En el barrio de La Merced, un área conocida por su famoso mercado y una historia que se remonta a los días coloniales, se erige una reliquia que ha visto pasar siglos de transformaciones: la casa ubicada en Manzanares 25.
Aunque muchos pasan a su lado sin notarla, esta construcción guarda entre sus muros más de 400 años de historias, siendo reconocida como la casa más antigua de la Ciudad de México.
Ubicación y arquitectura
Manzanares 25 se encuentra en el Centro Histórico, específicamente en la esquina de las calles Manzanares y San Jerónimo.
A simple vista, su fachada de piedra volcánica, su puerta de madera y sus pequeñas ventanas de herrería pasan desapercibidas para quienes transitan por esta zona tan concurrida.
Sin embargo, basta con detenerse un momento para descubrir la verdadera joya arquitectónica que yace oculta bajo el polvo y el desgaste del tiempo.
Construida alrededor del año 1620, esta casa de un solo nivel sigue conservando elementos originales como sus paredes de adobe y su estructura de madera.
En su interior, aún es posible observar restos de lo que alguna vez fueron patios interiores, así como techos de vigas talladas a mano.
El Legado de Manzanares 25
Durante el siglo XVII, esta casa fue construida como una vivienda familiar, diseñada para acomodar a miembros de la sociedad virreinal de aquella época.
Sin embargo, con el pasar de los siglos, la casa comenzó a experimentar el mismo destino que muchas otras estructuras coloniales de la Ciudad de México: la decadencia.
A medida que la ciudad crecía y la zona de La Merced se transformaba en un mercado de intercambio de productos de todas partes del país, la casa dejó de ser habitada por la élite y pasó a convertirse en una vivienda multifamiliar.
Durante el siglo XIX, Manzanares 25 cambió de dueños en repetidas ocasiones y fue dividida en pequeñas habitaciones, alquiladas a trabajadores del mercado y a personas de bajos recursos.
Estos cambios se reflejaron en el deterioro de la estructura, y para el siglo XX, la casa ya había perdido gran parte de su esplendor original.
Historias Entre Paredes
Se cuenta que durante la Guerra de Independencia, algunos insurgentes se refugiaron brevemente en este lugar, aprovechando su discreta ubicación para esconderse de las fuerzas realistas.
Además, en la primera mitad del siglo XX, cuando la casa funcionaba como vecindad, fue escenario de innumerables anécdotas.
Los antiguos inquilinos recuerdan con nostalgia los días en que el patio se llenaba de niños corriendo, las reuniones al caer la tarde y las luchas diarias por mantener en pie este pedazo de historia.
Aunque en sus últimos años la vivienda sufrió de abandono, nunca perdió su estatus como un testimonio viviente del paso del tiempo en la capital.
El Rescate de un Tesoro Arquitectónico
En 2012, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomó la decisión de intervenir en Manzanares 25 para evitar que se perdiera por completo.
El proyecto de restauración se centró en preservar los pocos elementos originales que aún quedaban y reforzar la estructura para evitar su colapso.
La restauración fue complicada debido a los siglos de modificaciones que había sufrido el edificio, pero los restauradores lograron devolverle algo de su dignidad original.
Actualmente, Manzanares 25 se ha convertido en un símbolo de la historia olvidada de la Ciudad de México.
Aunque no es un museo ni una casa abierta al público, su fachada restaurada invita a los curiosos a detenerse un momento y reflexionar sobre el pasado de esta gran urbe.
Un Futuro Incierto, pero Prometedor
A pesar de su importancia histórica, el futuro de Manzanares 25 sigue siendo incierto.
La falta de fondos y el desinterés por parte de las autoridades han impedido que se realice una restauración integral que permita abrirla como un espacio cultural.
Sin embargo, hay quienes sueñan con convertirla en un pequeño museo, dedicado a mostrar cómo era la vida en el Centro Histórico en los tiempos virreinales.
De momento, Manzanares 25 permanece como un recordatorio silencioso de la Ciudad de México que alguna vez fue.
Una casa que ha visto levantarse y caer imperios, que ha resistido terremotos y revoluciones, y que hoy, en medio del ajetreo del siglo XXI, sigue en pie, desafiando al tiempo y al olvido.
¿Cómo Llegar a Manzanares 25?
Si te interesa conocer la casa más antigua de la Ciudad de México, puedes encontrarla en el Centro Histórico, muy cerca de la estación de Metro La Merced (Línea 1).
Una vez en la estación, solo necesitas caminar hacia el poniente sobre la calle Manzanares, hasta llegar a la esquina con San Jerónimo.
Aunque la casa no está abierta al público, vale la pena acercarse para observar su exterior y, con un poco de imaginación, viajar al pasado de esta fascinante ciudad.
¡No dejes de visitarla y descubrir un pedazo oculto de nuestra identidad!
#NuncaDejesDeViajar