La Semana Santa es una época de profunda reflexión y fervor religioso para millones de personas en México. Un tiempo para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y para participar en diversas tradiciones que se han transmitido de generación en generación.
En este artículo, te invitamos a descubrir cinco experiencias únicas para vivir la Semana Santa en México, con una mirada profunda a cada destino y sus tradiciones:
1. Procesión del Silencio, San Luis Potosí:
El Viernes Santo en San Luis Potosí es especial. La gente se reúne por la noche para una marcha muy respetuosa. Todos van vestidos de negro, con capuchas, siguiendo las figuras de Jesús y la Virgen María en completo silencio. Es un momento de mucha solemnidad.
Hay 28 grupos religiosos que se unen, cada uno con sus propios símbolos. Verás a gente con túnicas moradas y capuchas puntiagudas, soldados romanos y hasta personajes de la Biblia como Verónica y María Magdalena. Si quieres ir, Aeroméxico tiene vuelos directos desde varias ciudades grandes de México.
2. Sierra Tarahumara, Chihuahua:
Durante la Semana Santa, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, se vive algo único: el Noriluache. Es una fiesta rarámuri que celebra con música y danza la pelea entre el bien y el mal. La gente se reúne alrededor de una fogata que nunca se apaga, compartiendo rituales antiguos.
Lo más llamativo son los pascoles, bailarines que usan máscaras y ropa de muchos colores, que danzan al son de tambores y flautas. Es como ver una obra de teatro al aire libre, donde representan la lucha entre personajes como el “chabochi” (que sería el diablo) y “Tewari” (que representa a Cristo).
Si te animas a ir, Aeroméxico te lleva directo de la Ciudad de México a Chihuahua. De ahí, puedes agarrar un bus o un tour que te lleve directo a la acción en la Sierra Tarahumara.
3. Taxco, Guerrero:
En Taxco, Guerrero, la Semana Santa se vive de una manera muy especial. La gente del pueblo realiza un Viacrucis muy emotivo donde algunos cargan varas de zarzamoras en señal de sacrificio. Es impresionante ver las calles adornadas con alfombras de flores mientras todos rezan juntos.
Los penitentes, vestidos con túnicas negras y capirotes, caminan por las calles de piedra representando las veces que Jesús cayó mientras iba al Calvario. Es una tradición que realmente te hace sentir la historia.
Para llegar, es fácil. Aeroméxico te lleva desde la Ciudad de México hasta Acapulco. De ahí, solo es cuestión de tomar un autobús o un taxi y en un rato estás en Taxco, listo para vivir esta experiencia única.
4. Pátzcuaro, Michoacán:
El Viernes Santo en Pátzcuaro es algo que no te puedes perder. Imagínate esto: dos grandes procesiones se encuentran en la plaza principal. Una lleva diferentes figuras de Cristo en la cruz y la otra, imágenes de la Virgen triste. Todo el mundo se junta en un silencio impresionante, es un momento de mucha devoción.
Lo más emocionante es cuando las dos procesiones se encuentran. La plaza se llena de una energía especial, con todos compartiendo su fe en un ambiente muy solemne.
Si quieres vivirlo en persona, es súper fácil llegar. Aeroméxico te lleva volando desde la Ciudad de México hasta Morelia. De ahí, solo tomas un autobús o un taxi y en un ratito estás en Pátzcuaro, justo a tiempo para unirte a esta tradición tan significativa.
5. Cuch Cruz, Mani, Yucatán
En Mani, Yucatán, el Viernes Santo se celebra de una manera que mezcla las tradiciones mayas con las cristianas. Hay dos procesiones principales: una donde la gente reza el Rosario del Pésame y otra, la Cuch Cruz, donde 12 valientes cargan una cruz enorme de cedro que mide como 10 metros.
Es impresionante ver a los penitentes que van descalzos y sin camisa, algunos hasta se dan latigazos como sacrificio.
Si te llama la atención y quieres verlo por ti mismo, Aeroméxico tiene vuelos directos de la Ciudad de México a Mérida. De ahí, es fácil llegar a Mani en autobús o taxi.
No te pierdas cada rincón de la Semana Santa en México. Seguramente habrá una fiesta religiosa para celebrar tu descanso, tus costumbres y un merecido retiro espiritual.
#NuncaDejesDeViajar