Busqué enloquecidamente un lugar de México que pudiera reproducir aquella noche y fue así como encontré a Todos Santos Pueblo Bohemio.
Cerré los ojos y pensé claramente que después de tantos viajes ajetreados necesitaba urgentemente un lugar tranquilo.
Me imaginé en una velada a la orilla del mar con una enorme fogata y un par de ocurrentes bohemios tocando una guitarra.
Cuando escuché hablar de este sitio y su relación con palabras como: galerías, festivales, cine, danza, teatro, batucadas
No dude que sería la opción ideal y tomé un avión que me llevó hasta La Paz.
Salí de la capital de Baja California Sur casi al amanecer y tomé un taxi que se dirigió 80 kilómetros al sur.
Después de hora y media de carretera, se abrió ante mis ojos este imponente oasis.
Parte del peculiar paisaje que engalana al pueblo son las enormes palmeras yuca y variedad de cactus que sobresalen del desierto, el mar abierto del Océano Pacífico y la majestuosa cadena de montañas de la Sierra de la Laguna.
Historia de Todos Santos Pueblo Bohemio
Fue en 1723 cuando este rinconcito sudcaliforniano fue establecido por el padre Jaime Bravo. Pero ya en 1850 Todos Santos cobró auge debido al cultivo de caña de azúcar.
Producto que se convirtió en parte de la actividad económica de sus pobladores y que les permitió la construcción de pequeñas dulcerías y panaderías.
Esas épocas de bonanza, fueron las que permitieron la edificación de hermosos recintos coloniales dentro de los que destacaban dos teatros.
Fue desde aquel entonces, cuando el poblado se convirtió en la inspiración de escritores, pintores y escultores de todo el mundo que lo fueron poblando y dándole una personalidad al lugar.
¡Me quedé pasmada al llegar a Todos Santos Pueblo Bohemio!.
Cuando bajé del auto y alcé la vista, lo recuerdo con mucha claridad, el sol pegaba en las coloridas casas pintadas en tonos pastel.
Enormes árboles frutales custodiaban las calles empedradas, y dos viejitos estaban sentados al margen de una fachada adornada con un santo de yeso.
Poco después, observé que no solo esa, si no varios portones tenían esculturas de santos, una tradición -que me explicó un guía- tienen sus habitantes.
Quienes mandan a esculpir al santo de su devoción para ponerlos en los techos de sus hogares, algo muy singular y curioso.
Las santas galerías.
Ese mismo día me dispuse a descubrir la vida cultural que desborda el pueblo. Caminé a Juárez, la avenida principal en la que hay más de 20 galerías de arte. De una pasaba automáticamente a la otra.
Me sorprendió la cantidad de cuadros, joyería, fotografías, cerámica y vitrales que se exhiben.
Pero aún más, me sorprendió la pasión con la que los artesanos y pintores te explican todo acerca de los objetos que elaboran.
¡Lo primero que visité en Todos Santos, Pueblo Bohemio!
La Galería de Arte Todos Santos que abrió sus puertas en 1994. Aquí se muestran obras de pintores extranjeros y mexicanos. Tal es el caso de Michael Lane Cope, artista que hace pinturas fascinantes de paisajes al óleo.
Recorrí el lugar y me enamoré del cuadro “Rosa Guardada” que muestra la foto en sepia de una niña indígena encerrada.
La persona que atendía el lugar, me platicó que la autora es Gloria Santoyo Ruenitz, artista que ha obtenido infinidad de premios internacionales y expone en las galerías de mayor prestigio de Nueva York.
Tomé aire y caminé a la Galería Índigo, propiedad de Frieda Telemans, una mujer encantadora que me reveló que en su sitio tiene la más amplia variedad de obras de artistas locales de Todos Santos Pueblo Bohemio.
Sus cuadros en óleo, acrílicos y aceites, son elaborados por artistas de renombre internacional como Carlos Díaz Castro, Ezra Katz, John Comer y Díaz Sebastián. Además, vende fina joyería hecha a mano.
