Dicen que el Caribe Mexicano es el verdadero paraíso, y hay tantos lugares tranquilos y maravillosos que solo basta con abrir un mapa y señalar cualquier punto de Quintana Roo y será una garantía, recientemente me pasó con Punta Allen.
Se trata de una península que forma parte de la Reserva de la biosfera de Sian Ka’an, un lugar en donde la naturaleza crece como solamente dios lo imaginó. Aves, manglares, playas de arena blanca y palmeras.
Se localiza a dos horas de Tulum
Ciertamente para llegar a Punta Allen debes partir de Cancún o de la Riviera Maya, y más específicamente de Tulum; lo recomendable es rentar un auto y explorar a tu manera.
Después de pasar por la rivera de Tulum iniciarás con un pago de $36 el viaje. Un camino envuelto en vegetación selvática.
Algunas lianas colgando de las ramas de árboles, así como un camino estrecho de terracería serán tus guías, el recorrido puede parecerte una osadía o una aventura en zonas inhóspitas.
Lo anterior es porque a donde mires no habrá nada, más que naturaleza y unas cuantas viviendas. ¿Pero entonces, qué tiene de encantadora esta región?
Llegando a Punta Allen
Al llegar sé hacen presentes algunas viviendas de pescadores y de propietarios de terrenos que vienen a obtener un descanso o un refugio fuera de casa.
Algunas propiedades están acondicionadas con servicios de hospedaje o como agencias de ecoturismo, quienes te ayudan a explorar cada una de las sorpresas que tiene esta zona.
Minutos después el ambiente se aromatiza con esencias de frutas y flores debido a la variedad de árboles que aquí se encuentran, el ambiente se va tornando encantador.
Si prestas atención por la ventana del auto podrás ver aves de varios colores volar sobre ti y pareciese que te acompañan en tu viaje.
El mayor tesoro
Más adelante el camino se despeja y ¡el mar aparece! con esos los típicos colores turquesa y azul del Caribe mexicano.
Aquí puedes escoger algún espacios para pernoctar un rato y caminar por la orilla del mar.
Después de una hora explorando la rivera de Punta Allen, seguramente te encontrarás cangrejos, monos, iguanas y algunos coatíes en el camino.
Inmerso en este ecosistema, estarás pasando a un costado del puente de madera de Boca Paila, totalmente una reliquia del pasado.
Aquí los pescadores están con sus redes atrapando algunas especies para la venta del día. Sin duda una postal digna de admirarse.
Lo curioso de este sitio es que tanto laguna como mar se juntan provocando coloraciones extrañas en el agua, si corres con suerte podrás ver cocodrilos nadando en la superficie.
Naturaleza exótica
A partir de aquí la jungla se cierra un poco más para ofrecerte caminos semioscuros y algunos ruidos que te pueden sorprender
Monos aúllan a tu paso, aves que cantan y graznan; así como la playa “Pez Maya” rompe sus olas en rocas salpicando el agua a varios centímetros de altura.
Por otro lado, “Punta Yuyum” y “Playa San Juan Viejo” son lugares totalmente vírgenes.
Nadar aquí donde a su alrededor no hay más que cristalinas aguas y arena blanca con suave oleaje. Te sentirás como en una isla desierta.
La población de Punta Allen
Te darás cuenta que conducir durante 2 horas vale la pena ya que estarás llegando a la península que identificarás con el faro, aquí se localiza la única villa poblada de Punta Allen.
Comunidad de marineros te reciben con los brazos abiertos y con pequeños comercios de necesidad básica: restaurantes, tiendas de abarrotes y farmacias.
No pueden faltar los tours para poder pescar, hacer snorkel y ver el asombroso arrecife que el Atlántico ofrece.
Incluso lo mejor está por venir en la puesta de sol a la orilla de la playa donde te recomendamos acampar y ver el cúmulo de estrellas que tienes encima de tus hombros.
Recomendación
Si lo tuyo es buscar alejarte de todo y de todos, quédate aquí al menos 3 días para que puedas descubrir la belleza de la paz y lo exquisito de la vida.
Punta Allen, en Quintana Roo, es el edén que te espera para sorprenderte con su increíble espectáculo natural. #NuncaDejesdeViajar