Leyenda de la mano en la reja, es la más famosa de Morelia, Michoacán, y como olvidarnos de las fascinantes leyendas que a más de uno nos deja boquiabiertos.
Sabemos que alrededor de la República Mexicana se cuenta con un sinfín de leyendas que van desde lo romántico hasta lo tenebroso cómo la leyenda de la mano en la reja.
La leyenda que te contaremos se desarrolla en una vieja casona en las calles de Morelia, Michoacán, en donde su relato envuelve una historia de amor, tragedia e injusticia.
Te invito a conocer un poco más de la leyenda de la mano en la reja, y así en tu próxima visita a Michoacán tengas una experiencia de miedo.
El señor don Juan Núñez Castro y la señora Leonor Del Paso se conocieron y se enamoraron en la antigua Michoacán, tuvieron la fortuna de convertirse en padres de una hermosa niña a la que decidieron llamar Leonor.
Tristemente la señora Leonor falleció una semana después de dar a luz a la bebé, y el señor Juan, después de un tiempo y muy triste por su perdida, decidió buscar a una mujer para casarse .
Después de un tiempo encontró a doña Margarita quien parecía ser una buena mujer, y pasó el tiempo, Leonor creció y se transformó en una hermosa mujer, de la cual doña Margarita sentía celos y envidia.
Leyenda de la mano en la reja
Todo empeoró para la joven cuando su papá quiebra en sus negocios y se ven en la necesidad de mudarse a la ciudad de Valladolid en su misma Morelia
Ahí el señor Juan empezó a hacerse de una gran riqueza por el éxito de sus negocios, no obstante, los mismos trabajos le reclamaban mucho tiempo, pues tenía que estar viajando constantemente a otros estados.
Cuando don Juan no estaba presente, Margarita empezaba con el maltrato hacia Leonor, encerrándola todos los días y con excepción de los domingos dónde la dejaba salir para que acudiera al Santuario Guadalupano.
La joven de gran belleza y noble, en uno de esos días en el santuario conoció a Manrique de la Serna y Frías, joven y apuesto capitán que pertenecía a la guardia virreinal.
De inmediato quedaron enamorados, y cada día se las arreglaban para verse por la ventana del sótano de la casa de Leonor, llegando a la planeación su boda y jurándose amor entorno.
Un obstáculo para el amor
Los enamorados fueron descubiertos por doña Margarita y llena de celos y coraje, encerró a Leonor mientras Manrique viajaba a la Ciudad de México para pedir una carta al Virrey para poder así pedir la mano de su amada.
Tramites que lamentablemente duraron mucho.
Mientras tanto en Morelia, Margarita se encargaba de torturar a Leonor que estaba encerrada y no darle ningún alimento ni agua.
La joven desesperada por comer, sacaba su mano en las rejas de la ventana del sótano pidiendo a todo aquel que pasara un poco de pan o agua.
Debido a esta situación la gente empezó a rumorar por el pueblo lo que pasaba, nadie podía hacer nada, ni investigar debido a que doña Margarita era una señora de la alta sociedad.
La leyenda de la mano en la reja
Pasó el tiempo y don Juan regresó a su casa al mismo tiempo en que Manrique, ambos hombres se encuentran y Manrique le pide la mano de Leonor para casarse con ella.
A lo que don Juan accede, pero no tenían idea de la crueldad con la que Margarita trataba a Leonor.
Ambos hombres llegaron a la casa, y se enteraron por las sirvientas que Leonor se encontraba en el sótano en muy mal estado porque Margarita no las habían dejado darle de comer ni de beber agua y ella había escapado.
La sorpresa que se dieron ambos hombres, fue que encontraron a Leonor muerta en el sótano de la casa, esa imagen fue desgarradora para ambos ya que el cuerpo de Leonor yacía sucio y demacrado en aquel lugar.
Ambos, con un dolor desgarrador decidieron llevar a cabo la boda, en el lugar en donde Manrique y Leonor se enamoraron.
En el Santuario Guadalupano, para después darle sepultura en el último árbol de la calzada.
Ahora la gente cuenta que a partir de las ocho y media de la noche, por aquella reja de este sótano, sale una mano que se considera de Leonor diciendo “un poco de pan y agua, pues me estoy muriendo”.
¿Te atreverías a pasar por este sótano y hacer caso a la mano de Leonor?
Y recuerda, #¡Nuncadejesdeviajar!