El Wine Colors Music Fest es un evento de música que se realizó en el viñedo La Redonda de Querétaro. Nuestros amigos de Turitour nos invitaron a este festival, que combina lo mejor del vino y la música dentro de un ambiente muy colorido. ¡Acompáñanos a ver cómo nos fue!
¡Rumbo al Wine Colors con Touritour!
Nuestra aventura comenzó a las 7:00 AM en la Catedral Metropolitana, donde abordamos el autobús que nos llevaría hasta el festival. Fuimos recibidos por Irasema, nuestra guía, quien con una sonrisa y mucho entusiasmo nos dio la bienvenida y nos platicó el itinerario del viaje.
Como el trayecto fue de tres horas, desquitamos la desmañanda que nos dimos y dormimos una siesta en el autobús mientras llegábamos a Querétaro. Nos llevamos una grata sorpresa al ver que no llegaríamos directamente al Wine Colors Music Fest, sino que antes haríamos parada en un lugar emblemático de este estado.
Peña de Bernal: Parada sorpresa
Llegamos a Peña de Bernal, un Pueblo Mágico de Querétaro, cuyo atractivo principal es un monolito (¡el tercero más grande del mundo!). La vista era impresionante, pues el pueblito se encuentra a las faldas de esta peña.
La parada en Peña de Bernal, aunque fue exprés, nos dio la oportunidad de conocer este magnífico lugar, en el que pudimos desayunar unas riquísimas gorditas de chicharrón con queso adobado, acompañadas de un buen café de olla y así agarrar energías para la fiesta en el Wine Colors.
Tuvimos tiempo de ir a la plaza central del pueblo, en la que conocimos el palacio de gobierno con forma de castillo y la iglesia de San Sebastián. Ya para finalizar nos echamos una carrera a las letras monumentales y tomamos la foto del recuerdo.
Irasema ya nos esperaba en el autobús y lo abordamos para ahora sí irnos a nuestro destino principal: los viñedos La Redonda, en donde iba a ser Wine Colors Music Festival.
Llegando a Wine Colors
Sólo media hora después ya habíamos llegado a La Redonda. Decenas de autos, camionetas y autobuses como el nuestro ya estaban en el estacionamiento. En la fila de entrada los chicos se preparaban para acceder al Wine Colors Music Fest, poniéndose sus gorras, lentes de sol y bloqueador solar, además de sus hieleras para tener bien frío el vino que fueran a comprar.
Nosotros accedimos en una fila especial para grupos, en la que entramos toda la muchachada que venía en el autobús de Turitour. Nuestra guía, Irasema, se encargó de mostrar nuestros accesos a la chica de la entrada y nosotros solo tuvimos que preocuparnos por agarrar nuestras bolsas de polvos de colores y el boletito para nuestro vino de cortesía.
Vino, comida, colores y música
Al entrar al viñedo, lo primero que nos recibió fue el sembradío de uvas por todo el campo: los arbustitos bien alineados con las uvas creciendo de sus ramas. A unos pasos ya nos esperaban con la copa conmemorativa del evento llena con un vino rosado riquísimo, para ir entrando en ambiente (¡la copa te la podías llevar!, era regalo de los organizadores).
Lo primero que alcanzamos a percibir a primera vista eran los dos escenarios de música, carpas con stands de comida y unos sets fotográficos súper padres que estaban en los viñedos. Eso sí, a donde caminaras, siempre veías el sembradío de las uvas.
¡Que comience la fiesta en Wine Colors!
Primero lo primero. Todo mundo se equipó con sus botellas de vino tinto, blanco y espumoso para disfrutar de toda la tarde de música en el Wine Colors Music Fest. Dentro de los stands también ofrecían comida como pizzas, paninis y charolas de carnes frías y quesos para acompañar tu vinito.
Una de las distinciones del Wine Colors es la propuesta de artistas emergentes para amenizar el evento, es así que pudimos conocer a bandas como Ghetto´s, Inda Midland, Taiga y a DJ’s como Sebastián Lechuga y Aarón Sevilla.
Lo padre de cada presentación es que en ciertos momentos aventaban polvos de colores a todo el público, además de que también podías echar los de las bolsitas que te daban al entrar, entonces eso prendía mucho más el ambiente y claro, también empezaba la empanizada en el arcoíris.
¡Para las instahistories!
Ya un poquito llenos del polvo de colores, muy característico del Wine Colors, creímos que ya teníamos el look perfecto para tomarnos unas fotos en los sets que estaban en los viñedos. Rehiletes enormes, puertas que daban a los sembradíos y barriles de vino eran algunos de los sitios en donde podías sacar la postal o el video para las instahistories.
Decidimos descansar un rato del calor y el baile que nos aventamos con las presentaciones de los artistas y las bandas; nos echamos a la sombra de una de las carpas, donde más gente también se tomaba un break, mientras se comían su pizza con su copita de vino.
Cabe mencionar que dentro del Wine Colors también había experiencias más completas para conocer el proceso y una mejor manera de degustar tus vinos, por lo que podías entrar a catas y maridajes para disfrutar aún más de esta bebida producida en La Redonda.
Lo que pasó en Wine Colors, se quedó en Wine Colors
Cuando cayó la tarde no había persona que no estuviera llena de los polvos coloridos que se habían aventado durante todo el festival. Todos disfrutaban de la música y bailaban en los escenarios mientras eran envueltos por las nubes de colores.
La presentación estelar del evento fue la de Uzielito Mix, quien a ritmo de reggaetón puso a mover las cinturas de todos los asistentes al compás de la música. El perreo y la fiesta se habían apoderado del Wine Colors Music Fest.
Es así como finalizó un evento único, que fusionó los colores y sabores del vino con la buena música. Todo mundo salía riendo, llenos con el polvo de colores de pies a cabeza y tomando las últimas fotos del recuerdo antes de llegar al estacionamiento.
De regreso a CDMX
En el autobús ya nos esperaban nuevamente el conductor e Irasema, quien muy contenta nos preguntó cómo la habíamos pasado durante el evento; todos coincidimos en que habíamos disfrutado mucho del Wine Colors, y nuestra ropa y rostros llenos de colores, además del buen ambiente que ya llevábamos con los vinos encima lo confirmaban.
El trayecto de regreso pasó casi desapercibido, pues caímos rendidos en nuestros asientos y nos dormimos hasta nuestra llegada a la CDMX, aproximadamente a las 12 de la noche. El autobús nos dejó nuevamente a un costado de la Catedral, a donde habíamos abordado por la mañana.
Disfruta del Wine Colors Music Fest con Touritour
Sin duda alguna nos la pasamos muy bien en el Wine Colors, y Turitour hizo de este evento una experiencia mucho mejor, ya que no esperábamos esa visita sorpresa a Peña de Bernal, además del festival en el viñedo La Redonda.
Si nuestra crónica te animó a querer ir el siguiente año, no lo pienses y reserva con ellos. El costo de esta edición fue de $1,499 pesos por persona e incluyó el transporte redondo, al guía de grupo y el acceso al Wine Colors Music Festival.
¡Nos vemos en 2024 en Querétaro!
#NuncaDejesDeViajar