Los cementerios son la última morada de los humanos en la tierra. Los visitamos cada vez que deseamos recordar a nuestros fallecidos y platicarles a nuestros ancestros cómo están las cosas acá en la tierra. Pero, ¿Qué tienen de curiosos los panteones de México?
No es raro que en fechas de “día de muertos” existe la tradición de hacer un recorrido por los cementerios para conocer más de las personas que descansan ahí y enterarnos de una que otra leyenda de misterio.
Tour por los Panteones de México
Hagamos un recorrido por los camposantos más misteriosos del país, revivamos su solemnidad mientras observamos esa tradición de recibir a visitantes desde el más allá y vamos a enterarnos en dónde se guardan los restos de famosos y sus curiosas historias.
Panteón de la Isla de Janitzio, Michoacán
Para noche del día 1 de noviembre, se realiza un acto de tristeza cuando mujeres van a llorarle a sus familiares a sus respectivas tumbas, ellas llevan comida, flores de cempasúchil y carpetas bordadas para adornar las lápidas y estas se vean hermosas iluminadas con la luz tenue de las velas.
Para llegar a Janitzio debes tomar una lancha desde el Pueblo Mágico de Pátzcuaro y navegar un poco por su lago. Esa noche solemne y llena de encanto, bajo la luz de las candelas, nadie duerme. Cerca de ahí también puedes visitar el cementerio de Tzintzuntzan que se encuentra en el área lacustre.
Panteón Español en CDMX
Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz inauguró este panteón en el siglo XIX. Su particularidad es que las tumbas tienen unos 4 metros de profundidad y muchas de ellas guardan una arquitectura de estilo gótico que las hacen parecer mansiones.
El cementerio es uno de los más concurridos para esta la celebración de día de muertos ya que ahí descansan los restos de personajes muy queridos en México como: Pedro Infante, Cantinflas, Pedro Armendáriz, Tin Tan, y la beata Srita. Carolina Troncoso, quien con sus extraños milagros, ayuda a los jóvenes a pasar sus exámenes o a conseguir pareja.
Misteriosos Panteones de México. Foto Archivo
Panteón de Humaya en Culiacán, Sinaloa
Sus capillas y tumbas son ostentosas, ¿sabes por qué? Porque ahí mandaron a descansar a los mafiosos más adinerados del país. Son elegantes residencias de cantera, mármol o granito de hasta tres niveles y rejas de finos hierros forjados.
Algunos mausoleos cuentan con salas, balcones y patios para reuniones. Personajes como Arturo Beltrán Leyva “El jefe de jefes”; su enemigo Ignacio “Nacho” Coronel, la esposa e hijos del “Güero” Palma; además de Gonzalo Araujo “El Chalo” líder del cartel de Sinaloa. ¡Esto si da miedo!
Panteón de Civil de Dolores, en CDMX
Agustín Lara, Dolores del Río, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros siguen vivos ahí cada vez que alguien los visita. Se considera el Panteón más grande de Latinoamérica; en su rotonda de personajes ilustres se habla de más de 100 personalidades.
Varias leyendas se cuentan en este panteón como aquella que habla de un “Angelito-diablito” que rodea a la estatua del “Soldado” en la tumba de Venustiano Carranza; además de la famosa leyenda del “Charro Negro” que se aparece a media noche; o la del niño que se siente solo y pide que lo ayudes a buscar a su mamá.
Panteón Inglés de Real del Monte, Hidalgo
Recibió el titulo de Patrimonio Cultural, este lugar parece haber salido de una película de terror. Sus Lápidas -algunas con la tapa entreabierta- llenas de musgo y bajo los discretos rayos del sol que se asoman entre los pinos, permiten dar vuelo a la imaginación.
La mayoría de los finados fueron ingleses por tratarse de un pueblo que trabajó por años las minas de plata; no olvides preguntar por la leyenda del payaso quien fue enterrado dándole la espalda a Inglaterra. Sin duda alguna, este es uno de los Panteones de México más fotografiados.
Panteón de Belén, Guadalajara, Jalisco
También es museo y antes la rotonda de personajes ilustres. Este lugar es muy concurrido en fechas del “día de muertos” y se ve espectacular iluminado, ya que sus criptas además de elegantes, parecen recordar algunos personajes en vida.
Como aquella leyenda del niño que temía a la obscuridad y su llanto fue tan fuerte que le provocó un infarto; una vez enterrado el ataúd al día siguiente amaneció afuera y lo volvieron a sepultar, pero al día siguiente sucedió lo mismo y al siguiente… también.
La madre optó por mandar a construir un ataúd de mármol afuera para que su hijo ya no sintiera miedo. Hoy las personas le llevan juguetes a este infante llamado Ignacio Torres Altamirano. El Panteón de Belén cuenta con recorridos diurnos y nocturnos.
Panteón Francés, en CDMX
“Heureux qui mort dans le seigneur” o “Dichoso aquel que muere en el Señor” es la frase que recibe a sus visitantes al llegar a este camposanto elegante y sobrio, lleno de esculturas, palacios y mausoleos que se enfilan sobre una calle principal hasta llegar a una capilla gótica encantadora.
Las opulentas tumbas tipo residencias convierten al cementerio en una ciudad de muertos dentro de una ciudad de vivos.
Ciertamente su diseño fue inspiración basada en algunos panteones parisinos. Además de personajes famosos, en este lugar descansan los restos hombres millonarios que no se llevaron nada a su tumba ¡Qué ironía! ¿No?
