Hay un lugar en Ciudad Universitaria, justo enfrente de la Sala Nezahualcóyotl, donde la comida no solo llena tu estómago, sino que también te lleva a un viaje por la historia y tradiciones de nuestro país. Ese lugar es Tierra de Iyari, un restaurante que te conquistará desde el momento en que cruces la puerta.
El Corazón de Tierra de Iyari
“Iyari” en huichol significa “corazón”. Esta elección no es casualidad, ya que el restaurante, ubicado en un lugar muy artístico y cultural de C.U., busca ser el núcleo donde convergen las emociones y experiencias culinarias de sus comensales. “En la Tierra de Iyari, cada plato es un cuento donde los sabores y las texturas son el argumento”.
Platillos que cuentan historias
En Tierra de Iyari, el sabor es rey, pero la calidad y cuidar el planeta también son parte de la esencia. Aquí, todo gira en torno a lo fresco y lo local: ingredientes que vienen directo de productores locales. Puedes saborear el queso Ocosingo de Chiapas o el pan de pulque de Coahuila; cada pedacito es un tributo a lo mejor de la cocina mexicana.
El menú de Iyari es como un collage de los clásicos: el caldo tlalpeño que te abraza el alma o un mole oaxaqueño que te lleva volando al sur. Cada bocado es una fiesta de sabor que te harán recordar las comidas de tu abuela o te van a sorprender con mezclas nuevas que le darán vida a tu gusto por comer.
Sabor prehispánico
Manteniendo una conexión profunda con las tradiciones culinarias prehispánicas, Tierra de Iyari ofrece una experiencia auténtica y única. Los atoles, preparados con masa y cacao, sin leche, son un reflejo de las bebidas que caracterizaban a los mexicanos antes de la llegada de los españoles. En su menú de bebidas, se encuentran estas delicias ancestrales, que conectan con nuestras raíces más profundas.
En Tierra de Iyari no solo se trata de comer para llenar el estómago, sino que también es una experiencia que alimenta el alma y te conecta con tus raíces. Es un lugar donde puedes disfrutar de la mejor gastronomía mexicana en un ambiente cálido y acogedor, rodeado de arte y cultura.
#NuncaDejesDeComer