Yucatán tiene una planicie bondadosa, en donde el verde de la selva y el azul del cielo dominan el panorama. Ahí en sus tierras blancas se ubica una ciudad antigua, apacible, mágica y amarilla; Izamal Pueblo Mágico, es un sueño cultural que te atrapa desde tu primera visita.
Caminarla es ir descubriendo poco a poco el porqué las personas se quedan cautivadas de sus calles empedradas y sus casas todas pintadas de amarillo.
Amor a primera vista
Es el primer Pueblo Mágico de Yucatán que se presume uno de los más auténticos y que te atrapa como si fuera amor a primera vista.
Rica en sitios arqueológicos, monumentos coloniales, arte popular, comunidades indígenas y ecoturismo, es difícil saber cuál de todos estos atractivos tiene más peso y cuál es el motivo principal de los viajeros.
Decidí experimentar en carne propia el porqué Izamal cuenta con tan buena reputación. ¿Será por su seguridad? ¿su tranquilidad? o ¿Su color oro que resalta cuando cae la tarde y el sol la hace aún más romántica?
Cualquier motivo de esos es valido, así que me fui dejando llevar por los lugareños quienes me hablaron orgullosos de su villa.
Izamal Pueblo Mágico, rocío por la mañana
Lo primero que me enteré es que su nombre significa “rocío del cielo”, lo cual se me hizo muy atinado porque por las mañanas las calles están frescas y húmedas.
Así las personas comienzan su día muy temprano para que el sol, que a veces es un poco castigador, no interfiera a medio día, obligándome a refugiar bajo un árbol frondoso de la plaza.
Así que por ahí comencé mi recorrido, en la Plaza Principal, enseguida no pude hacer caso omiso a la magna obra y belleza del Ex Convento de San Antonio de Padua del siglo XVI.
Una obra monumental
Su atrio delimitado de 75 arcos (los conté todos) que forman una muralla encantadora (como si fueran el marco perfecto de cualquier aficionado a la fotografía).
La obra es monumental, imagina que el atrio es tan solo de 8,000m cuadrados.
Yo no lo sabía pero ahí me enteré que el ex convento está construido sobre la pirámide de Ppap Hol Chack, y sólo se puede acceder a su atrio gracias a tres rampas, que se encuentran hacia el norte, sur y oeste.
Viaje al pasado prehispánico y colonial
Experimenté colocarme en medio del recinto y tuve una experiencia única: cuando voltee a mi alrededor, no pude observar ningún objeto que me trajera de nuevo a la época actual.
Era un viaje al pasado que me hizo sentir un lugareño del pueblo quien quizá en otra época caminó rumbo a misa o a confesarse con algún padre.
Enseguida me dirigí al fondo del atrio, ahí se encuentra la iglesia principal del ex convento, es el santuario de la Virgen de Izamal.
Una iglesia espectacular
En esta iglesia se pueden disfrutar del eclecticismo mexicano a su más pura expresión, un viaje por el gusto neogótico hasta el morisco.
Me imagino a los antiguos yucatecos con su vestimenta blanca trayendo flores a la virgen.
Me dejé llevar por la arquitectura, las piezas guardadas, la talla en madera y por supuesto, la hermosa virgen y el momento cuando el Papa Juan Pablo II celebró un encuentro con las etnias del Centro y Sur de América.
Arte mexicano en Izamal Pueblo Mágico
Todavía estaba inmerso en la platica con el guía, que teníamos poco tiempo en seguir nuestro recorrido.
Así que decidimos regresar a la Plaza 5 de Mayo para continuar con la historia, los datos curiosos del lugar, y por supuesto las leyendas tradicionales del pueblo.
Cada historia le pone sabor a la platica y la verdad es que siempre te quedan las ganas de querer escuchar más.
Las artesanías: Hamanas Yucatecas
Aprovechamos el tiempo en conocer los talleres y tiendas de artesanías locales en donde los trabajos de joyería y talabartería son muy característicos del lugar.
Lo que definitivamente se lleva la medalla de oro entre las artesanías locales, son las hamacas yucatecas tejidas de fibra de henequén. Así que con todo y mis compras de souvenirs, me decidí por llevar una.
Izamal Pueblo Mágico venera al sol en Kinich-kakmó
No podía faltar conocer las raíces del lugar, lo que hizo que los colonizadores y frailes quedaran cautivos, entonces me dirigí a conocer la pirámide de Kinich-Kakmó, dedicada a celebrar el culto al sol.
Se trata de un vestigio arqueológico que funcionó como lugar de ofrendas al astro rey.
Este templo fue la edificación maya más alta de todo Yucatán y la tercera pirámide con más volumen en México, claro, después de la de Cholula en Puebla y de la del Sol en Teotihuacán.
Ambos templos se ubican en el centro de México y que orgullosamente ya las tengo palomeadas en mi lista de visitas.
Una vista perfecta
Pero esta construcción es especial, quizá porque brinda una panorámica sin igual de los alrededores de Izamal.
El templo se encuentra cubierto en parte por la tierra y por la vegetación del lugar lo que la hace más auténtica.
Anteriormente esta pirámide o templo -como las otras de la región- se encontraba totalmente cubierta por vegetación.
Por la razón anterior, otro de los sobrenombres de Izamal es el de La Ciudad de los Cerros, haciendo referencia a estos templos mayas cubiertos por la selva baja local.
Paseo amarillo colonial
Otro encanto con el cual Izamal me conquistó fueron sus calles coloniales, en donde los edificios amarillos con retoques de blanco, parecen ser una fila de pasteles con merengue bien elaborados.
Algo característico del Pueblo Mágico es que las instalaciones eléctricas en su mayoría se encuentran ocultas.
Por las noches los faroles de las calles guardan un estilo de principios de siglo XX y le dan un ambiente único a esta población.
Así que lo recomendable es quedarse a dormir en alguno de sus hotelitos (como el Hotel Hacienda), y dejarse llevar por las leyendas, su comida, la vida relajada de los izamaleños y su ambiente nocturno color sepia.
Un viaje al antiguo México
Es mas, este escenario me llevó a otra época en donde se usaban sombreros de copa y las damas estilaban vestidos ampones.
Al Pueblo Mágico de Izamal lo guardo en un lugar especial de los recuerdos que no se olvidan porque representan un viaje al México antiguo que se extraña cuando aún existía el amor a primera vista.
Mérida: tour por ciudad Izamal con paseo en carruaje
Y si ya andas por Yucatán o estás planeando una visita, te recomendamos el siguiente tour que estamos seguros que te encantará.
Es mas, se trata de una experiencia con una duración de 7 horas que incluye transportación desde el punto de encuentro en Mérida y guías bilingües.
¿Qué vas a hacer?
- Recorre la hermosa ciudad colonial de Izamal a bordo de un carruaje tirado por caballos.
- Conoce un convento del siglo XVI.
- Disfruta de la vista desde la cima de las pirámides Kinich Kakmó y El Conejo
Por ello, ¿Que esperas para conocer este fantástico lugar? Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar