Uganda es una nación con mucho qué hacer enclavada en África Central que se caracteriza por ofrecer interminables y grandes emociones, tales como visitar un safari, actividad que no es muy común pensar que es propicia para niños.
Afortunadamente esta nación ofrece una aventura que los pequeñines no podrán olvidar jamás; no los dejes con la abuela ¡Mejor llévalos en tu expedición por la sabana!
Uganda tiene uno de los climas más extremos sobre la tierra, su calor excesivo te hará recordar cada momento que estés lejos de casa y sólo desearás mojarte a la menor provocación.
El Río Nilo, primera parada del Safari, empieza tu aventura por balsa a través de este cuerpo de agua, donde los niños podrán tomar sus primeras clases de remo y navegación.
También pueden visitar los diversos mantos acuíferos que existen a lo largo de todo el país, como el Lago Victoria o el Lago Kyoga.
¡Vistas increíbles!
Ahí los pequeños disfrutarán de paisajes y del avistamiento de aves y peces, podrán utilizar sus cañas y probar suerte, o ver a los diferentes y expertos pobladores que con su red atrapan diversas especies de peces.
Las tranquilas aguas de esta región acuática permiten que los niños puedan nadar a las orillas del lago y sentir la suave y escurridiza vegetación que les hace cosquillas en los pies, siendo un “safari” seguro para todos.
Visitar los safaris africanos es una obligación al llegar a tierras ugandesas, tan sólo la idea de pensar que no es un documental de televisión y que estás presente frente a un ecosistema real, se te pone la piel chinita.
Reservas naturales y parques nacionales como el Kidepo Valley o el Katonga Wildlife te hacen vivir la emoción del avistamiento salvaje, ¿Cómo no enamorarse de este safari al natural?
Aquí podrás observar desde antílopes hasta leones en su hábitat completamente natural.
La isla de los chimpancés
La sabana en su completo esplendor y diferentes especies en peligro de extinción que sólo habitan en este país, son parte de la experiencia africana para chicos y grandes.
La Isla Ngamba, nombrada por los habitantes como la Isla de los Chimpancés, es hogar de cientos de estos simpáticos animales.
Los verás saltando, gritando, jugando y en algunos casos podrás acercarte a ellos para darles algunas frutas.
Alimentar a estos chimpancés es de suma diversión y sirve como terapia para los niños, no olvides que esta zona es reserva natural y debes procurar obedecer sus reglas.
Todas estas islas e islotes se encuentran repletos de coloridas aves, mamíferos, peces y extraños insectos que se muestran ante los ojos de los pequeñines.
Aldea Kasubi
A unos kilómetros del lago Victoria se localiza la Aldea Kasubi en donde se encuentran las tumbas del mismo nombre, este lugar fue denominado Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En este lugar se celebró el entierro de diversos reyes de la tribu Ganda en el siglo XVII, y han seguido de pie a pesar del incendio que se vivió hace poco tiempo.
Es un sitio de completa tranquilidad y con un sol idóneo para que puedas pasar una tarde perfecta en familia.
No pertenecerá a ninguna liga europea de fútbol pero en Kampala, (capital de Uganda) se vive la pasión de este deporte como en las grandes capitales del mundo.
Así que no dudes en llevar a tus hijos a uno de los estadios donde se presentan diversos equipos.
El fútbol se vive en Uganda
Estoy seguro que te divertirás mucho al celebrar con tus hijos cada gol como si se tratara de tu equipo.
¿Cómo un deporte puede ser tan amado en todos los hemisferios y dejarte con un buen sabor de boca?
Disfruta cómo los habitantes quienes aparte de jugar por un torneo, lo hacen por completa diversión, esparcimiento y salud.
¿Quién sabe? En una de esas, tú y los tuyos se echan un “mano a mano” con el equipo local.
La comida tradicional es de sabores condimentados pero con una sabrosa gastronomía a base de vegetales como espinacas, papas, tomates y jengibre.
Los más pequeños de la casa degustarán botanitas saludables como las papas bañadas con salsa de tomate o una deliciosa cacerola de vegetales con salsa de pollo.
¡Checa esto!
No olviden beber el famoso té negro con jengibre, muy típico del país.
Cuidar cada una de las regiones y ecosistemas del país depende de nosotros, pero los niños son quienes verán un mundo diferente después de una experiencia en safari.
Así que no dudes en realizar con ellos un viaje de aprendizaje que seguramente les dejará una enorme huella de responsabilidad.
Una maravilla natural de la vida. #Nuncadejesdeviajar.