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Perdido entre valses y artes de Viena

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¡Viena fue nombrada la ciudad con la mejor calidad de vida en el mundo!. Título bien ganado, no sólo por la amabilidad de su gente, sino por la promoción cultural que ostenta. Aquí tienes una lista de las actividades que puedes hacer en Viena.

Es importante mencionar, que la firma de Recursos Humanos Mercer decidió dar este título a la ciudad debido al acceso que sus pobladores tienen a la cultura, y como ya lo sabemos, la ciudad Austriaca tiene mucho por ofrecer en este aspecto.

Viena. Foto: Archivo

Siempre pensé en esta ciudad como en un lugar bello y clásicamente europeo. Pero al llegar mis expectativas fueron rebasadas, ya que me encontré con un cofre de secretos.

Situada en pleno corazón del viejo continente, en la capital austriaca, se sienten de inmediato los impulsos que han dejado la historia y varios personajes importantes.

¿Qué hacer en Viena?. Foto: Marcel Rusu

Cultura por todos los rincones de Viena

El clima sorprendentemente agradable y la ciudad invitan a iniciar el recorrido por el famoso Danubio azul, en realidad no es tan azul, sin embargo la tranquilidad de un paseo a lo largo de este río inmortalizado por el vals de Strauss vale la pena y es un paseo obligado.

Quizás se ve un poco abandonado, libre de turismo excesivo, donde aparentemente sólo pasean los parroquianos locales.

Viena. Foto: Dan Visan

Las autoridades tienen planes de rescatar y comercializar nuevamente esta atracción, pero a mí en lo particular me gusta ese aspecto de misterio y dejo.

Muchos de los museos están concentrados en el centro de la ciudad, aunque bien vale la pena visitar otros en la periferia. Con ese pretexto conoces otros rincones de distintos barrios, esa es la verdadera Viena, en donde te puedes perder en su vida cotidiana.

A la vez, podrás encontrar ese pequeño restaurante para pedir algo a base de carne y un tarro de cerveza local, todos estos rincones están inundados de la arquitectura típica y con gente por demás respetuosa y amigable.

El Danubio Azul. Foto: Martin Lostak

Son tantos los museos que cada uno merecería un artículo detallado contando la historia y su contenido, la cantidad de objetos y obras de arte es simplemente abrumante, visitando como turista unos cuantos días, el tiempo no alcanza, así que es recomendable enfocarse en unos pocos, pero bien vistos.

Viena. Foto: Archivo

El Museo del Mobiliario

Tiene (como su nombre sugiere) colecciones de muebles clásicos de distintas dinastías austriacas que nos transportan al pasado y a la opulencia en que vivían los nobles en todo el mundo.

Tuve la suerte de ver una exposición temporal sobre Maximiliano de Habsburgo, quien curiosamente es llamado Maximiliano de México.

Es muy interesante la manera en que este personaje es visto en Europa, sin embargo cada quien saca sus propias conclusiones.

Museo del Mobiliario. Foto: W24 – Das Stadtfernsehen

Museo Casa de Sigmund Freud

Para los conocedores y aficionados del psicoanálisis, está este lugar, donde se ven objetos de su vida personal, sus notas y de paso, una vista de su legado a la psicología.

Es muy pequeño este museo, pero la casa de un personaje tan importante merece sin duda ser explorada y permitirte aprender algunos datos curiosos.

Casa de Freud.. Foto: Archivo

Museo Welt de Etnografía de Viena

Su principal atracción es el Penacho de Moctezuma. La palabra penacho se ha hecho conocida en el alemán e inglés hablados en Viena.

De tal manera que en cualquier centro de información turística preguntando; “do you know where the penacho is?”  le sabrán indicar a uno como llegar a este museo.

Estar parado frente al penacho fue una experiencia rara, tantos dimes y diretes sobre este ornamento azteca que presumiblemente perteneció a Moctezuma II ejercieron sin duda una gran influencia.

Penacho de Moctezuma. Foto: Hirux’s place

Al contemplarlo, junto con otros turistas-peregrinos mexicanos, soñando despierto en cómo distraer al guardia y subir el penacho a un avión, todos estos pensamientos me pusieron de mal humor. Pero al final era mi deber ir a ver al Penacho.

Verlo ahí, con el guardia cuidando que nadie tome fotografías, y pensando “quizás subjetivamente”, que sí, que debería estar en el Museo de Antropología de la Ciudad de México por el simbolismo que representa para cualquier mexicano, me hace pensar en las grandes colecciones que deberían estar en sus lugares de origen y motivar al viajero a llegar a los recónditos sitios donde pertenecen.

Un museo digno de ser visitado. Foto: Archivo

Museo de Historia del Arte.

Para levantar mi ánimo decidí visitar el Museo de Historia del Arte. Pensaba verlo rápido y calculé una hora. En realidad pasé casi cinco horas en este museo.

La cantidad de pinturas, murales y esculturas parece no tener fin, muchas de las obras de este museo han ilustrado nuestros libros de escuela, así que es fácil reconocerlas.

Son tantas las obras y tantos los artistas, que uno debe tomar nota de nombres para poder después investigar más.

Museo de Historia del Arte de Viena. Foto: Archivo

Definitivamente inspira a cualquiera para conocer más de arte en sus diferentes expresiones. Puedes vivir nuevamente ese viaje dando el paseo virtual que el museo ofrece en colaboración con Google: http://www.khm.at/en/

Menos serio y más relajado es el entretenimiento en el parque de diversiones Prater, a donde se llega en metro. Un paseo alegre para conocer sus atracciones obligadas, como la Riesenrad.

Es decir su rueda de la fortuna, que primero ofrece una exhibición de la historia del parque y después un paseo de veinte minutos con una vista de toda la ciudad y del río Danubio, en un juego que data del año 1900.

Historia en cada mural. Foto: Archivo

¡Hasta pronto, Viena!

Finalmente dejé Viena con cierta melancolía, pero con una meta en mi mente: regresar  y ver más iglesias, ir a algún concierto, ver a los niños cantores, escuchar a Mozart en alguna sala, recorrer sus museos, sus palacios, sus calles.

Schnitzels. Foto: Archivo

Comer nuevamente su charcutería y sus schnitzels y beber su aromático café. Todo eso es Viena, el lugar que se percibe con los cinco sentidos y se extraña con el alma. #Nuncadejesdeviajar.

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