Ícono del sitio El Souvenir

TETSUGAKU NO MICHI, el CAMINO de la FILOSOFÍA en Kioto, JAPÓN

CAMINO DE LA FILOSOFÍA

CAMINO DE LA FILOSOFÍA

En el distrito norte de Higashiyama en Kioto, Japón, nos encontramos con el precioso canal del lago Biwa y, paralelo a este, un camino peatonal completamente rodeado de cerezos. Este camino fue construido entre 1868 y 1912 para alimentar lo que fue la primera planta hidroeléctrica de Japón, y tiene un largo de unos 2 kilómetros.  Hoy se le conoce como Tetsugaku no michi, o en español, el Camino de la Filosofía.

Camino de la sabiduría en Kioto, Japón. Foto – JAKYO1. Camino de la sabiduría en Kioto, Japón. Foto – JAKYO

¿Por qué se llama CAMINO DE LA FILOSOFÍA?

Tal vez ahora mismo te estés preguntando qué tiene que ver la filosofía con el nombre de este camino… Pues bien, el nombre de Tetsugaku no michi viene en representación del filósofo y profesor Nishida Kitaro, quien recorría este camino todos los días rumbo a la Universidad de Kioto. Durante su trayecto, se dedicaba a meditar y filosofar… ¿Pero por qué fue tan importante?

Hombre descansando en un puente del Camino de la Filosofía. Foto – Wikimedia Commons

Descubriendo un poco a NISHIDA KITARO

Nacido en 1870, Nishida fue un filósofo japonés considerado como el precursor de la escuela filosófica de Kioto. Su pensamiento estaba arraigado a ideas alemanas; de hecho, también era profesor de alemán. Entre sus pensamientos más destacables se encuentra el de la experiencia pura, en la que describe que las experiencias más placenteras son de las que no somos conscientes… una canción que disfrutamos, una buena comida e incluso el aire en el rostro. Al momento de que somos conscientes de ellas, pasa a ser pura voluntad.

Nishida Kitaro, profesor de filosofía de la universidad de Kioto. Foto – Perfil

A pesar de que se retiró en 1927, en 1940 fue nombrado con la Orden de la Cultura, un premio que se le concede a artistas, escritores y científicos gracias a sus contribuciones. Falleció 5 años después, en 1945. Sin embargo, aún no es recordado. Por la mitad del Camino de la Filosofía, se encuentra una piedra con un poema escrito por el mismo Nishida Kitaro en 1934. En él, hace referencia al auge de la derecha nacionalista japonesa:

Piedra donde Nadhida Kitaro escribió poema en el Camino del Filósofo. Foto – Japonismo

Hito wa hito

ware wa ware nari

tonikaku

waga yuku michi o

waga wa yukinari.

Las personas son personas

y yo seré yo mismo

de todos modos,

el camino que sigo

seguiré.

Nishida Kitaro, 1934

Recorriendo el CAMINO de la FILOSOFÍA

Gatos descansando en una roca del Camino de la Filosofía de Japón. Foto – Flickr

El camino de la filosofía se puede recorrer en aproximadamente media hora; esto puede variar dependiendo de la afluencia de gente, que suele llenar el lugar con el florecimiento de los cerezos, que es a finales de marzo e inicios de mayo. Conforme vas avanzando, te irás encontrando con pequeñas tiendas de artesanías, restaurantes y cafeterías locales, que se vuelven ideales para hacer una parada y disfrutar del paisaje. Además, durante todo el camino podrás encontrarte gatos paseando y descansando bajo los cerezos.

Otra cosa destacable del Camino de la Filosofía es que direcciona a diferentes templos y santuarios que valen la pena visitar. Entre ellos, podrás encontrarte:

Templo HŌNEN-IN

Creado en honor al monje Honen, fundador de la escuela budista Jodo-shu, este pequeño templo se encuentra custodiado por enormes árboles. Cuenta con dos montículos de arena que fungen como jardín zen, y a su lado hay un cementerio donde descansan personas ilustres, Kawakami Hajime, economista defensor de los campesinos, quien tradujo por primera vez al japonés “El Capital” de Karl Marx. Kuki Shuzo, filósofo estudiante de Jean-Paul Sartre, o Tanizaki Junichiro, escritor de “El elogio de la sombra”.

Entrada al Templo HŌNEN-IN del Camino de la Filosofía. Foto – Tales of a Wanderer

Santuario OTOYO

Este famoso santuario es uno de los más tranquilos y menos frecuentados del Camino de la Filosofía, pero no significa que sea menos hermoso. Se destaca por ser el único santuario que es custodiado por ratones en vez de perros o leones. Esto se debe a una leyenda que cuenta que Okuninushi, dios del matrimonio, se enamoró de una princesa en otro mundo. El dios del mar y las tormentas, Susanoo, sintió celos y atrapó a Okuninushi en un mar de fuego; sin embargo, fue un ratón el que le ayudó a escapar. Es por eso que este santuario es usualmente frecuentado por parejas que piden buena suerte en su matrimonio.

Ratón custodiando la entrada del Templo Otoyo Jinja del Camino de la Filosofía en Kioto. Foto – Tony Wu Underwater Photography

Templo KŌUN-JI

Este es uno de los templos más grandes que vas a poder encontrar por el Camino de la Filosofía. Tiene una edificación tradicional que se remonta a los años 1200. Cuenta con un pequeño estanque con peces koi, y está rodeado de árboles. Es famoso por su enorme jardín, su vista a la ladera de la montaña y porque se realizan sesiones de zazen (ritual budista que consiste en sentarse y respirar).  Desde el 2024, el templo comenzó a hacer algunas remodelaciones, y hay veces que no tiene sus puertas abiertas al público, pero valdría la pena intentarlo por su belleza.

Templo de Kōunji en el Camino de la Sabiduría en Japón. Foto – Flickr

El INICIO y el FIN del CAMINO de la FILOSOFÍA

El Camino de la Filosofía inicia en la estrecha calle Jodoji Ishibashicho y termina en la calle Reiden Dori. Para poder llegar, tendrás que bajar en la estación del metro Marutamachi y tomar un camión que te dejará en la parada Kinrinshakomae. El Camino de la Filosofía se encuentra a tan solo 5 minutos caminando desde ahí.

Camino de la Filosofía. Foto – Japonisimo

Recuerda ir temprano, ya que, por la tarde, no encontrarás los templos abiertos. Pero esto podría tener una ventaja, ya que hay menor cantidad de gente.

Así que, si quieres filosofar un rato en perfecta paz, con el sonido del agua, en un sendero fresco y hermoso lleno de gatos, el Camino de la Filosofía podría ser lo que estás buscando.

Estatuas en el Camino de la Sabiduría de Kioto. Foto – Tony Wu Underwater Photography
Salir de la versión móvil