En la época dorada del cine en Hollywood, entre 1920 y 1960, las grandes productoras se dieron cuenta de que era más fácil vender una película si los espectadores veían un rostro reconocido. Fue entonces que surgió el famoso Contrato Estandar: un contrato que ataba a sus estrellas durante 4 a 7 años, y en el que, durante ese tiempo, eran obligados a comprometerse profundamente con la productora. Algunas de las grandes estrellas en firmar este tipo de contratos fueron Marilyn Monroe y John Gilbert.
Los terribles CONTRATOS ESTÁNDAR
Y si bien, la mayoría de las veces, estos contratos catapultaban la fama de los actores, también tenían muchos lados malos. Por ejemplo, las estrellas tenían prohibido trabajar en otros proyectos que no fueran de su estudio. No podían rechazar ningún papel, aunque se supiera que era para una mala película. E incluso, tenían que mantener una buena imagen pública, ya que eran la imagen del estudio.
De esta forma surgieron las cláusulas de moralidad. Los actores tenían que mantener una buena imagen, hacer ejercicio y tener una dieta estricta, mantener una misma personalidad —que muchas veces era creada—, no podían tener hijos e incluso tenían matrimonios arreglados, donde muchos actores de la comunidad LGBT tuvieron que mantener matrimonios heterosexuales. Entre ellos, el famoso actor Rock Hudson, que fue obligado a casarse con Phyllis Gates, la secretaria de su agente.
En caso de no cumplir con el acuerdo, la productora podía prescindir del contrato y hundir la carrera de los actores. Buscando una forma de escapar de todo el ruido y las cámaras de Hollywood, los artistas encontraron Palm Springs, una ciudad que se convertiría en el oasis de privacidad y libertad.
Logan Guinard
Descubriendo PALM SPRINGS
Palm Springs es una pequeña ciudad californiana ubicada a tan solo 3 horas de Hollywood, donde algunos actores que pertenecían a la comunidad LGBTQ+ viajaban para evitar la exposición pública y proteger sus carreras y contratos. Esto transformó a la ciudad en algo muy parecido a “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas…”.
Muchos actores, vestuaristas y directores de la comunidad LGBT se instalaron en la privada Palm Strings, donde encontraron un consuelo de su vida laboral. La actriz Greta Gabor, el director George Cukor y el actor William Haines fueron algunas de las celebridades que vivian en el lugar. Y si bien Palm String no tenía espacios abiertamente gays, su popularidad entre la comunidad solo crecía con el tiempo.
No fue hasta el final de la Segunda Guerra Mundial que el movimiento hippie y la liberación sexual declararían a la ciudad como destino LGBT, rompiendo estigmas y dándole a los habitantes un respiro después de tantos años de haber estado en las sombras.
MULTICOLOR en las CALLES: Gran ORGULLO
En 1986, Palm Springs vivió lo que sería su primer evento LGBT, en el que, posterior a una cena y presentaciones de artistas locales en el salón del Riviera Resort, se llevaría a cabo el primer desfile del Orgullo Gay y Lésbico del Desierto.
Este desfile reunió a 35 personas que marcharon por la avenida de Williams Road hasta terminar en el Parque Demuth, lugar en el que se llevó a cabo un festival. Desde ese entonces, el orgullo gay de Palm Springs ha evolucionado positivamente, extendiendo su celebración hasta cuatro días y atrayendo a más de 200 mil visitantes de todo el mundo. Hoy en día, el desfile se sigue celebrando durante el mes de noviembre.
¿Vas a DINAH SHORE?
El festival lésbico que se celebra en Palm Springs es durante el mes de abril. El nombre del evento surge a raíz de la cantante, actriz y golfista Dinah Shore, que en 1972 creó un campeonato de golf femenino que atrajo a varias mujeres a la ciudad para competir.
Después del campeonato, comenzaban a reunirse en fiestas privadas donde la pregunta “¿Vas a Dinah Shore?” se convirtió en una expresión para la comunidad lésbica. La empresaria y fundadora Mariah Hanson creó un festival de música y fiesta de piscina, que se conoce actualmente como un evento masivo.
Katy Perry, Lady Gaga, Kesha y otras artistas más se han presentado en The Dinah, que al día de hoy sigue siendo uno de los pocos espacios dedicados a la comunidad lésbica.
Un LUGAR de DESCANSO
Si bien, durante todo el año Palm Springs celebra el orgullo en diferentes eventos, una de sus principales características es el descanso. Aquí existen varios resorts nudistas y espacios dedicados a la comunidad para hombres gay, todo con un estilo lujoso, pues, como recordarás, eran tierras dominadas por grandes celebridades.
El más famoso de ellos es El Mirasol Villas, un refrescante hotel en medio del caluroso desierto, que permite a las parejas de la comunidad pasar un tiempo amigable en Palm Springs. Puedes disfrutar de lindas habitaciones, refrescarte en la piscina y hasta dar paseos por las cercanías.
Un SANTUARIO de DIVERSIDAD
Con una emocionante vida social y un fuerte sentido de comunidad, Palm Springs ofrece paisajes únicos que permiten disfrutar actividades al aire libre. Recorrer sus encantadoras calles es recorrer años de historia; además, este año será la sede de la Convención Global 2025 de la Asociación Internacional de Viajes LGBTQ+, que se llevará a cabo del 21 al 25 de octubre.
En definitiva, Palm Springs no se trata de un simple destino vacacional en California; es un hogar donde se celebra la inclusión y el sentido de pertenencia. Así que si buscas disfrutar unos días soleados mientras celebras quien verdaderamente eres, Palm Springs te está esperando con los brazos abiertos. ❖
#NuncaDejesDeViajar