Ubicado en Aguascalientes, Real de Asientos te hace viajar al pasado durante una caminata por sus calles empedradas y llenas de fascinantes historias.
Si realizas tu visita vía carretera te tomará solo una hora con veinte minutos, y con solo treinta y cinco pesos llegarás con el transporte público.
Enseguida te darás cuenta que el paisaje lo abrazan altiplanicies áridas. Cactus, flores y ganado se cruzan en tu mirada, regalándote muestras naturales de la vida rural.
Real de Asientos en Aguascalientes
Real de Asientos te encantará con el solo hecho de llegar a su corazón o jardín principal que te invita a conocer la vida cotidiana de los habitantes.
Los sabores que se pasean por tu paladar al probar una simple paleta de sandía o de piña.
El platicar con personas locales que visitan el jardín para pasar el rato, ya es una seguridad que tendrás nuevos amigos que están felices de que visites su tierra.
La plaza principal es el punto de reunión de las personas que transitan el pueblo. Sea como paso de sus actividades o por simple esparcimiento.
“Con el estómago lleno y el corazón contento”, sube unos escalones para llegar a la Parroquia de Nuestra Señora de Belén.
El interior es sobrio, con su altar en el que el Cristo está articulado en algunas partes del cuerpo, este tipo de figuras son conocidas como muñeco de goznes.
Un pueblo minero de antaño
Encontrarás un pequeño resumen fotográfico del antiguo real minero, además de instrumentos y diferentes utensilios que requería este oficio a principios del siglo XX.
Pero lo más impresionante son aquellas pinturas que se exhiben, te recomiendo que tomes una visita guiada y aproveches los comentarios de los guías.
También se exhiben pequeñas muestras de algunas piedras y minerales que se extraían, pero lo más interesante es poder acceder con el guía a los túneles subterráneos.
Puedes continuar tu paseo caminando por las calles aledañas al centro y admirar las casas solitarias como detenidas en el tiempo y pintadas con delicadeza.
Estas tienen rasgos interesantes como medallones de piedra, puertas antiquísimas y herrería a veces de caprichosas formas y en otras ocasiones, sencilla.
Entre los templos que no dejar de visitar están la Capilla del Cerrito, El Santuario de Guadalupe y el cementerio.
Además toma un tiempo extra para llegar a las afueras del poblado y visitar el Templo y Ex convento del Señor de Tepozán.
No te vayas sin llevarte tu Souvenir, hay artículos de alfarería muy detallados para tu casa u oficina.
También es común llevar conservas de guayaba y dulces, tu familia y amigos lo agradecerán y tú apoyarás a la comunidad.
Si quieres descubrir un Pueblo Mágico en el que la soledad también es un ingrediente necesario para que pases un fin de semana tranquilo y sin bullicios.