Chiapas, un destino turístico lleno de color, aire fresco y resplandor. Te compartimos lo que es una visita en San Cristóbal de las Casas, aunque no es suficiente, necesitar ver que más que una maqueta, es un pueblo que enamora al que lo visita.
Visita en San Cristóbal de las Casas, mi llegada
La neblina cubría las enormes montañas repletas de vegetación, y tocaba suavemente los tejados de las construcciones. Froté mis manos para darles calor, levante la mirada, y de un sólo golpe respiré un fuerte aroma a tierra mojada.
Esa tarde había llegado a San Cristóbal de las Casas, Chiapas y todas esas sensaciones me lo indicaban.
Me hospedé en un pequeño hotel colonial del Centro Histórico llamado San Marcos, lo que me permitió desplazarme libremente.
Muy temprano salí para caminar por sus calles adoquinadas custodiadas por casas coloridas de las que sobresalen puertas de madera; si quieres captar fotos lindísimas aprovecha estas fachadas.
Caminé hasta la Plaza 31 de Marzo, el nombre oficial del corazón de este Pueblo Mágico. Esta es la zona más pintoresca por ser aquí en donde se concentran imponentes edificios virreinales como la catedral de San Cristóbal de estilo barroco.
Personalmente me enamoré de los atardeceres que se reflejan en esta iglesia porque su tono color amarillo se ilumina intensamente con el sol.
En esta misma plaza puedes caminar mientras admiras su lindo quiosco rodeado por portales y bellos jardines.
San Cristóbal te llena de cultura y tradición
A lo largo del día se acercarán a ti varios grupos de indígenas que te venderán hermosa artesanía hecha a mano como rebosos, pulseras, muñecos tradicionales e incluso ámbar auténtico porque ellos mismos lo extraen.
Estas etnias son los Tzotziles y los Tzeltales, personas muy honradas que habitan en los pueblos de los altiplanos que rodean a San Cristóbal. Un consejo que te doy es que jamás les regatees su trabajo, y que los apoyes llevando algún souvenir del lugar.
Más tarde fui al Museo del Ámbar un recinto que resguarda la historia de la única piedra preciosa y semi-preciosa de origen vegetal.
Esta joya amarilla que encapsula algunos insectos, se forma de una resina vegetal residual de algunos árboles que datan de hace 25 a 40 millones de años, y que con el tiempo sufrieron un proceso de fosilización formando masas irregulares.
Chiapas es la tierra del ámbar por excelencia ya que son varios los municipios en donde se produce esta piedra como: Simojovel de Allende, Huitiupán, Totolapa, entre otros.
Aunque existen otros países en donde se ha encontrado ámbar, el de mejor calidad es y seguirá siendo el de México.
Una visita en San Cristóbal es encantadora, pero no suficiente
Al caer la tarde fui a comer al Fogón de Jovel, un delicioso restaurante en el que degusté platillos típicos como el “Cochito” hecho a base de trozos de carne de cerdo horneada, y bañada de un caldo llamado recado.
Aquí mismo probé un helado artesanal de cacao, de los mejores de mi vida. El lugar se ubica en la calle 16 de septiembre.
Finalmente caminé por el Andador Eclesiástico del centro que corre a lo largo de ocho cuadras desde el arco del Carmen al templo de Santo Domingo.
En este divertido pasillo peatonal se concentran restaurantes, bares con música en vivo, edificios históricos y tiendas de artesanías. Entré al bar Revolución y me enamoré de su ambiente hippie y relajado.
De esta manera me despedí de un pueblo que no quería dejar atrás por la increíble vibra que me hizo sentir.
Pude comprobar por qué este sitio es el paraíso, y la última parada de mochileros de todo el mundo. Hoy me siento privilegiada que un lugar con tanta magia forme parte de México, y muero por regresar. por eso te recuerdo #NuncaDejesDeViajar.
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