Panteón de Xcaret, Quintana Roo
Con un total de 365 tumbas, este panteón simboliza a todos los camposantos del país. Dichos y refranes originales son los epitafios de las lápidas que resaltan el humor mexicano ante la muerte: “72 años de vida acabaron con un minuto de silencio” o “Si lloran que sea de risa” son algunas de ellas.
Las tumbas representan capillas o mansiones coloridas que dan ganas de tomar fotos a todas. Es un homenaje a los Panteones de México; las tumbas están distribuidas en 7 niveles o días de la semana, además cuenta con 52 escalones que son las semanas del año.
En la cumbre del cerro te esperan cuatro árboles de ceiba que conectaban los tres niveles de vida para los mayas.
Museo Panteón San Fernando, CDMX
En el siglo XIX se decía que morirse aquí era un lujo, ya que se trataba del panteón más caro.
Benito Juárez junto con su esposa y sus doce hijos yacen en este lugar después de haber sido objeto de una maldición de un sacerdote después de haber secularizado a la iglesia cuando se proclamaron las “Leyes de Reforma” que separaban a la iglesia del estado.
Dicha maldición consistió en que ninguno de sus herederos llegaría a la edad adulta, y así fue.
Panteón Yáñez, Hermosillo, Sonora
El más colorido de todos los panteones y uno de los más grandes de México, guarda alrededor de 50 mil muertitos. Entre manzanas y lotes este panteón de los años 20´s destaca por sus murales exteriores.
También como en la mayoría de los camposantos, este lugar resguarda tumbas como la del niño Carlitos quien murió a los 11 años por andar patinando
Algunos visitantes afirman que es milagroso y ayuda a cuidar y salvar a niños en vida, por lo tanto su tumba esta llena de juguetes.
El lugar cuenta con alrededor de unas mil 500 tumbas abandonadas que nadie reclama y solo en estas fechas de “día de muertos” son visitadas por uno que otro extraño que les deja alguna flor.
Panteón de los Queretanos Ilustres
Visitar este lugar es también disfrutar de la vista panorámica de la Ciudad de Querétaro. Fue el primer panteón civil y se construyó en el huerto del Convento de la Cruz.
Aquí yacen los restos de los corregidores Miguel Domínguez y Doña Josefa Ortíz de Domínguez, entre otros personajes ilustres de la Independencia.
Aquí también descansan los restos de benefactores, arquitectos, artistas y gobernantes. La capilla del camposanto está dedicada a la Virgen dolorosa, patrona del cementerio.
Panteón de Santa Paula, Guanajuato
Entre leyendas y personajes, podrás realizar un paseo al más allá y conocer a las famosas momias de Guanajuato, a partir del descubrimiento del doctor francés el cual fue exhumado en 1865 y se pudo constatar como el primer cuerpo momificado.
A partir de ahí se desataría una serie de personajes encontrados en ese estado que cuentan con su propia leyenda; como aquella de la momia más pequeña del mundo y la de alguna dama embarazada.
Curiosamente varias de las momias parecen gritar con la boca abierta, pero no te preocupes, en el fallecimiento sus mandíbulas se desprendieron como parte del proceso natural. Este es uno de los panteones de México más visitados a lo largo de todo el año.
Panteón de Oriente de Durango
Con más de siglo y medio y 270 mil personas sepultadas, este enorme panteón guarda desde tumbas abandonadas, hasta hermosas capillas neogóticas o de estilo ecléctico porfiriano.
Destaca el gran numero de extranjeros fallecidos quienes fueron en vida exploradores y trabajaron en el cerro del mercado o en las minas de oro y plata; ingleses, franceses, italianos, árabes, españoles, estadounidenses y chinos son algunos nombres que se ven en las lápidas.
Además de personajes ilustres y reconocidos, también se pueden visitar las moradas de personajes anónimos revolucionarios y aquellos que participaron en la guerra de los Cristeros. ¡Cuantas historias debajo de la tierra!
Cementerio General de Mérida.
Por su gran cantidad de esculturas y mausoleos, este camposanto también se le considera como Museo de la Muerte y Zona de Patrimonio Cultural del estado de Yucatán. Cuenta con criptas que definen distintos estilos como Art decó, gótico y maya.
Cuenta con unas 25 mil bóvedas, osarios y mausoleos. Dentro de los Panteones de México, este en especial causa un poco de angustia por el abandono; ángeles con alas rotas, vírgenes sin manos, nombres incompletos, cruces y cristos fracturados, son tan solo una muestra que el paso del tiempo y el deterioro causado por el clima no perdonan.
Ferrocarrileros, taxistas, baratilleros, compositores, además de trabajadores de la industria cervecera y del henequén, descansan entre famosos gobernantes y personajes importantes como los hermanos Carrillo Puerto.
Panteón de Dolores. Jerez, Zacatecas
La ciudad de Cantera más hermosa del país no se puede quedar sin un cementerio que vaya de acuerdo a su arquitectura. Criptas y mausoleos de personalidades de la aristocracia se encuentran labrados en este material testificando la época de bonanza que vivió la ciudad.
A principios del siglo XIX se edificó este lugar enterrando a sus muertos de acuerdo a su clase social y las tumbas fueron orientadas de este a oeste (la resurrección o muerte de Cristo) y en dirección a Jerusalén. Sin duda alguna es uno de los panteones de México más bellos.
Sí estás de “día de muertos” celebrando y conviviendo con los que se fueron, quizá puedas darte una vueltecita por los panteones de México y reconocer que los que ya no están, solo se adelantaron en el camino.
Así que déjales una velita prendida y algo de comida para que en ese viaje largo vayan tranquilamente de regreso a sus moradas. Sí, es una tradición respetuosa que bien vale la pena conservar.