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Dunas de arena en Oregón ¡siente la adrenalina!

Portada.Dunas de arena en Oregon.Foto.Art Tower

Portada. Dunas de arena en Oregon. Foto: Art Tower

Si eres un amante de las emociones fuertes, entonces te estás perdiendo de una de las experiencias más liberadoras de adrenalina: Las dunas de arena en Oregón.

¡Qué maravilla dejarte llevar por la velocidad del viento y del motor de un ATV!

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Dunas de arena en Oregón, son hermosas

Recientemente hicimos un route trip por la costa de Estados Unidos; y ahí en medio de la carretera 101 se ubica un lugar boscoso en donde se respira el aroma de los pinos y los aspen.

Ahí existe un sendero serpenteante entre el bosque que te lleva a un lugar que no te puedes imaginar: las dunas de arena, un espacio insólito y desolado como si se tratara del desierto muy alejado.

Enormes olas color beige te quitan el aliento al verlas por primera vez y quizá te deslumbren cuando te encuentras en medio de esta enorme alfombra granulada.

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Mas de 100 años

Pero, esta maravilla natural de Dunas de arena en Oregón se ha ido formando al paso de cientos de años con la arena del mar Pacífico y las fuertes corrientes del viento,

Las cuales comenzaron a construir paredes sigilosas entre el bosque hasta lograr una reserva de cientos de hectáreas de fina arena.

Un ecosistema que no tendría por qué estar ahí, pero los milagros existen y éste es un sueño del que no quisieras despertar; para hacerlo debes acudir mientras realizas deportes extremos como: sandboard, motocross y ATV´s.

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Explorar las Dunas de Arena en Oregón

En el número 83960 de la 101 (ubícalo así en el GPS), se ubica San Dunes Frontier, un pequeño local parecido a un garaje en medio de la naturaleza y un pequeño jardín de dalias.

Cuando nos estacionamos, nos registramos enseguida y vimos cuando una familia llegaba del tour de las dunas de arena, no podíamos creer su cara de extasiados.

Las dalias nos recibían. Foto: Archivo.

Estaban aún agitados, despeinados, pero felices; sobre todo una señora cuyo peso era arriba de lo normal y le costó mucho trabajo salir del vehículo ATV.

Una experiencia inigualable

Su risa y su cansancio le ganaban mientras todos unos uníamos a las carcajadas. Estos aventureros solo nos decían, ¡lo van a disfrutar mucho! Subieron a su auto y de la nada se perdieron entre la carretera.

Una gran aventura nos espera. Foto: Archivo.

En ese momento entendí que en estas aventuras solo hay que dejarse llevar, por supuesto nosotros no manejaríamos el vehículo, cosa que me tranquilizó un poco.

Por eso, lo haría por nosotros un experto en carreras motocross quien estaba listo para su siguiente aventura, ¡Qué maravilla conocer a alguien quien trabaja en lo que le gusta: la velocidad!

Tim al mando. Foto: Archivo.

¡Qué comience la aventura!

Después de presentarse, Tim nos observó y seguramente pensó, “a estos les gusta la adrenalina” lo cual era cierto, incluso ¡parecía más emocionado que nosotros!

Por un momento creí ver en sus ojos dos espirales que giraban en sentido contrario por el entusiasmo con el que nos veía, ¡eso es sin duda es pasión!

Aquí viene lo bueno. Foto: Archivo.

¿Que paso después?

Enseguida nos pusimos nuestro equipo de seguridad en las Dunas de arena en Oregón: casco y guantes para estar bien amachinados a los tubos del vehículo que, por cierto, lucía como todo un profesional de las carreras.

El cinturón de seguridad era todo un chaleco, era lógico que podríamos volar, entonces ahí es cuando pensé ¡Esto se va a descontrolar! Después de algunas recomendaciones estábamos listos para la aventura.

Todo listo. Foto: Archivo.

No hay marcha atrás

Y fue ese minuto en que todo pasa por tu mente, ¿estaremos realmente seguros? ¿hay posibilidad de volcarse? ¿hice mi testamento? ¡por qué no revisé Trip Advisor! Estaba pasando realmente.

El vehículo serpenteaba entre los senderos de los bosques a una velocidad moderada. Poco a poco la vegetación iba cambiando, ahora eran matorrales de manglar, significaba que estábamos cerca del mar.

De pronto, Tim nos dijo “prepara tu cámara” y fue así que salió a la primera loma y… ¡Wooow! Ahí estaban, esas dunas maravillosas de las que tanto habíamos escuchado, ninguna foto les hacía justicia…

¡Empezamos!. Foto: Archivo.

