Estambul es una de las ciudades más interesantes y bellas del mundo que no puede faltar en la lista de deseos de cualquier viajero y aquí te traemos ¿Qué hacer en Estambul?.
Aunque no es la capital de Turquía, sí es la ciudad más grande en donde coexisten una fascinante cultura, secretos gastronómicos, una vibrante vida nocturna y hasta una playa.
Los esenciales
¿Por dónde empezar? En la zona llamada Sultanahmet están muchas de las atracciones culturales más famosas de la ciudad: la antigua Catedral de Santa Sofía (hoy museo), la Mezquita Azul, las Cisternas de la Basílica, el Palacio de Topkapi y varios museos.
Es difícil elegir un favorito de entre todos ellos, quienes llegan en crucero y solo cuentan con un par de horas para recorrer la ciudad optan por conocer las dos atracciones principales que son Santa Sofía y la Mezquita Azul.
Digamos que es el equivalente a visitar el Big Ben en Londres y la Torre Eiffel en París.
“…y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa
y allá a su frente Estambul.”
José de Espronceda, “La Canción del Pirata”
Si cuentas con al menos un par de días para sumergirte en su cultura, debes planear tu día con antelación, así que levántate antes que los demás para evitar filas innecesarias.
¿Qué comer?
Sin salir de Sultanahmet encontrarás verdaderos paraísos culinarios, desde el puesto callejero, hasta un restaurante gourmet, así que prepárate porque ¡La comida turca es excelente!
Los restaurantes con terraza tienen la ventaja de ofrecer vista al estrecho del Bósforo, una vía acuática que separa la parte europea de la asiática.
Si de repente te sientes nostálgico debes probar un “döner”, la comida turca típica que se prepara en un trompo muy parecida a los tacos al pastor.
Para acompañarla ordena una cerveza turca (Efes es la más común). De postre, no debe faltar algún dulce tradicional, por ejemplo una baklava, que es una fiesta de azúcar y nueces para el paladar. ¡Ah, y un vaso de chai!
Ciudad de contrastes
Estambul es una ciudad de muchos contrastes, con una vida agitada pero muy espiritual.
Basta con pararse en una esquina para percibir los olores de comida y ver a la gente de camino a sus trabajos; mientras tanto en alguna mezquita cercana decenas de personas se congregan durante el llamado de oración.
Otro de esos contrastes es visible entre el histórico Sultanahmet y el flamante Taksim, una zona de Estambul que mira hacia el futuro y la modernidad.
Mientras que el primero cuenta con el famoso Gran Bazar y el Mercado de Especias, el segundo está repleto de tiendas de moda y bares para todos los gustos.
Taksim también es conocida últimamente por ser la plaza donde Turquía ha visto muchas de sus protestas en la versión local del movimiento llamado la “Primavera Árabe”.
Y aunque este tipo de noticias pueden disuadirnos para viajar, la recomendación es siempre usar el sentido común, exactamente como en cualquier otra metrópoli.
Además las visas para visitar Turquía son muy fáciles de adquirir por internet, y para algunos ciudadanos de ciertos países es incluso gratuita.
En tu maleta traerás de regreso varios souvenirs, una lámpara como la de Aladino, un ojo de vidrio (contra el mal de ojo) y si tienes espacio, una auténtica alfombra turca. #NuncaDejesDeViajar