Los españoles y el jamón, una combinación perfecta para abrirle paso a la gastronomía europea. Y es que el jamón, a lo largo de los años, se ha vuelto un símbolo para la cocina madrileña y española, tanto así que incluso hay museos dedicados en su honor; pero vayamos lento, ya que no se trata de un museo en sí; hablamos de una sucursal de tiendas que podrían ser fácilmente un museo…
Historia del MUSEO DEL JAMÓN, el primer RESTAURANTE TEMÁTICO DE JAMONES en ESPAÑA
La empresa Marcelo Muñoz e Hijos S.A. fue una empresa familiar dedicada a los embutidos y el jamón ibérico, fundada en 1970 por el Sr. Marcelo Muñoz, quien se enorgullece de haber creado una de las empresas de más renombre de toda Madrid. Y no fue nada sencillo, ya que Muñoz e Hijos representa gran parte de la gastronomía española.
Pero no fue hasta 1978 que los hermanos Luis y Francisco Muñoz, hijos de Marcelo, crearon el Museo del Jamón, un modelo innovador y atractivo en la década de los 70´s. El concepto es muy sencillo: un espacio donde puedas comprar el delicioso jamón de la familia Muñoz, y también ver en exhibición los enormes y deliciosos cortes.
Desde ese entonces, El Museo del Jamón ha evolucionado a lo largo de los años, generación tras generación, manteniéndose como una de las marcas más reconocidas del mercado español. Actualmente, existen 7 Museos del Jamón —unos más grandes que otros— repartidos por Madrid, y son cuidados por la tercera generación de los Muñoz.
¿Cómo es la EXPERIENCIA en un MUSEO DEL JAMÓN?
De Madrid al cielo, con una parada en el Museo del Jamón. Cuando visites alguna de las sucursales, lo primero que notarás serán las paredes e incluso techos, abarrotados de embutidos y jamones ibéricos.
Aquí hay un espacio asignado donde podrás degustar de las delicias españolas que desees, pues en su menú encontrarás productos derivados del cerdo, además de la especialidad de la casa: el jamón. Ya sea en una tabla de quesos, en bocadillos, cuernitos o sándwiches, sí o sí, es imperdible probar el jamón.
Sin embargo, también hay una gran cantidad de platillos tradicionales de España, desde mariscos a paellas, e incluso cervezas locales e internacionales. Además, existe una zona de barra que es ideal para poder pasar un buen rato solo, con amigos o pareja. ¿Qué tal te suena un consomé con arroz a la cubana, con huevos, salchicha y tomate? ¿O un sandwichito de chorizo a la plancha?
Para rematar tu comida, tienes que pasar a la barra de postres, donde hay una selecta variedad para darle un toque de dulce a tu visita: pastelitos, galletitas, flanes, natillas y hasta helados; y por temporada, hasta rosca de reyes española.
Y solo para terminar, tendrás que llevarte a casa alguno de los deliciosos productos que se venden dentro del museo: quesos, lomos, chorizos y jamones de todo tipo: ibéricos, duroc, de cebo marmoleado, loncheado… ¿No sabes qué es? Pues no hace falta, ya que son puro amor a primera vista.
Si visitas España, el Museo del Jamón es una parada obligatoria, donde conectarás realmente con la gastronomía del país y, sobre todo, con una de las tradiciones culinarias más importantes y deliciosas. ❖