobre el castillo y con su poderosa espada detuvo la enfermedad, salvando con ello a miles de personas.
Unido al Vaticano
El Castillo de Sant’Angelo está unido al Vaticano por un corredor elevado que sería utilizado en caso de que el papa necesitara salir huyendo despavorido, nombrado “Passetto”.
Asemeja un acueducto que aparece en filmaciones como “Ángeles y Demonios” de Tom Hanks, basada en la Novela de Dan Brown.
Horarios del museo
El museo abre de lunes a viernes de 9:00am a 6:00pm y los sábados de 9:00 a 13:00hrs. Te recomiendo visitar primero el castillo de Sant’Angelo antes de pasar por el Museo del Vaticano.
El Museo es más concurrido por las mañanas y por las tardes se encuentra más despejado. Lánzate a una experiencia diferente y llena de cultura.
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