Museo del alfeñique en Puebla: un dulce museo poblano

Se dice que una hermosa joven tenía cientos de pretendientes que harían todo para casarse con ella, pero sólo fue uno quien construyó la casa de sus sueños: Una casa hecha de dulce, y ahora, el Museo del alfeñique en Puebla.

Con esta leyenda entras a un mundo lleno de magia donde la historia del estado de Puebla, y de todo el país, acontece entre sus salas. Estás dentro del Museo Regional del Alfeñique, un espacio histórico en la ciudad de Puebla.

Por fuera la fachada señorial es tan llamativa que destaca de entre todas las construcciones y en la imagen podemos ver el por qué.

Sus azulejos, ladrillos, balcones, ventanales y detalles arquitectónicos de color blanco hechos de argamasa llaman la atención de peatones y viajeros por su tratamiento novohispano.

¡Atraviesa el portón!

Al cruzar el enorme portón encontrarás una notable diferencia, el color amarillo destaca por todos lados, se combina con figurillas, remates; maravillosos decoros en las escaleras, descansos y marcos de puertas.

Los guías te comienzan a describir la fastuosa historia de la familia Morales y que es bastante es interesante.

Entre el humor se van contando las modificaciones que ha sufrido el inmueble, adaptaciones de estilos y reconstrucciones a causa del paso del tiempo y del sismo del 2017.

Museo del alfeñique en Puebla

Cuando estás dentro, parece que el tiempo se ha detenido y las salas siguen conservando su lujo, su esencia y su carácter.

Se inicia con un plano de la casa, en sus 3 niveles, así como con la historia del proceso al que se le denomina “Alfeñique”.

El “Alfeñique” es la técnica de manipulación del azúcar (así como el uso de clara de huevo, almendras) para la creación de figurillas.

Un proceso que tiene sus orígenes en costumbres árabes y que con la llegada de los frailes españoles se adoptó en México.

Un espacio lleno de color

La Capilla y la Sacristía que forman parte del edificio, con sus toques dorados en motivos vegetales, es un espacio llamativo y abundante en color con ornamentas como caritas de querubines, así como óleos de arte sacro.

El altar del Museo del alfeñique en Puebla, de estilo rococó,  tiene candelabros de vidrio, espejos con hoja de oro y cenefas de mosaicos simétricos con un llamativo color azul.

El lujo desde todas partes del mundo

Sus 16 salas que anteriormente fueron habitaciones, o estancias, se pueden encontrar obras artísticas de varias épocas y lugares del mundo como:

-Carruajes que pertenecieron a los generales del Porfiriato y algunos monjes y frailes del siglo XIX.

-Alcobas con mobiliario renacentista y detalles en cada cuarto, como los candiles de vidrio de bohemia para la lectura en los despachos (pintados de color rojo).

-Mesas, aguamaniles, pinturas, sillones y cajoneras con exquisitos decoros inspirados en Francia. Alfombras, telares y vestidos de las llamadas Chinas Poblanas.

-Esculturas de santos, monjes; óleos de personajes como Porfirio Díaz, Zaragoza, Benito Juárez y pinturas paisajistas de los años revolucionarios.

-Una cocina típica poblana con sus impresionantes ollas de barro, sus fogones cubiertas de Talavera, además de fruteros de marfil.

Patrimonio de Puebla

El “Alfeñique” es un sitio con tanta historia merece la visita. Su decoración tanto en el interior como en el exterior forman parte del patrimonio de Puebla, además de ser el primer museo del estado.

Es sin duda un espacio que engalana con su arte, su cultura y la importancia de crear una atmosfera donde a cada paso que das estarás pasando por diferentes épocas de nuestro país.

#NuncaDejesDeViajar