Fin de semana en Atlixco Puebla: Cada uno de los Pueblos Mágicos tiene un encanto propio. En unos destaca la cultura, la gastronomía, la historia o los paisajes naturales.
Algunos otros son fascinantes por su arquitectura, la artesania o por estar cerca de un sitio prehispánico.
Fin de semana en Atlixco Puebla
En Puebla, hay pueblitos famosos y encantadores, pero el más colorido es sin duda Atlixco, un pueblo mágico que te voy a presentar.
Para empezar, debes saber que Atlixco tiene una temperatura muy agradable casi todo el año, las flores siempre están coloridas, el sol brilla y siempre verás un verdor sus árboles.
Cuando llegues debes caminarlo poco a poco para conocer los rincones más secretos y entender el por qué sus habitantes están felices.
Si vas en plan de pasar un fin de semana o por una temporada corta, es ideal establecerte muy cerca del Centro Histórico, ya que es una zona que lo tiene todo.
Calles llenas de colores
Las calles son angostas y limpias, parece una regla general mantenerlas impecables; realmente te asombras de caminar en un sitio tan hermoso y tan bien cuidado.
Las casas tienen toques coloniales y ventanales con rejillas, ahí se asoman las flores como margaritas, rosas, hortencias y malvones que viven permanente en las macetas.
Lo ideal para abrir apetito es llegar a temprana hora al Mercado de Cecina y Barbacoa para disfrutar de un exquisito consomé acompañado de unos ricos tacos de carne enchilada o asada.
Quizá un café y un pan de nopal son el complemento ideal para un almuerzo lleno de energía, pues la necesitarás para recorrer los atractivos del pueblo.
Una vez libre de antojos, debes ir a la plaza principal del Zócalo, ahí podrás ver bancas decoradas con mosaicos y un coqueto kiosco que hoy en día tiene una cafetería en su interior.
Detente a disfrutar la frescura del lugar en la sombra de los árboles o si lo prefieres entra a conocer la Parroquia de la Natividad.
Si prestas atención a los anuncios informativos que hay por doquier podrás conocer un poco la historia del pueblo y de los edificios que rodean la Plaza de Armas.
Los detalles del siglo XVII enmarcan una época llena de lujo, fastuosidad y riquezas de un pueblo que conectaba a la Ciudad de México con la de Puebla.
Deliciosos alimentos de la zona
Es momento de un aperitivo, en los portales de la plaza, bajo la Antigua Alquería encontrarás deliciosas nieves de Mezcal con chapulín, pitaya.
Probarás sabores tan exóticos que te van a sorprender y también a refrescarte del sol de mediodía.
Puedes seguir caminando hacia la calle Hidalgo, una parte de ella es peatonal para que descubras su encanto, poco a poco verás majestuosos edificios novohispanos.
Algunos de estos pequeños palacetes están acondicionados como establecimientos de arte, cafeterías y tiendas que debes aprovechar para entrar a ver.
A esta calle peculiarmente se le conoce como “La Calle de las Flores” dado que ambas banquetas tienen maceteros y algunos ramales que forman estructuras de madera con flores.
Justo en el cruce con la calle 16 de Septiembre un pequeña plazuela aparece y frente está la estatua del cura Miguel Hidalgo.
Si tomas esa calle, podrás ver la Banca del Amor y unas pequeñas carretillas con nombres curiosos. Sigue derecho y estarás frente al Cerro de San Miguel.
Conoce las parroquias del pueblo
Y ya que estás inmerso en el pueblo, debes hacer una parada en la Parroquia de Santa María la Asunción y el Ex convento de San Francisco. Ahí te reciben unos arcos.
Este edificio religioso y antiguo guarda muchos secretos con una fachada desgastada que le da un encanto sublime, su estilo va del mudéjar al barroco.
Después de tomar algunas fotografías, debes subir a la Ermita de San Miguel Arcángel en plena cima del cerro, cabe mencionar que esta pequeña iglesia sólo abre en la fiesta patronal.
Pero la idea es que desde ahí puedas apreciar la vista panorámica del pueblo y de los volcanes.
Lo ideal es pasar un buen rato mientras el sol se despide con esos tonos cálidos y románticos de postal.
La temperatura baja poco a poco debido a la brisa de las montañas y el día finaliza con más sorpresas.
La iluminación de las calles, la gente llegando a los restaurantes, se respira un aire campirano y los vendedores de café, hot cakes y pan de pueblo entran en acción.
Si te aguardas en alguno de sus hotelitos, al siguiente día después del desayuno, puedes visitar el Centro Cultural el Carmen o el Antiguo Hospital Municipal.
Como toda villa de Puebla las iglesias están por todos lados y Atlixco no es la excepción, te invito a descubrirlas.
Ahora que si el calor te pone ansioso, ¿Qué te parece un chapuzón en las albercas del Centro Vacacional Metepec? Saca tu traje de baño y lánzate al agua entre árboles.
Una vez que dejes Atlixco, te recomendamos ampliamente visitar los viveros de la Calle 20. Una extensa avenida llena de plantas de ornato, flores y plantas para tu jardín.
Atlixco sin dudas, es uno de los Pueblos Mágicos más hermosos de Puebla y quizá de todo México.
No se trata de quedes con el antojo, mejor visítalo y quédate con lo mas bello recuerdo de haber conocido el pueblo rodeado de flores y volcanes. #NuncaDejesDeViajar.