Madaba es una pequeña ciudad de Jordania, reconocida mundialmente por sus mosaicos bizantinos; estos se extienden por todo el perímetro de la zona, y en ellos se narra gran parte de la historia cristiana. Esto provocó que Madaba recibiera el sobrenombre de la Ciudad de los Mosaicos.
Al contrario de lo que muchos piensan, la pequeñez de Madaba no es un impedimento para conservar a toda su cultura; al contrario, ayuda a que su historia se concentre de mejor manera, y además hace que recorrerla resulte más cómodo y sencillo.
En Madaba existen muchos lugares que visitar; no obstante, tiene a sus principales:
Parque Arqueológico de MADABA
Iniciemos con el platillo principal… el parque arqueológico de Madaba es un espacio que preserva estructuras antiguas de lo que antes fue la calzada romana. Al igual, es recinto de varias iglesias bizantinas, como la Sala de Hipólito, que tiene mosaicos en el suelo que narran la tragedia de Hipólito.
O la Iglesia del Profeta Elías, que es la primera iglesia descubierta en Madaba, y que fue construida sobre un templo romano en el siglo VI.
Iglesia de SAN JUAN DECAPITADO
Esta iglesia es una de las más antiguas del reino. Está construida en su totalidad por piedra, y cuenta con una plataforma que ofrece vistas a toda la ciudad de Madaba. A pesar de no ser uno de los sitios turísticos por excelencia, estamos seguros de que debería serlo, y he aquí las razones:
En su sótano, cuenta con un pozo de la época Moab, que ha estado en funcionamiento por más de 3000 años. Cuenta con una pequeña sala que funge como museo para mostrar reliquias y grabados de la región. Además, aquí es donde se encuentra la cueva en donde fue decapitado Juan Bautista…
La Iglesia de lo MARTIRES
Esta es, sin duda, una de las iglesias más famosas de Madaba, y la razón es muy sencilla: alberga un impresionante suelo de mosaico que representa escenas de cacería. Además, aquí se aloja el famoso mapa de tierra santa más antiguo del mundo. Fabricado obviamente en mosaico.
Para desgracia de todos, en la actualidad, queda menos de un tercio del mapa original, pero sin duda, aún es algo que vale la pena de ver.
Gastronomía llena de VIDA
La gastronomía en Madaba suele ser sencilla, pero por demás exquisita. Aquí, muchos de los platillos se basan en hierbas, semillas y vegetales. Nos encontramos con platos como el mensaf, un plato de cordero, arroz, piñones y yogurt.
O el maámoul, una galletita horneada que se sirve en las mañanas de ayuno del día Eid, y que se acompaña con café.
Madaba es un espacio digno de visitar y recordar. Su basta historia religiosa y sus espacios abiertos llenos de cultura son algo que se tiene que vivir al menos una vez en la vida.
#NuncaDejesDeViajar