Velocidad al máximo en las dunas de arena en Oregón

Nos dejamos llevar por la chancla de Tim, bueno en realidad eran tenis, pero es una manera de recordar un vehículo descubierto como el de los Picapiedra. Estábamos en caída libre en nuestra primera duna.

Los gritos no se hicieron esperar, una velocidad y poco de acelerador nos llevaron a romper la barrera del sonido, bueno quizá exagero,

Pero era sentir la montaña rusa al máximo, una bajada llevaba a una subida y todo se convertía en una constante en las Dunas de arena en Oregón.

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Las dunas eran nuestras

Veíamos a lo lejos, dunas de arena en Oregón más altas y se convertían en nuevos retos, era como si se fueran a ir, y había que perseguirlas, seducirlas, eran nuestras.

Tres locos llenos de terror y adrenalina al mismo tiempo, no queríamos que terminara el momento.

Pero eso no era todo, nuestros gritos alentaban a Tim a seguir las dunas más extremas, las más altas, pero también aquellas que tuvieran curvas.

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Las curvas en la arena

Sí, las curvas quizá eran las mejores porque el ATV se amarraba a sus paredes ¡la rapidez era más hábil que la gravedad! No había tiempo de volcarse, ni en sueño podría imaginar que eso pasara.

La mezcla de brincos, carcajadas y gritos era inevitable, estábamos con la adrenalina hasta el tope, agarrados de los tubos con las ventosas de nuestros dedos en lugar de huellas.

Y fue en ese momento que entendí el por qué no puedes llevar nada en las manos en las Dunas de arena en Oregón.

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Una vista increíble

La primera parada encima de una duna como de 20 metros de altura nos daba un momento de respirar y contemplar un bello escenario de dunas que duraría unos 5 minutos mientras Tim nos daba una explicación.

Pero, había que aprovechar el tiempo y pronto nos subimos de vuelta a nuestro ATV para seguir con la gran aventura por las Dunas de arena en Oregón.

Continuemos con la aventura. Foto: Archivo.

El mar a bordo de un ATV

Cuando pensábamos que habíamos visto todo, salimos a flote a un escenario fascinante, era el mar, calmado y sin horizonte, ¡Qué belleza de lugar en las Dunas de arena en Oregón

Nos recibía una playa virgen en donde las gaviotas en lugar de volar caminaban a toda velocidad en el espejo que se forma antes de que llegue una nueva ola.

La playa. Foto: Archivo.

La segunda parada en las Dunas de arena en Oregón

Y fue allí donde hicimos la segunda parada bajamos para apreciar el lugar y después de unas cuantas fotos y la charla, nos tocaba disfrutar de la velocidad en la playa firme.

Estábamos en la playa, corriendo a toda velocidad, aunque sin dunas, igual se sentía la emoción y la felicidad de estar ahí viviendo la experiencia.

Playa de Oregón. Foto: Archivo.

Una gran sensación

¡Qué felicidad sentir la brisa rosar en la cara mientras acelerábamos sin control! Y como no celebrar, estábamos ante un paisaje irrepetible y sin duda el mar era nuestra recompensa después de toda esa adrenalina.

Después de este momento regresamos a las dunas, eran nuestras lo habíamos conseguido, nos habíamos convertido en hombres de arena. A lo lejos se podían ver otros aficionados al sandboard y al motocross.

Un recuerdo de esta gran aventura. Foto: Archivo.

Quiero ser piloto gracias a las dunas de arena en Oregon

Debo confesar que para ser un corredor de ATV necesitaría ser muy arriesgado, pero al experimentar la velocidad en esas sábanas gigantes, podría convertirme en uno de ellos, sin duda alguna, es un vicio.

Nuestro viaje llegó a su fin cuando Tim bajó la velocidad y se adentró nuevamente en la naturaleza y tomo el sendero entre los árboles.

Dunas de arena en Oregón. Foto: Archivo.

Sin duda un día sin igual

Llegamos exhaustos, roncos, despeinados, pero eso sí, con una sonrisa que no se me ha quitado en semanas. Me encantó visitar el estado de Oregón.

Si quieres vivir esta experiencia contacta a Sand Dunes Frontier el cual se ubica a 16 millas al norte de Reedsport o 4 millas al sur de Florence, junto al Honeyman State Park.

Atrévete a vivir algo diferente y recuerda #NuncaDejesDeViajar.

Dunas de arena en Oregón
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