Santo Domingo es un encanto total, no solo por sus playas y esa onda tan alegre que tiene, sino también por la Zona Colonial que es una joya histórica. Es el primer lugar donde llegaron los europeos en América y desde 1990 la UNESCO dijo que es Patrimonio de la Humanidad.
Caminar por esas callecitas de piedra es como viajar en una máquina del tiempo a los días de los conquistadores. Cada rincón te cuenta un cuento de lo que pasó hace cinco siglos.
Imagínate aterrizar en Santo Domingo, con el bolsillo contento porque encontraste esos vuelos baratos que son como un tesoro escondido. Y es que llegar a esta ciudad no tiene que ser un lujo, sino una aventura accesible.
Zona Colonial de Santo Domingo
La Zona Colonial se presenta como un museo viviente bajo el cielo abierto, mostrando la arquitectura colonial en su máxima expresión. Las calles adoquinadas, las viviendas de tonos vivos, las iglesias imponentes y las fortalezas robustas crean un paisaje urbano singular que lleva a los visitantes a tiempos pasados.
Entre sus tesoros arquitectónicos resaltan:
La Catedral Primada de América: Construida de 1521 a 1546, es la catedral más antigua de América. Con su grandioso estilo gótico isabelino, bóvedas de crucería y un altar dorado, es una joya de la arquitectura colonial.
El Alcázar de Colón: Hogar del hijo de Cristóbal Colón, este palacio del siglo XVI sobresale por su fusión de estilos gótico, renacentista y mudéjar. Hoy día, es sede del Museo de las Casas Reales, con exhibiciones de artefactos y reliquias coloniales.
El Fuerte Ozama: La primera edificación defensiva de los españoles en América, desde 1502. Actualmente es un museo que brinda una vista panorámica espectacular del río Ozama y el mar Caribe.
Más allá de la piedra: un crisol de cultura y vida
No pienses en la Zona Colonial solo como un espacio de exposición al aire libre. Es un barrio que palpita con vida, un lugar donde la identidad dominicana se manifiesta en cada rincón.
Las calles peatonales: La Calle del Conde, la Calle Las Damas y la Calle Las Mercedes, constituyen el alma comercial y cultural de la Zona Colonial. Allí, las tiendas de artesanía te esperan con souvenirs singulares, los restaurantes te seducen con la rica cocina dominicana, y los bares y cafés te invitan a relajarte con música en vivo y entrar en un ambiente de celebración.
Para los entusiastas de la historia y la cultura, la Zona Colonial ofrece una variedad de museos para satisfacer tu interés. No solo el Museo de las Casas Reales, sino también el Museo de Arte Moderno, el Museo del Ámbar y el Panteón de la Patria, hogar de los restos de ilustres dominicanos.
Y cuando llega la noche, la Zona Colonial se llena de actividad. Bares, discotecas y clubes se activan, invitándote a bailar al ritmo de la música dominicana y a vivir el ambiente festivo que es tan característico de la isla.
Santo Domingo: La ciudad donde Dios tiene su casa. ¡Ven a conocerla!
Santo Domingo no es solo un destino para viajeros con grandes presupuestos. Gracias a la variedad de opciones de alojamiento, actividades y vuelos baratos como los que ofrece Aeroméxico, es posible disfrutar de esta ciudad sin gastar una fortuna.
Este sitio te conquistará con su historia, su cultura, su gente y su belleza. Prepárate para vivir una experiencia que te marcará para siempre. Como dijo el poeta dominicano Pedro Mir: “Santo Domingo es la ciudad donde Dios tiene su casa”.
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