Para santos y no tanto…
Al día siguiente inicié con calma el día y desayuné en el Caffé Todos Santos ubicado en la calle centenario #33. Es un lugar romántico y con aires del México popular.
Elegí uno de sus muffins recién horneados y una ensalada mediterránea con una vinagreta de arándanos, abundante y deliciosa.
Al terminar…
Visité el famoso Hotel California, que según la leyenda, fue en este sitio en el que se inspiró el grupo los Eagles para escribir la famosa canción que lleva el mismo nombre y que fue un hit en los años 70.
También caminé al edificio Salgado, (ubicado sobre la avenida principal casi llegando a calle Hidalgo).
Pues es aquí es en donde se encuentra una enorme estructura esférica hecha de bronce que marca la línea imaginaria por donde cruzaba el Trópico de Cáncer.
Actualmente la línea sigue atravesando el pueblo, pero cambia de posición por movimientos naturales de la Tierra y hay otras estructuras que establecen su paso.
¡Al caer la tarde!
Me deleité con un avistamiento de aves en playa La Poza. No sé mucho de aves, pero un señor que claramente se percató de ello.
Me dijo que hay decenas de aves migratorias como el Paíño de las Galápagos que vuela desde las Islas Galápagos y es fácil de reconocer por su mancha triangular en el pecho.
En mi tercer y último día, me levanté temprano para ir a playa “Los Cerritos” en el km. 66 en donde vi un espectacular escenario natural.
Las inmensas olas han provocado que el mar del pueblo sea el preferido de surfistas de todo el mundo.
Pasé a Los Cerritos Beach Club y ahí me reuní con Javier, instructor de este audaz deporte que me dio un curso básico y me motivó a despuntar mi gusto por el surf. Horas mas tarde tristemente constaté que tengo el gusto pero no el talento, pues me caí infinidad de veces.
¡Una vez que salí del agua!
Calmé mi apetito en la comunidad de Pescadero y comí en Carlito´s Place. Carlos el dueño y chef, me recomendó probar el sándwich Brianda, pan crujiente, relleno de frescos mariscos con un sabor excepcional.
Para acompañarlo, pedí una copa de vino blanco, gracias a la buena selección con la que cuentan.
¡Finalmente regresé al pueblo!
Antes de armar mis maletas hice la parada (obligada) en el famoso Tequila`s Sunrise Bar que esta sobre la calle Juárez, tomé su famosas margaritas “Damiana”.
Se dice que la primera margarita hecha en México, se hizo con licor de Damiana, extraído de la hierba con el mismo nombre, endémica de Baja California Sur.
Este licor cambia por completo el sabor de la bebida y la vuelve un tanto adictiva (sobre todo después de la tercera).
¡Era momento de partir!
Y cuando volteé hacia atrás para dar un último vistazo, pensé que el pueblo entero es una hermosa obra de arte que una vez que contemplas, roba suspiros y arranca la inspiración hasta del menos sensible.
Sin duda, no tuve una noche bohemia, tuve un viaje bohemio que estoy segura que vivirás una vez que lo visites.
TIPS:
- Fuera de la iglesia la “Misión Nuestra Señora del Pilar”, hay guías que te dan el recorrido histórico del recinto religioso; te describen la ornamentación, estilo arquitectónico y te cuentan historias interesantes. El precio varía entre los $60 y $100 pesos.
- Del 15 diciembre al 15 de abril, podrás disfrutar del avistamiento de la Ballena Gris. El mar abierto de Todos Santos es una zona de paso de este hermoso cetáceo. Tienes que rentar una embarcación y salir de una de sus playas.
- La primera semana de febrero se celebra el Festival de Arte durante ocho días, expresiones culturales de teatro, danza, cantantes, literatura, artes plásticas, conciertos musicales, exposiciones, muestras gastronómicas.
- A mediados de Febrero se realiza el Festival de Cine en donde se apoya al cine independiente; Se exhiben películas y documentales con aspectos de la cultura local, temas históricos y sociales de México y Latinoamérica.
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