A simple vista, Celestún es un pueblo pesquero y pequeño, pero nada podría estar más alejado de la realidad. El ser pequeño no significa que no haya actividades entretenidas para pasar unos emocionantes días de vacaciones. Aquí puedes encontrar la iglesia en honor a la Purísima concepción o el faro en el muelle, sin embargo, aún falta mucho más por conocer más allá de sus paseos en bicicleta y kayak, o disfrutar de la variedad de mariscos frescos, y cosas mucho más hermosas que buscar a los monos araña en los árboles.
Con 81,482.33 hectáreas de terreno, tenemos estos preciosos corredores de humedales en la costa del precioso Yucatán, que sin duda alguna es un lugar que necesitas visitar al menos una vez en la vida.
¡El ambiente perfecto para cientos de flamingos!
A unos 90 km de distancia desde la bonita Mérida, encontramos esta reserva de la biósfera, la cual contiene grandes niveles de humedad gracias a las aguas subterráneas, creando el ambiente perfecto para la preservación de los flamingos rosados.
Mas no todo es color de rosa, ya que este también es hogar de 95 especies de aves y 75 migratorias. Unas de las especies más representativas del lugar son los cocodrilos de pantano, matracas yucatecas, colibríes cola hendida, y árboles tales como los mangles rojos, negros y blancos, y ciricote. ¡Pero eso es nada! La fauna y flora de la reserva es inmensa, tanto así que no serás capaz de contarlas con los dedos.
La actividad por excelencia de la reserva sin duda son las excursiones en barco o lancha, las cuales parten desde los muelles de pescadores y las playas. Eso sí, no vayas a pensar que es un paseo corto, porque hay tanto que ver que un día jamás será suficiente para abarcarlo todo.
¿Y por qué no visitar el Ojo de agua de Baldiosera? Deja que el agua cristalina del lugar llene tu mente de paz, refréscate con ella del sol abrasador.
Y si es que prefieres una actividad a pie, prueba yendo al bosque petrificado de Tampetén. Este lugar combina la “muerte” y la vida en un solo lugar. Estos árboles y su apariencia muerta son prueba de la salinidad del agua, la cual es la que favorece al hábitat de los flamingos, que, por cierto, ¡son considerados los más rosados del mundo!
Las mejores postales en Ría Celestún
Como ya te habrás dado cuenta, Celestún no es solo el hogar de una gran cantidad de especies endémicas de nuestro país, sino que también es un lugar al que tienes que saber cómo sacarle el debido provecho una vez pongas un pie en esta área nacional protegida.
¡Que se acerquen los fotógrafos! Aquellos amantes de guardar recuerdos a través del lente de su cámara disfrutarán en su totalidad de cada segundo de la experiencia.
Las caminatas y el senderismo son la excusa perfecta para contemplar a la fauna del lugar, mientras que los pequeños pueden aprender sobre la naturaleza mientras se divierten.
Los amantes del rosado no van a permitirse el dejar pasar la oportunidad de ver la mayor concentración de plumaje rosa, así que, si esa es tu principal excusa para visitar la reserva, la mejor época para hacerlo será de noviembre a febrero.
Pero, la verdad es que este es un lugar ideal para todo el año, cualquier estación le sienta a la perfección a esta enorme concentración de la naturaleza.
¿Como llegar?
Hay diversas maneras de llegar a la reserva, el viajar desde Mérida es una opción puesto que ahí puedes encontrar el hotel de tu preferencia, aunque si te pasas por Campeche, también puedes agregar este destino a tu viaje.
El transporte público también es una opción, incluso la movilidad dentro del Área Nacional Protegida también te ofrece ir por embarcación. Solo recuerda que una vez entres a esta última, se paga una tarifa de $57.87 MXN.
Y si lo tuyo es la comodidad al viajar, entonces puedes darte una vuelta en el portal de Mi Escape, quienes se van a encargar de ofrecerte todo lo necesario para tu viaje en el Estado. Hoteles, transportes, vuelos, y hasta tours. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!