Más allá de la ruta del Queso y el Vino y de pueblos como Tequisquiapan, Ezequiel Montes y Bernal, el estado de Querétaro tiene rincones poco explorados que son parte de su cultura, gastronomía y tradiciones. Descubramos el turismo oculto en Querétaro.
Para descubrir el otro rostro del destino, iniciamos nuestra ruta en la carretera 120 San Juan del Río-Xilitla, y nos dimos a la tarea de hacer un recorrido que te presentamos y que al igual que nosotros te dejará con la boca abierta.
La ruta consiste en adentrarnos por los caminos de la Sierra Gorda de Querétaro hasta llegar a los límites con San Luis Potosí en México, pero sin pensar en la clásica ruta por las famosas misiones que son características de la región.
Por el contrario, nos dimos a la tarea de descubrir tres puntos principales que no te puedes perder en un viaje de paisajes maravillosos y cultura arraigada en las alturas, motivo suficiente para bordear la serpenteante carretera y descubrir.
San Joaquín.
El pueblo está custodiado por más de 100 minas de mercurio que tuvo su gloriosa época de bonanza entre 1954 y 1976. La capital del huapango, como también es conocido, es un pueblo que sostiene su encanto en la música y en la cultura minera.
Cuando llegues, serás recibido por el famoso Monumento al Minero, una estatua que está representada por un hombre que sube por troncos de madera y simula la búsqueda de metales.
Sigue tu camino y sube al mirador La Crucita, desde el que se ve una asombrosa panorámica tapizada por casas en tonos pastel, y abundante vegetación que sobresale de las montañas de la Sierra Gorda.
No dejes de visitar el Museo de San Joaquín, un recinto dedicado a la minería en el que se exhiben las herramientas y objetos empleados por los trabajadores.
Conocerás las picas y cinceles con los que golpeaban paredes de roca, cantimploras que llenaban de pulque para mitigar la sed, y cascos de aluminio con los que cubrían su cabeza.
Además, el lugar cuenta con una vitrina en la que exhiben oro, plata, plomo y zinc, aquí distinguirás un mineral de otro.
El poblado se distingue por sus construcciones y vestigios pictóricos.
Por este motivo debes visitar la zona arqueológica Ranas, en donde se desarrolló una de las manifestaciones prehispánicas más importantes de Mesoamérica.
Los ancestros denominaron al mineral como “la sangre de la tierra” por su color rojo intenso, y lo explotaron para obtener pigmentos con lo que teñían su piel o elaboraron pinturas rupestres.
El centro ceremonial de “Ranas” se asienta en la cima de Dos Cerros, está rodeado por bocaminas prehispánicas, y fue erigida por grupos nómadas de Pámes y Jonáces en el siglo 300 a.C a 1300 d.C.
Años más tarde en el siglo XVI fue ocupada por los chichimecas, y a los dos grupos de habitantes se les reconoce por la explotación de yacimientos.
El área cuenta con más de 150 construcciones de las que destacan tres juegos de pelota, templos piramidales, dos posibles temazcales y múltiples habitaciones.
Sierra Gorda.
Toma la terracería partiendo de San Joaquín, y adéntrate a la sierra de Querétaro. Para cruzar puedes rentar una cuatrimoto o bajar en auto. Después de pasar por caminos sinuosos y admirar hermoso paisajes, dirígete a Bucareli y 2 kilómetros al norte sube a la mina.
El acceso a su interior está prohibido, pero en la entrada de los túneles observarás cómo los horneros funden el cinabrio.
Verás cómo sacan en carretillas los trozos de piedra, los seleccionan para triturarlos y los meten en hornos.
Puedes adquirir algunas piedras que contienen el mineral y si llegas temprano te tocará ver al mercurio recién salido del horno.
¿Cómo llego a éste lugar oculto?
Para llegar a este lugar, tienes la opción de pagar un tour por las minas y atractivos de la zona organizado por el campamento ecoturístico El Jabalí, si lo quieres hacer con ellos, te puedes instalar en el campamento y pagar $2,000 pesos por persona.
El paquete incluye: una noche de hospedaje, alimentos, cuatrimoto, guías, tours por la mina y atractivos turísticos.
Una vez que te instalaste en el campamento visita la Mina Grande. Tienes que manejar por terracería hacia Punta del Enramadero e incorporarte en la carretera 120 para desviarte en el km 155.
A menos de dos kilómetros encontrarás esta mina de la que se extrae plata, plomo y zinc. No es posible acceder, pero apreciarás el momento en que los “vagoneros” sacan cargas de hasta cuatro toneladas y las avientan sobre un gran bulto para su selección.
Después de caminar poco más de cuatro kilómetros llegarás al Puente de Dios, una formación rocosa espectacular.
Pinal de Amoles.
Concluye en este auténtico pueblo en Querétaro entregado a la minería y rodeado de montañas.
Sus hermosas casas pintadas de color ladrillo, te invitan a entrar a algún restaurante para hacer el recuento de tu viaje.
Una vez que bajes por sus calles empedradas y que contemples la perfección de sus faros, aproxímate al centro. En medio de la plaza principal destaca un monumento al minero, esculpido por el artista Juan Velasco.
En el se observa cómo dos mineros tratan de romper una roca con herramienta rudimentaria. El clima es frío durante casi todo el año y la neblina que lo rodea le da un toque muy especial.
Cerca, se ubica La Puerta del Cielo, un lugar maravilloso que te regala hermosos paisajes de montañas y el singular mar de la niebla.
Y si ya andas por Querétaro o estás planeando una visita, te recomendamos el siguiente tour que estamos seguros que te encantará.
Santiago de Querétaro: 8 horas de aventura en bicicleta de montaña guiada.
Se trata de una experiencia con una duración de 8 horas que incluye transportación desde Querétaro, guías especializados, equipos especializados y seguro médico.
¿Qué vas a hacer?
- Aventúrate en un emocionante recorrido en bicicleta de montaña.
- Disfruta de los hermosos paisajes de Sierra Gorda.
- Sumérgete en las deliciosas aguas del río Estorax.
- Reserva acá
via GIPHY Beto en bicicleta
Como puedes ver, Querétaro tiene mucho que ofrecer, no dudes en visitarlo y escuchar sus historias, tradiciones y costumbres. #Nuncadejesdeviajar.