Imagina un lugar donde perderse no solo está permitido, sino que también es una gran aventura. Un lugar donde los caminos serpentean entre árboles, el aire huele a bosque puro y cada paso te hace sentir misterio. Así es el Laberinto Patagonia: una joya escondida en Argentina, que te está esperando para desafiarte y maravillarte.
¿Qué es el LABERINTO PATAGONIA?
Con una extensión de 8,500 metros cuadrados, el Laberinto Patagonia es considerado el laberinto más grande de América del Sur. Fue diseñado por Claudio Levi y su esposa Doris Romero.
Su historia es muy curiosa: en 1982 se dirigía a El Bolsón, una ciudad al oeste de Argentina, pero en el tren escuchó a alguien hablar sobre “El Hoyo”, una localidad rural en La Comarca, poco antes de El Bolsón. A él le llamó tanto la atención que decidió bajarse ahí, descubriendo el lugar donde viviría por siempre.
Al siguiente año compro 3 hectáreas de terreno, con un costo de $150 dólares cada una. Su idea era crear un lugar turístico, y lo logró al encontrar, dentro de sus terrenos, un mosquetal de unos 4 metros de altura, que simulaba un laberinto natural. Ahí fue donde surgió la idea.
Tiempo después, Claudio y Doris Romero, su esposa, comenzaron a diseñar y plantar cipreses para dar forma al proyecto. Fue una labor difícil, ya que el terreno donde se encontraban era desigual. Para poderlo construir, sembraron poco más de 2,000 cipreses.
Finalmente, fue inaugurado en el año 2015. Su estructura está influenciada por conocimientos de la kabbalah, la geometría sagrada, mitología, filosofía y magia, convirtiendo e este laberinto en un espacio de introspección y exploración personal.
¿Qué hacer en el LABERINTO PATAGONIA?
La principal actividad en el Laberinto Patagonia es recorrer sus senderos. Consta de nueve entradas y nueve salidas, lo que hace que aumente su dificultad y desafío.
Además, puedes disfrutar de la gastronomía local, ya que dentro del complejo se ofrecen productos elaborados con frutos y cultivos originarios de La Comarca, permitiendo a los visitantes comer en un entorno único. De hecho, el Laberinto Patagonia cuenta con dos opciones para comer: La Confitería, donde se sirven pasteles; y Sidra Restaurante, donde se sirven pastas, vegetales y la especialidad: sidra. Todo esto con vistas impresionantes de las montañas.
Como recomendación, te sugerimos ordenar el ribs de cerdo con chucrut, acompañado de cremosas papas.
La BELLEZA del MISTICISMO
Como mencionamos anteriormente, el diseño del laberinto mezcla conocimientos de la kabbalah, la geometría sagrada y algo de mitología. La razón es que Claudio y Doris no solo buscaban un simple laberinto… sino que crearon un símbolo de la vida misma. Cada visitante es diferente, y su perspectiva del recorrido puede cambiar según la luz, la estación e incluso el estado de ánimo, haciendo de cada visita algo único.
Tienes que saber que la entrada al laberinto tiene un costo, y este varía dependiendo de la estación. Durante el verano del 2025, tendrá un costo de $12,500 pesos argentinos ($236 pesos mexicanos). Los niños de entre 7 a 12 años pagan $9,500 ($180 pesos mexicanos), y los jubilados $7,000 argentinos ($132 pesos mexicanos). Los menores de 7 entran gratis, siendo un plan ideal para familias.
Y si buscas algo extra… algo tal vez artístico, podrás encontrar a GAL: la Galería de Arte Laberinto. Aquí constantemente se realizan exposiciones, conciertos y hasta experiencias inmersiva con luces. La entrada cuesta unos $6,500 pesos argentinos ($122 pesos mexicanos).
Para llegar a este mágico lugar, tendrás que dirigirte hacia El Hoyo, un pueblito encantador en la provincia de Chubut, en plena Patagonia Argentina. Queda a 15 kilómetros de El Bolsón y a 14 del Lago Puelo, en el valle del río Epuyén. Para llegar, tienes que tomar la Ruta Nacional 40, que es icónica por atravesar la Patagonia.
Una EXPERIENCIA inmersiva
El Laberinto Patagonia se ha convertido en una experiencia tanto espiritual como existencial, en la cual puedes llevar tus pensamientos hacia un enfoque diferente, haciéndonos entender que perderse nunca había traído tanta plenitud… ¿Te animas a encontrar la salida? ❖
#NuncaDejesDeViajar