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RUTA del CAFÉ en Chiapas: Un viaje al corazón del SOCONUSCO y la FINCA ARGOVIA

SOCONUSCO Y LA RUTA DEL CAFÉ

SOCONUSCO Y LA RUTA DEL CAFÉ

El café es mucho más que una bebida. Es memoria, tradición, paisaje y cultura. La Finca Argovia es uno de esos lugares donde el café trasciende de bebida a experiencia… En el sur de Chiapas, entre montañas cubiertas de neblina y paisajes de selva vibrante, el Soconusco guarda el secreto mejor servido: la Ruta del Café. Aquí, cada sorbo es un relato y cada finca, un capítulo vivo de la historia de una región que late al ritmo de esta semilla que transformó comunidades enteras.

Entrada a Finca Argovia. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

Un LEGADO SEMBRADO hace más de un SIGLO

La historia del café en el Soconusco comenzó en el siglo XIX, cuando familias europeas y mexicanas vieron en estas tierras fértiles un espacio ideal para cultivar granos de la más alta calidad. Las condiciones del clima, la altitud y la tierra volcánica crearon el escenario perfecto para que el café chiapaneco se convirtiera en uno de los más apreciados en México y el mundo.

Granos de café en mano. Foto – Finca Argovia

De este origen nacieron las grandes fincas cafetaleras, que hoy no solo producen café, sino que también abren sus puertas al turismo. Caminar entre sus patios, molinos y jardines es como recorrer un museo vivo donde la tradición sigue latiendo.

Recorrido por Finca Argovia. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

FINCAS que cuentan HISTORIAS

Entre las fincas más emblemáticas, se encuentran la Finca Hamburgo, con más de un siglo de historia; la Finca San Francisco, famosa por su hospitalidad; y Finca Argovia, considerada una joya ecoturística que ha sabido reinventarse.

Y es que en Finca Argovia, la experiencia va más allá de recorrer cafetales. Los visitantes pueden hospedarse en habitaciones con balcones que se asoman a un mar verde de selva, probar recetas que fusionan cocina chiapaneca con sabores internacionales y disfrutar de un spa con tratamientos naturales. Cada rincón parece pensado para que el viajero no solo aprenda del café, sino que lo viva en carne propia.

Desayuno chiapaneco en Finca Argovia Foto: Jonathan Moreno

Experiencias que DESPIERTAN los SENTIDOS

La Ruta del Café en Chiapas no es solo una lección agrícola, es un viaje sensorial. Durante los recorridos se aprende cómo se cosecha cada cereza, cómo se fermenta y seca el grano, y cómo ese proceso artesanal define el carácter de cada taza. En las catas, se descubre que el café puede tener notas de chocolate, vainilla, frutos rojos o flores, dependiendo del método de extracción.

Probar una prensa francesa, un espresso o un chemex en medio de la selva es como abrir un abanico de mundos en cada sorbo.

Cata de café. Foto – Jonathan Moreno

Además del café, Finca Argovia ofrece un tour de flores en el que se recorren invernaderos llenos de orquídeas, heliconias y anturios. Estas flores, cultivadas con la misma pasión que el café, viajan a hoteles y eventos en todo México, llevando consigo la esencia del Soconusco.

Invernaderos en Finca Argovia. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

Turismo con propósito en FINCA ARGOVIA

Visitar la Ruta del Café es también un acercamiento a las comunidades que han hecho posible esta tradición. Cada taza es resultado del esfuerzo de familias que, generación tras generación, han mantenido viva esta herencia en los granos. Por eso, más que turismo, se trata de un homenaje silencioso a las manos que trabajan la tierra con paciencia y respeto.

Aquí, el visitante no solo se convierte en espectador, sino en cómplice de un modelo de turismo sostenible que protege la naturaleza y valora el trabajo humano.

Cosecha de café en Finca Argovia. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

Dale PLAY al siguiente video para DESCUBRIR más de la FINCA ARGOVIA en Chiapas

https://www.youtube.com/watch?v=edsOQuceae8

Más allá del CAFÉ

El Soconusco sorprende también por su biodiversidad. Los senderos privados de las fincas permiten adentrarse en la selva, escuchar el canto de aves exóticas y contemplar amaneceres que parecen pinturas. Quienes buscan desconexión y contacto con la naturaleza, encuentran en esta región un refugio donde los días se viven sin prisa.

Preparación de tamales en Finca Argovia. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

Además, la gastronomía complementa la experiencia. Los platillos típicos de Chiapas, maridados con el café de la finca, ofrecen un festín que combina lo local con lo internacional. Cada comida se convierte en una oportunidad más de descubrir la riqueza cultural del estado.

Orquídea en tour de flores. Foto – Jonathan Moreno

¿Cómo LLEGAR a la tierra del café y la FINCA ARGOVIA?

El punto de partida para esta experiencia es la ciudad de Tapachula, en la frontera con Guatemala. Para llegar, es necesario volar desde la Ciudad de México u otras capitales importantes hacia el Aeropuerto Internacional de Tapachula: puerta de entrada al Soconusco.

EXTRA. Auto adentrándose en la selva. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

Desde ahí, el viaje continúa por carretera hacia las fincas cafetaleras enclavadas en las montañas, en trayectos que van de una a dos horas y que revelan un paisaje de verdes infinitos. Llegar a esta zona ya es parte de la aventura: mientras se asciende, el clima cambia, la neblina cubre los cafetales y se tiene la sensación de estar entrando a un mundo donde el tiempo se mueve al ritmo de la naturaleza.

Tour de café en Finca Argovia. Foto – Jonathan Moreno

Un viaje INOLVIDABLE

La Ruta del Café en Chiapas y la Finca Argovia son destinos que transforman. Quienes llegan hasta el Soconusco no solo se llevan el recuerdo de un paisaje, sino la certeza de que el café es, en realidad, una forma de vida.

Por eso, este viaje se recomienda a todo aquel que alguna vez haya sentido que una taza puede contar una historia. Porque aquí, entre neblina y cafetales, se confirma que el café no solo se bebe, se vive. ❖

Letrero de la Ruta del Café. Foto – Argovia Ecolodge (Facebook)

#NuncaDejesDeViajar

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