¿Te has preguntado donde se encuentra la casa más antigua de la CDMX? La respuesta es simple y en El Souvenir te lo diremos.
Además conocerás a singulares personajes atípicos conviviendo en un solo sitio: la calle de Manzanares ¡Todo forma la esencia de la capital!
La ciudad surrealista
Ya lo dijo Dalí, solo México es más surrealista que sus cuadros, y es justo en el Centro Histórico donde pasa todo esto.
Es exactamente en la calle Manzanares, que toma su nombre de los árboles que en algún momento se encontraban aquí.
Anterior a esto la calle era una vía que derivaba en el canal de Roldán, principal conexión entre Xochimilco y la antigua Tenochtitlán para el aprovisionamiento de flores, vegetales y frutas.
La Merced es el barrio con más monumentos históricos de la CDMX.
Por lo que ver colores, percibir aromas y encontrar habitantes de todos lados sigue siendo parte de la esencia del barrio de la Merced.
Una casa de casi 5 siglos ¡La más antigua de la CDMX!
En el número 25 de esta calle se sitúa la única casa que ha sobrevivido más de 400 años, hoy es el Centro Cultural Manzanares.
Hoy, el espacio está abierto al público para recibir a niños en sus diferentes talleres y a visitantes, los cuales buscan conocer este vestigio identificado con una placa conmemorativa.
La casa más antigua de la CDMX se ubica en el barrio de la Merced donde a unos pasos podrás apreciar una capilla de la época de Hernán Cortés.
Se dice que la casa más antigua de la CDMX perteneció a un indígena comerciante de la época y el único cuarto que muestra piedra volcánica, argamasa y restos de piedras de río es el que se encuentra al fondo del centro cultural.
Centro Cultural de Manzanares
En su interior es donde puedes identificar la arquitectura prehispánica que funcionaba a inicios del siglo XVI.
Cuenta en total con 12 habitaciones, donde hoy se brindan talleres de cocina, pintura y música.
Se pretende tener un museo de sitio, además de que cuenta con una Ludoteca interesantísima.
Otro punto interesante son los 4 lavaderos al centro que continúan con su diseño original, marcado por la pila del agua al centro.
La realidad de un barrio
Al salir de la casa más antigua de la CDMX, no pierdas de vista el 2º callejón de Manzanares.
Se menciona que aquí estaba “La Pasarela” zona de prostitución en el siglo XX.
En esta acera que tiene trazo de canaleta pues aún hay vecindades con situaciones un poco precaria, es muy común ver a niños con juguetes tradicionales comprados en locales del barrio.
Una capilla sobreviviente
Hacia la esquina con Circunvalación verás la Capilla del Señor de la Humildad, la única (ermita) sobreviviente de las 7 que mandó a construir Hernán Cortés para dibujar las fronteras de la ciudad en aquella época y protegerla de cualquier insulso demonio (creencias de antaño).
Su arquitectura llama la atención por las torres y la cúpula, haciéndola parecer una iglesia (la más pequeña de la CDMX).
Su portada con una cruz labrada en motivos vegetales y un par de ángeles custodiando ¡Son perfectos!
En su interior el retablo es digno de fotografía con su Cristo y dos santos a los lados, tiene también una decoración con talavera y solo 6 bancas para a lo mucho 12 feligreses.
Está bellamente cuidada por un par de monjas de la orden Carmelita que lustran y hacen relucir este sitio.
Las otras sorpresas de Manzanares
Si caminas hacia la calle Roldán podrás apreciar casas coloniales con ventanales, sitios donde actualmente hay negocios de artesanías, belleza y venta de niños dios, tantas cosas en un sólo sitio.
El nicho que está en la esquina fue hecho de piedra, donde un santo con su solideo vigila y sigue de pie a pesar de los sismos y el tiempo.
Esto significa que en algún momento esta casa fue propiedad de una familia adinerada que se permitía estos lujos cristianos, no como la casa más antigua de la CDMX que dejamos atrás mientras caminamos por la histórica Manzanares.
Un contraste que enamora
Pará terminar el recorrido por la calle de Manzanares, al cruzar el eje 1 circunvalación hay algunos negocios de herbolaria donde encontrar remedios para la salud y el mal de amores hace que sea una visita obligada para viajeros esotéricos.
Realmente encontrar a personas trabajadoras en los alrededores es algo increíble de la historia mexicana.
Aquí, los mercados y los colores hacen un mosaico de contrastes en el que niños juegan y aprenden en un centro cultural a ser parte de una historia que ya fue escrita al restaurar la casa más antigua de la CDMX: Manzanares 25.
Conócela y recuerda ¡Nunca dejes de viajar!