Esta es la crónica de una aventura en carretera de 5 cómplices, un Road Trip desde México hasta Nueva York.
Existen viajes en la vida que se recuerdan por siempre, aquellos que por alguna razón no podemos dejar de contar a amigos y en la vejez, quizá a los nietos.
En algunas ocasiones atesoramos aquellos viajes que realizamos cerca y con poco presupuesto, o bien, aquellos en los que cruzamos océanos o grandes terrenos.
Pero definitivamente los mejores viajes, son aquellos que significan un reto personal.
La aventura de Carlos
Soy Carlos Navarro, un colaborador del “El Souvenir” que inició una aventura por carretera de la Ciudad de México teniendo en mente llegar a Nueva York con el objetivo de concursar en un evento de patinaje.
La verdad es que no se trataba de un concurso cualquiera, sino del concurso de patinaje que se lleva a cabo en “La Gran Manzana” en Nueva York, y la aventura no la emprendí sólo, sino con muy buenos amigos.
He aquí la primera parte de mi experiencia.
¡Ruedas sobre el camino!
Después de terminar dos ciclos inolvidables, es decir haber acabado la Licenciatura en Administración y mi estancia como becario, decidí emprender esta aventura que será inolvidable.
Un viaje por carretera desde la ahora Ciudad de México (CDMX)hasta la Ciudad de Nueva York (New York).
Por fortuna en este Road Trip me acompañaron mis mejores amigos.
Mis amigos querían conocer los paisajes de la Costa Este de Estados Unidos, y aunque confieso que yo también, mi objetivo (y sueño) era concursar en la Inline Skate Big Apple Competition.
Los viajeros
Ricardo Batiz de 22 años,
Luis Fernando Aguilar de 20,
Jorge Arredondo de 25,
Carolina Villavicencio de 21
y yo, Carlos Navarro, de 26 (el mayor del grupo).
Consulta El Cachoblog si te interesa conocer detalles de los viajeros.
Ruta detallada
Sería demasiado absurdo querer hacer este viaje sin adentrarse a conocer lo más que se pueda durante la trayectoria, por ello entre todos definimos que la ruta más adecuada para nosotros sería:
Mexico DF – Monterrey – Houston – Nueva Orleans – Atlanta – Charlotte – Washington DC – New York City.
Hospedaje
Este Road Trip se hizo en 2014, en ese entonces no había tantas páginas para reservar hoteles ni muchas opciones a bajo costo.
Logramos encontrar hospedaje a través de la página “Couchsurfing”, la cual es una comunidad en internet que conecta a las personas que están en posibilidades de recibir a viajeros en sus casas con aquellos que desean hospedaje, una especie de posadas modernas con una maravillosa diferencia: ES GRATIS.
La travesía
El viaje que inicialmente estaba planeado que comenzaría a las 4:00 de la mañana empezó a las 9:30 al sur de la Ciudad de México, debido a que Batiz, quien fue elegido para representar a México en el campeonato Mundial de Slalom en China, pudiera ir a la embajada a recoger su visa, que a sorpresa de todo mundo pudo conseguir maratónicamente en dos días.
Paramos en el centro comercial para comprar los víveres necesarios para sobrevivir hasta llegar a la frontera (básicamente atún, cereal, leche, agua y barras de linaza).
Primer destino: Monterrey
Posteriormente emprendimos el camino a la maravillosa ciudad de Monterrey que se había elegido como primer destino, en donde ya teníamos hospedaje.
La ruta que seguimos, fue a través de la carretera Panamericana, México-Querétaro-Matehuala–Monterrey.
Sin embargo, el estrés estuvo presente durante todo el camino al recordar la serie de advertencias que en repetidas ocasiones nuestros seres queridos nos hicieron en torno al clima de violencia que azota las carreteras del país y que se agudiza con mayor crueldad en las del Noreste del país.
Pero en conclusión nada pasó a mayores.
Pese a que todo el mundo pudiera pensar lo contrario, en nuestra experiencia la carretera estuvo muy tranquila, nos topamos con 3 retenes de seguridad, de los cuales sólo en uno nos cuestionaron y bajaron de la camioneta para revisar nuestro equipaje.
Los paisajes áridos que caracterizan al norte de México nos acompañaron durante todo el trayecto, fue lindo ver al sol cómo se escondía tras las montañas completamente áridas que caracterizan al suelo de Nuevo León y de San Luis Potosí.
Al entrar a la capital Regia nos impresionó ver al fondo de la carretera al ícono neoleonés, El Cerro de la Silla.
Posteriormente pasamos al lado del impresionante Puente Atirantado y pudimos observar como la tarde caía, iluminando con sus colores rojizos las dos preciosas Torres Moradas.
Seguimos por el camino hasta llegar al Municipio de San Pedro Garza García, el más seguro y VIP de la zona.
Sin duda alguna Monterrey ofrece muchos lugares de interés para visitar y que por ahora nos perdimos por no haber salido a la hora prevista, al regresar tendremos que buscar la forma de no desaprovechar la oportunidad de ir a patinar al Parque Fundidora, al Paseo de Santa Lucía y de visitar la Macroplaza.
Al salir de Monterrey se nos atravesó una disyuntiva en torno a la ruta a seguir para cruzar la frontera. ¿Salimos por Nuevo Laredo o por Colombia?
No es broma, así se llama el pueblo en donde se ubica el puente internacional que cruza el Río Bravo y conecta la estrecha frontera de Nuevo León con el estado de Texas.
Por Colombia
Después de un largo debate nos decidimos por el cruce en Colombia.. aunque a los 10 minutos ya todos nos estábamos arrepintiendo.
Estábamos prácticamente en medio del desierto, circulando en una carretera que no es de cuota, es de dos carriles (uno de ida otro de vuelta) y muy pero muuuy poco transitada.
Lo único que observábamos eran las vías del tren que estaban paralelas a la carretera, uno que otro tráiler con el que nos cruzábamos y los paisajes áridos que caracterizan al noreste del México, eso sí, preciosos paisajes.
Pequeños tumbos
Nos trepamos nuevamente a la camioneta, pasamos un retén en el que le abrieron todas las maletas a Carolin.
Seguimos nuestro camino y, como 10 minutos antes de llegar a la frontera, Jow nos avisa que la camioneta ya estaba a punto de quedarse sin gasolina.
Si ya estábamos un poco más relajados, bueno, aquí de plano sí sentí que necesitaba un pañal…
A fin de cuentas valió muchísimo la pena venirnos por Colombia, pudimos ver buenos paisajes y a la hora de hacer fila (para el retén y para cruzar la frontera, es conveniente que haya poco tránsito.
En la fila sólo tuvimos que esperar 3 coches y el permiso nos lo dieron sin ningún problema. Nos tardamos como 15 minutos en cruzar la frontera.
Sólo hubo en pequeño problema, nadie cambió los pesos a dólares.
Para la próxima entrega Carlos o Cacho, como le gusta que le llamen, nos contará sus experiencias en Houston, Nueva Orleans y Atlanta.
#NuncaDejesDeViajar