El tiramisú es un postre tan italiano como el vino, tanto que si escuchas su nombre se te vienen a la mente los edificios de arquitectura renacentista, junto con sus canales y góndolas.
Esta delicia italiana está compuesta por cuatro ingredientes principales que son el café, queso mascarpone, yemas de huevo y bizcocho de soletillas, que hacen la mezcla perfecta para un buen tiramisú.
Sus notas de café expreso, el sabor de la cocoa, y la textura que tiene este postre es una de las experiencias culinarias más ricas y maravillosas del mundo.
Tiramisú: Historia
En la región de Trevino, Italia, lo más cotidiano era mezclar huevos con café, lo que fue un parteaguas para la creación del tiramisú, ya que estos son dos de los ingredientes que se ocupan para su elaboración.
Le Beccherie es un restaurante de dicha región, en el que se sirvió el tiramisú por primera vez. Su creador fue el pastelero Loli Linguanotto, quien probando receta tras receta para mejorar su creación y dar con el mejor resultado, una nochebuena de 1969 por fin da vida y sabor al delicioso postre italiano tal y como lo conocemos hoy.
Tiramisú, en italiano, significa algo así como ‘levántame el ánimo‘. Otra versión sobre su origen cuenta que las mismas prostitutas fueron quienes crearon el postre para dar energía a sus clientes, y de ahí el nombre.
Los ingredientes perfectos para levantar el ánimo
Para saber si estás probando un verdadero tiramisú, su sabor y textura son elementos fundamentales para reconocer uno excelentemente preparado.
El café es la base fundamental para poder equilibrar los sabores y la textura del tiramisú. Un buen café de categoría italiana es perfecto para una buena elaboración de este postre.
El queso mascarpone es otro de los ingredientes clave en el tiramisú, para su crema tan sedosa y esponjosa, con un sabor increíble lo que caracteriza.
Tiramisú: Receta
La receta que se presenta ahora es parte de la receta original de Le Beccherie, en donde muestra los ingredientes y parte de su elaboración:
Ingredientes
- 12 yemas de huevo
- ½ kg de azúcar blanca
- 1 kg de queso mascarpone italiano
- 60 galletas o bizcochos de soletilla
- Café italiano o europeo principalmente amargo
- Cacao puro en polvo
Elaboración
- Prepara el café y déjalo enfriar.
- Bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que estén bien incorporadas.
- Mezcla el mascarpone hasta que la textura sea suave.
- Aparta la mezcla de la crema para más tarde.
- Sumerge la mitad de los bizcochos en el café, pero no los dejes reposar mucho tiempo para que no queden demasiado empapados.
- Coloca los bizcochos remojados en una fila en el centro del plato (o en un plato circular si quieres mantener la tradición).
- Extiende la mitad de la mezcla de crema sobre los bizcochos.
- Sumerge la otra mitad de tus bizcochos en el café y colócalos en el plato.
- Extiende el resto de la mezcla de crema sobre la preparación.
- Espolvorea con cacao en polvo tamizado.
- Deja en el refrigerador por 3 o 4 horas, para que el plato se afirme y se desarrollen los sabores.
La presentación varia de cada restaurante, chef o hasta país en donde sea hecho, pero por lo regular el tiramisú se emplata con cacao en polvo y una etiqueta diciendo el nombre del postre.
En algunas ocasiones se le puede agregar alcohol a la preparación para poder potencializar sus sabores y que tenga un toque mucho más pronunciado. El ron, triple seco o curazao son licores que van muy bien con la preparación.
El postre italiano por excelencia
El conocer la historia del tiramisú resulta de gran interés para los amantes de la gastronomía, específicamente a la italiana y en especial en sus postres.
La cocina italiana nos ha regalado valiosos platillos y tesoros que estaban escondidos en un rincón y que ahora, en la actualidad, son de gran valor gastronómico para el mundo, siendo reconocidos por varios chefs.
#NuncaDejesDeComer