Contare mi experiencia de viaje a Varadero Cuba, una vivencia que jamás se borrará de mi mente.
¿Por qué visitar Varadero?
Emprendí este viaje a Cuba, por todo lo que había se escuchado sobre este paraíso terrenal: un rico en ciencia, cultura, gastronomía, música, historia…
Al cumplir mi sueño de estar ahí, me di cuenta de que no basta con solo un viaje a este país, se necesita hacer por lo menos 3 viajes a Cuba, para quedar satisfecho.
Porque a pesar de ser una isla es lo bastante grande y llena de vida en todos sus aspectos.
Mi experiencia de viaje a Varadero Cuba, desde el inicio
Salí a media noche desde el aeropuerto de la Ciudad de México, en dirección a Varadero. Aproximadamente tres horas de vuelo, observando cualquier paisaje que se me presentara por las ventanas.
El aeropuerto de Varadero es sencillo pero acogedor, me preparé para salir corriendo por mis maletas en la banda.
¡Maletas perdidas!
Sólo un pequeño problema… ¡No habían llegado nuestras maletas! Y no solo me refiero a la de mi acompañante y la mía, fue la de todo el vuelo.
Turistas sin saber qué hacer, algunos vueltos locos, pero los cubanos tranquilos y convencidos de que no es la primera vez que sucede.
Nos comentaba una chica cubana, que siempre le sucede eso y no se sorprendía. Pero bueno, preferimos verlo también como parte de la aventura.
Solo esperamos y nos tocó nuestro turno para reportar nuestro equipaje, tomaron nota de cómo era, y nos explicaron que lo mandarían por el aeropuerto de la Habana.
Y al final, nos irían a entregar nuestras pertenencias al hotel donde nos hospedáramos.
Pesos cubanos y tomar taxi
Solo con nuestros pantalones de mezclilla, tenis, y la playera que teníamos puesta, fuimos a cambiar nuestro dinero y buscar un taxi que nos llevará al hotel.
Aproximadamente llegamos al hotel a las 9:00 de la noche a esa hora ya no se podía hacer mucho más que pasar al restaurante a cenar y de ahí a dormir.
Dos días con la misma ropa en un lugar bastante caluroso, y con jeans no fueron impedimento para explorar la bella isla.
Resulta que en Varadero hay autobuses que cuestan $5 pesos cubanos y lo puedes usar cuantas veces quieras durante todo el día.
Recorriendo la isla y sin traje de baño
Andábamos recorriendo esa parte de la isla, llegando al centro de Varadero, caminando por las coloridas fachadas ¡y hermosas!
Solo disfrutando la espectacular vista que nos regalaba el mar, ya que como no teníamos traje de baño, pues no nos podíamos meter a nadar…
¿Por qué no comprar uno? Pues sí, paso por la cabeza, pero digamos que no es lo suficiente económico como me habían comentado.
Además, se salía ya de nuestros gastos previstos comprar un nuevo traje de baño, pero sabíamos que nuestras maletas llegarían pronto.
¿Y los cargadores de celular?
Al tercer día, ya sin pila en nuestros celulares para poder tomar fotos en Varadero, solo esperábamos a que llegaran nuestras maletas ya que ahí teníamos literalmente todo y hasta los cargadores.
El equipaje llegó al hotel y brincamos emocionados; lo único que queríamos hacer es nadar y pasar horas en la hermosa playa.
Llegamos a la habitación, abrimos nuestras maletas y ¡sorpresa! No venían los cargadores, nos los habían sacado de la maleta, nos dio mucha tristeza y enojo, pero seguimos con el viaje.
Un día de relajación en la piscina
Al día siguiente, disfrutamos del día en la piscina y ahí conocimos a una pareja, Mily y Richard, ellos estaban en Cuba buscando el calor del Caribe, unas personas geniales.
Teníamos que ir a visitar La Habana, Varadero era opción para hospedarnos, pero queríamos por lo menos pasar un día en La Habana.
Milly y Richard nos pasaron el número telefónico de un taxista, y guía a la vez, que siempre los atiende cuando ellos viajan a Cuba: Coordinamos con él y pasó por nosotros al hotel, así comenzó otra aventura.
¿Rumbo? ¡La Habana!
Carretera recta de Varadero a la Habana, y la primera parada en el mirador de Bacunayagua, estuvimos observando el bello paisaje natural y el puente más alto de toda Cuba.
Probando las mejores piñas coladas; seguimos con la travesía y fue como pasamos Matanzas, gran precursor de la buena música como lo es la salsa.
Finalmente llegamos al malecón de la Habana para gozar de la increíble vista, que remonta a los años 50; automóviles espectaculares, edificios con historia y fachadas casi al punto de derrumbe.
Quedamos sorprendidos, recorriendo los lugares emblemáticos, pasando por la Habana Vieja, el Capitolio, El castillo de la Real Fuerza de la Habana.
Entramos otros lugares imperdibles: admiramos el edificio tan hermoso como lo es el gran teatro de la Habana, el Monumento al pensador, político y poeta José Martí.
Otro de los lugares: la fábrica de puros en donde puedes observar cómo es un proceso totalmente artesanal.
La última y queremos volver a Varadero!
Estoy tan segura de lo que les dije al principio, no basta con ir solo una vez a Cuba, lo puedes amar o puedes generar otra percepción, es un lugar que genera muchos extremos en opiniones.
Los centros comerciales, sus tiendas, casi todo pertenece al gobierno, si vas un supermercado podrás notar que la bolsa de un lado y de otro es la misma.
Sabrás que es por su régimen político-socialista, no existe la competencia comercial como en otras partes del mundo.
En mi experiencia de viaje a Varadero Cuba, fue maravillosa y la moraleja fue “lleva tu equipaje contigo en el avión” no vaya a ser que llegue tres días después, lo demás me encantó. #NuncaDejesDeViajar!