Pertenecer a la cocina iberoamericana es un reconocimiento que destaca el valor cultural, histórico y social de las tradiciones gastronómicas que comparten los países de América Latina, además de España y Portugal. Y orgullosamente, Yucatán fue declarado como Capital Iberoamericana de la Gastronomía durante la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid, España, 2025. Ser parte de esto significa que la gastronomía yucateca representa no solo una diversidad de sabores, sino también una herencia viva que le permite conectar con los territorios ancestrales dentro del mundo Iberoamericano.
Un NOMBRAMIENTO que encendió los REFLECTORES
En la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid, España, Yucatán es oficialmente coronado como Capital Iberoamericana de la Gastronomía 2025. Durante el evento —que se llevó a cabo durante enero— se cortó el listón del pabellón mexicano mientras se anunciaba al mundo que la cocina yucateca se alzaba como embajadora culinaria de Iberoamérica. La ceremonia no solo marcó una huella turística; fue una declaración de identidad. Bajo el lema del “Renacimiento Maya”, Yucatán encendió no sus fogones, así como el interés del mundo entero.
Ese día, los sabores que por siglos se cocieron en cómales y hornos de tierras cruzaron fronteras y se sentaron con orgullo en la mesa de Iberoamérica. La cocina yucateca dejó de ser un secreto bien guardado del sureste mexicano para convertirse en un puente entre civilizaciones… Una celebración de las raíces mexicanas y una invitación al mundo para venir a probar y conocer lo grandioso que es México.
Descubre los SABORES de YUCATÁN
Yucatán no solo fue destacado por su comida, sino también por ser uno de los destinos más atractivos para el mundo. Y es que visitar Yucatán significa visitar el lugar de una de las culturas antiguas más conocidas del mundo: Los mayas. Además, es el hogar de Chichén Itzá, una de las 7 maravillas del mundo.
Y mientras destinos de todo el mundo ofrecían postales y folletos, la cocina yucateca ofreció alma en forma de platillos. Siete preparaciones típicas —algunas con siglos de historia— se hicieron presentes durante el evento, y seguro que tú también las quieres conocer:
COCHINITA pibil
Este platillo es el emblema supremo de Yucatán. Se trata de algo tan sencillo como carne de cerdo, achiote envuelto en hoja de plátano y un sabor ahumado, que grita Yucatán en todo momento. Este es uno de los platillos tradicionales de la cultura maya, y suele servirse en tacos con la dulce y típica cebolla morada. A pesar de ser típico de Yucatán su sabor se extendió, permitiéndonos disfrutarlo en casi cualquier rincón de la República Mexicana.
RELLENO negro
Siendo un guiso de chipotle y carne con una mezcla de chiles toreados y tortilla quemada, el relleno negro es un platillo festivo y fuerte, que destaca por su peculiar color. Suele acompañarse con huevos hervidos, aunque también se puede utilizar para guisar cerdo o pavo. En la antigüedad, solía servirse en los funerales, como parte de un ritual de purificación, aunque ahora no hace falta una desgracia para poderlo disfrutar.
QUESO relleno
Símbolo del mestizaje, el queso relleno es un platillo de carne, papas y aceitunas con doble salsa, que se desbordan en el interior de un queso de bola. Este es uno de los platillos más populares entre los viajeros, gracias a su hermosa presentación, que hace agua la boca de cualquiera. Y es que, su historia se remonta al siglo XVII, cuando los holandeses comenzaron a traer queso tipo Edam a Yucatán, donde sería transformado en este platillo típico.
PAPADZULES
Los papadzules son los famosos y ricos tacos prehispánicos de tortilla con huevo, bañados en salsa de pepita de calabaza y acompañados de una salsa roja. Su nombre, según la tradición maya, se traduce como “comida de señores” o “comida de caballeros”, por lo que se piensa que era un platillo reservado solo para los más altos mandos.
POC chuc
Este es un rico lomo de cerdo marinado en naranja agria, asado al carbón y servido con cebolla curtida. Claro que no puede faltar su mejor amigo: unos ricos frijoles de Yucatán. Este platillo tiene dos versiones de origen; la primera, dice que surgió en la época de la conquista, cuando el cerdo llegó a México, donde se utilizaría para evolucionar una antigua receta maya. Pero también se dice que es un platillo creado en el restaurante Los Almendros en Mérida. De cualquier forma, es un platillo que muchos aman.
PANUCHOS y SALBUTES:
Los panuchos se rellenan con frijol refrito, llevándolos a freír para lograr una textura crujiente. Mientras tanto, los salbutes quedan inflados y con una textura suave. Los dos se sirven con pollo, lechuga, tomate y las famosas cebollas curtidas. Ambos platillos son extremadamente populares en Yucatán; incluso es común encontrarse en la calle a vendedores ambulantes ofreciendo sus mejores recetas de panuchos o salbutes, convirtiéndose en un platillo de tentempié.
Dulce de PAPAYA
El último, pero no menos importante, el dulce de papaya: un postre de papaya con queso de bola que es distintivo de la identidad yucateca. Cociendo la papaya con un rico azúcar del piloncillo transformado en almíbar, se sirve en un platito con queso, dándole a cada mordida un perfecto sabor dulce. Se cree que este dulce nació gracias a las monjas de la región, que aprendieron a realizar dulces de almíbar para poder subsistir. Utilizaban calabaza de castilla, melocotón, piña y la famosa papaya.
Una INVITACIÓN para el PALADAR y el ALMA
Yucatán no solo cocinó su historia; le sirvió al mundo con sazón, orgullo e identidad. Hoy su cocina no es solo un tesoro local como lo conocíamos, es un lenguaje compartido que habla en achiote, maíz y tradiciones vivas. Ser reconocida como Capital Iberoamericana de Gastronomía 2025 no es un punto final, es el inicio de un viaje donde cada bocado, cada paso contará una historia. Porque en Yucatán, la cultura no se visita… se saborea. ❖
#NuncaDejesDeViajar