Proveniente del término náhuatl tiktli, que significa sopa espesada con masa de maíz, el tlaxtihuilli es un platillo conocido coloquialmente como atole de camarón, y es un manjar que tiene sus raíces desde el siglo XVI… Cuando apenas llegaban los primeros colonizadores españoles. Se cree que la receta original fue creada hace siglos por el grupo indígena de los Totorames: Una comunidad que residía a lo largo de la costa de Nayarit y Sinaloa. Esta población era famosa por haber sido gran amante del mezcal, por lo que después de las fiestas o celebraciones, trataban de suavizar su resaca con el tlaxtihuilli. Ahora, este platillo sigue siendo conocido y amado por Nayarit, donde se dice que, para conocer Nayarit, tienes que probar el tlaxtihuilli.
Un PLATILLO bajado por LOS DIONES
Tras la conquista, el choque entre la cultura española y la cultura mexicana trajo consigo una explosión de intercambio de conductas, donde el tlaxtihuilli comenzó a comerse después de largas jornadas de trabajo. Con el paso de los años, su preparación se convirtió en una tradición, siendo transmitida de generación en generación. Además, la preparación fue enriquecida con otros ingredientes traídos del viejo mundo, como las especias, que eran desconocidas para los habitantes locales, creando una combinación realmente exquisita.
De esta forma, el tlaxtihuilli se arraigó profundamente en la región noreste de México, en especial en Nayarit y Sinaloa; sin embargo, es en el norte de Nayarit donde se consume de manera más frecuente, convirtiéndose en un patrimonio culinario de la zona.
Preparado el TLAXTIHUILLI
Actualmente, los ingredientes más usados en la elaboración del tlaxtihuilli son el camarón, masa de maíz, chile cascabel (aunque también se puede usar pasilla o de árbol), jitomate, ajo, cebolla morada, orégano, comino, pimienta, aceite y sal al gusto.
Su elaboración es muy sencilla. Primero se cocinan los chiles, el ajo, el jitomate y un cuarto de cebolla en agua. Una vez que hierva, se licua todo y se sofríe la mezcla, creando un adobo.
A esta mezcla se le debe agregar poco a poco la masa de maíz, para crear una consistencia similar a la de un atole. Y una vez que la consigas, se le colocan los camarones previamente limpios y salteados con cebolla y ajo. Se le agrega orégano y sal al gusto y se deja hervir por unos 5 minutos.
Y así el famoso tlaxtihuilli está listo para saborear. La mejor recomendación es servirlo en platos hondos, acompañados de jugo de limón, tortillas hechas a mano y alguna salsa picosita.
Disfrutando del TLAXTIHUILLI
La mejor manera de probar esta joya culinaria es visitar la Nayarit, donde podrás encontrarlo en restaurantes de todo el estado, en especial en las costas, donde ya es un manjar perteneciente a la extensa oferta gastronómica de la entidad, donde también se encuentran el pescado zarandeado, el ceviche de botete y los camarones a la cora. Sin embargo, gracias a su procedencia casi desconocida y a su delicioso sabor, el tlaxtihuilli se ha ganado un lugar especial en nuestros corazones, creando así un buen pretexto para visitar Nayarit.
Y tú… ¿Ya probaste el tlaxtihuilli? ❖
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