Si pensabas que todo lo habías visto en cuanto a pueblos fantasmas, déjanos decirte que te falta uno y este de verdad si te provoca miedo. Se trata de la ruta del misterio Real de Asientos. A penas fuimos y esto fue lo que sucedió.
Ruta del misterio Real de Asientos ¡Conoce el mágico lugar!
Ubicado en Aguascalientes, este “Real” es, como su nombre lo indica, fue un lugar que tuvo su época de bonanza basada en la minería.
La Mina “El Hundido” fue una gran productora de plata y gracias a ello, este lugar se ubicó dentro del Camino Real Tierra Adentro como parte de esa importante ruta en México.
Por mucho tiempo fue un pueblo abandonado
Como todo en la vida, tarde o temprano este pueblito dejó de producir el metal y poco a poco se vio abandonado por sus habitantes debido a no encontrar otra manera de subsistir.
Un gran porcentaje abandonó sus casas dejando un ambiente desolador. Pero quizá ese es ahora su encanto, el pueblo se caracteriza por sus casas con fachadas de cantera rosa que son el testimonio más fiel de que los habitantes construían con materiales duraderos.
Ruta del misterio Real de Asientos
Nuestro recorrido empezó con la visita al Museo de la Minería, ahí un guía nos dio la explicación de la época minera.
Aunque es pequeño el museo podrás ver bastantes fotografías de antaño y los metales que se extraían del lugar.
Pero eso no es todo, aquí comienza lo bueno, un pasadizo o túnel secreto nos esperaba, solo debíamos tomar una vela a manera de quinqué, bajar unas angostas escaleras y comenzar a temblar.
Bajando los escalones de metal se oculta uno de los 3 túneles que conectan por debajo del pueblo, estos, fueron utilizados para protegerse de posibles filtraciones en la parroquia.
El recorrido no es muy largo, escasos unos 60 metros, es húmedo y verás algunos huesos humanos.
Los túneles de un pueblo Fantasma
Ahí mismo podrás escuchar algunas leyendas y no te miento, de repente podrás sentir la presencia de algo que te sigue, debo confesar que se me enchinó la piel y no tenía idea del por qué, si no había nadie detrás de mí.
Una vez que salimos del túnel, estábamos frente a la parroquia, ahí escuché al guía mencionar que otros viajeros han visto a un niño recorriendo este subterráneo y piensan que es parte de los visitantes, pero no.
Incluso hay una ofrenda con flores a este niño justamente en las escaleras de salida.
Bueno, después del susto, conocimos la Parroquia de Nuestra Señora de Belén, ahí mismo podrás ver al cristo que está hecho ¡con restos humanos! La gente local dice que es muy milagroso.
Por su parte, la virgen de Belén es celebrada en enero, así como el Señor de Tepozán es en el mes de julio, justamente el día del minero.
Junto a la parroquia hay una pinacoteca que vale mucho la pena visitar por sus lienzos, retablos, y dalmáticas bordadas con hilo de plata.
Debes saber que en este lugar hay pinturas de Miguel Cabrera, pero llaman la atención dos obras en particular y que te dejaran pensando.
Se trata de La Circuncisión del Niño Jesús y El Bautismo de Jesús en el Río Jordán, cuya visión óptica te puede alucinar con unos ojos que te van siguiendo mientras caminas.
Pueblo desolado, pero encantador
Una vez que salimos, recorrimos las calles con dos niños guías certificados de Real de Asientos.
Esto nos resultó sencillamente encantador ya que ellos creen firmemente en historias fantasmales y le ponen toda la emoción que, por costumbre, un adulto dejó años atrás.
Al ser medio día el sol “estaba a todo lo que daba” y por ello el pueblo lucía solitario, pero ciertamente encantador.
Las fachadas se han ido remozando por sus propios dueños y algunas otras muestran ese aire de dejo y abandono.
Debes conocer aquella fachada que perteneció a Don Gaspar Benito de Larrañága, uno de los fundadores del Real y empresario minero.
Ahí lo recomendable era detenerse para observar el anagrama religioso hecho en cantera.
Otra parada religiosa es el santuario de la Virgen de Guadalupe. Vale la pena entrar y ver sus pinturas de los doce apóstoles y Jesús.
Así como los santos religiosos, su portada de ostra marina y la campana antigua.
Ruta del misterio Real de Asientos: Cementerio y catacumbas
Pero continuando con la Ruta del Misterio, justo atrás del templo de la Virgen se ubica el cementerio más antiguo del estado el cual fue construido a raíz de una epidemia de gripe en el siglo XVIII.
En él descansan los restos de los primeros españoles que habitaron la región y actualmente se encuentra dividido en secciones de acuerdo al estatus social que ocupaban las personas en el pueblo.
Por ejemplo, hay un jardín con flores, palmeras y árboles, pero realmente es la base de las tumbas, verás varios nichos con los restos humanos al aire libre.
Esto rebasa un poco lo que esperas encontrar, sobre todo si lo visitas cayendo la tarde.
Junto al jardín es posible ver algunas momias bien conservadas de personajes del pueblo y que no han sido reclamados por los familiares, por lo tanto, se encuentran en exhibición.
Imagina estar en este sitio con velas o candelas mientras el guía te cuenta algunas leyendas ¡Uuuuh escalofríos!
Pero eso no es todo, también hay un par de catacumbas que conducen a túneles subterráneos que comunican a las iglesias; en ellas solo podrás asomarte y remontarte al pasado.
Verás restos de cráneos, costillas y tibias que te pondrán la piel chinita, sobre todo al saber cómo eran enterrados los trabajadores de las minas y las condiciones en las que llegaban a morir.
No puede faltar “El piojito”
Después de pasar un buen susto, lo recomendable era conocer el resto de la ciudad a bordo de “El piojito”, un tren turístico a base de vagones que son jalados por un tractor.
Antiguamente transportaba mineral desde la mina Santa Francisca a la estación San Gil.
Ahora el piojito sale de la plaza principal rumbo a la Mina El Hundido, ahí pudimos ver y conocer los procedimientos de cómo se extraía la plata y otros metales, además de visitar el galerón de los esclavos.
Última parada, El Tepozán
Este lugar es un básico en esta ruta, por muchos años funcionó como convento y hoy es un museo en donde se puede apreciar en sus salas la historia de las primeras poblaciones de tribus Huachichiles.
Además de la vida conventual y obras religiosas, vale la pena una visita guiada en este lugar que está lleno de leyendas.
Todas esas leyendas están llenas de horror porque después de una pequeña introducción en plena obscuridad, fuimos sorprendidos por el azote de una puerta.
A pesar de que esto no lo tenían planeado en la visita guiada, la guía nos introdujo a cada habitación del convento contándonos episodios de miedo, leyendas, apariciones y exorcismos que vivieron los propios monjes.
Tu puedes visitar este convento por tu cuenta, al estar afuera del pueblo, el misterio se hace presente ya que son pocos los visitantes y te puede alcanzar el miedo en cualquier momento.
Las interesantes charlas de los guías fueron un boleto al pasado, puedes imaginarlo perfectamente y entender que Real de Asientos guarda en cada rincón un secreto de alguien que dejó este plano y está rasgándose por ser descubierto. #NuncaDejesdeViajar