¿Alguna vez has pensado visitar Petra en Jordania? A veces resulta impensable imaginar que dentro de muchos años ciudades como París o Nueva York pudieran estar totalmente deshabitadas.
Todo ese dinamismo, personas e historias perdidas en el tiempo como si nada ni nadie hubiera importado. A veces se nos olvida que eso ha sucedido en la antigüedad y lo único que nos queda son ruinas y zonas arqueológicas.
Es por eso que al visitar un lugar como Petra, tendremos en cuenta que no son solo paredes o reliquias. Petra es la mayor atracción turística de Jordania, todos la hemos visto en alguna portada de revista o en algún programa de televisión.
¿Qué es lo más interesante de Petra?
Podríamos empezar diciendo que es una ciudad milenaria, que tuvo gran importancia como centro neurálgico para las rutas de especias y seda que conectaban a Asia con Europa.
También podríamos mencionar que se le conoce como la “Ciudad Rosa del Desierto” debido a las tonalidades de sus paredes; incluso diríamos que es un lugar habitado de forma clandestina por nómadas en nuestros días.
En realidad, ninguna de estas características son la razón por la cual Petra es tan famosa.
La razón por la que capta la atención de miles de turistas, es porque se encuentra tan escondida que pareciera que emprendimos un viaje tipo “Indiana Jones” en búsqueda del tesoro perdido.
Sorpresas al estilo Jordania
Petra, Jordania, fue esculpida por completo en las rocas por los nabateos, una antigua tribu árabe dedicada al comercio, su construcción data del siglo VI A.C.
Para llegar a ella, es necesario atravesar un estrecho cañón de un kilómetro de largo por 80 metros de altura. Caminar por el Siq, como le conocen los locales, es sentirnos exploradores, como si de repente nos encontráramos en un sueño que por fin se hace realidad.
Un lugar tan lejano y desconocido que finalmente se revela ante nuestros ojos. No se permite la entrada a vehículos a través del Siq, pero siempre se puede alquilar un caballo o un camello.
Al final del cañón, nos encontramos con la imagen más recurrente de Petra: “El Tesoro” o Al-Khazneh, una inmensa fachada de 30 metros de alto labrada en la piedra de la montaña.
Su color pálido resplandece con la luz de la mañana. Fue mandada a construir como la tumba de un importante rey y hoy en día permanece como testigo fiel de las magníficas habilidades arquitectónicas de esos tiempos.
“El tesoro” y “El Teatro”
Pararse frente al “Tesoro” sólo se puede comparar con admirar una pintura en un museo, las emociones afloran debido a la cantidad de detalles.
Pero esa es sólo una de las muchas sorpresas que Petra nos tiene preparadas, al adentrarnos en el valle nos encontraremos con un exquisito teatro estilo romano con capacidad para 3 mil personas.
En ese lugar, se llevaban a cabo todos los eventos artísticos y culturales. También es posible ver grandes calles con columnas, obeliscos y altares.
Las casas de los habitantes no perduraron en el tiempo ya que un terrible temblor azotó la ciudad acabando con centenares de edificios y viviendas.
Sin embargo, existen otras edificaciones que fueron hechas para durar una eternidad, como las tumbas de nobles enclavadas en la piedra y adornadas con extraordinarios grabados.
La vida espiritual también está presente en Petra
Y lo podemos comprobar en el monasterio Ad-Deir, una estructura que domina el valle desde las alturas.
Para acceder a él, es necesario subir ochocientos escalones para aproximarse a su puerta, no es una tarea fácil sobre todo para aquellos que no están acostumbrados a hacer ejercicio, pero bien vale la pena intentarlo.
Existen dos museos en la zona para que terminemos de deleitarnos con piezas y vestigios que nos den una visión completa de la historia de la ciudad, estos son: El museo arqueológico de Petra y el museo nabateo de Petra.
La metrópoli cayó debido al cambio de las rutas comerciales y a los incesantes terremotos, el imperio Romano tomó posesión de la ciudad después de muchos años de intentarlo, pero terminó por dejarla a la suerte de sus habitantes, los cuales la abandonaron tiempo después.
Petra en Jordania fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en el año de 1985 debido a su importancia cultural, histórica y arquitectónica.
Para visitar Petra, Jordania, es necesario contratar un tour desde la capital, Aman. Diariamente los autobuses salen muy temprano a las 6:00 o 7:00 de la mañana y van acompañados de un guía en Inglés y regresan el mismo día por la noche.
También se pueden reservar hoteles cercanos a las ruinas por si queremos disfrutar por más horas de este enigmático sitio olvidado entre las montañas de roca, no dudes en visitarlo y adentrarte en la historia del lugar. #Nuncadejesdeviajar